— Deja que se levante Dana.
— No, mierda claro que no, ¿Qué te pasa? Mató a tu padre.
Las palabras fueron tan fuerte que hicieron que Lang cerrara los ojos, no podía obviar la verdad, pero tampoco podía obviar todo lo demás que David había hecho, el simple acto de preguntar las cosas y no tan solo atacar como el resto de cazadores sin cerebro, porque podía ver en David a un aliado.
— Es una orden Dana, dejalo.
Samuel no quería intervenir, no entendía que era lo que estaba sucediendo así que mejor era mantenerse alerta todo el tiempo, listo para saltar a matar a ese maldito bastardo cuando este atacase a Lang.
Muy a su pesar Dana obedeció, soltó las muñecas de David y permitió que se levantara, manteniéndose tan atenta como Samuel por supuesto.
— Necesitamos ir con Ulva, por favor, necesitamos advertirle.
— Si no te han matado es porque te encontraste conmigo David, deja de decir estupideces.
— Entonces me muero, ya está, que me maten en cuanto puedan, pero si no le adviertes entonces quienes van a morir son ustedes.
— Cuida tus putas palabras, humano. — Gruñó Samuel.
— No es una amenaza, es una advertencia... mi hermana me lo dijo, ya no le importa nada, quiere dinero, por eso es todo en esta vida, por dinero, la venganza quedó ya muy atrás, esto dejó de ser una "lucha por justicia" hace demasiado tiempo, solo es su forma de hacer dinero.
— ¿Qué quiere hacer exactamente?
— Ustedes son muy buenas armas. — Se limitó a responder.
<<>><<>><<>><<>><<>><<>><<>><<>><<>><<>>
Mary sentía que reventaba por lo enojada que estaba, idiota, su amiga era una completa estúpida, ¿¡Cómo siquiera se le ocurría salir de esa casa de seguridad!?
Estaba tan enferma que apenas y podía mantenerse en pie y se atrevía a decir cosas tan imbéciles, carajo, si no la amara... si no se lo hubiera prometido a su madre.
La vampira también reconoció un aroma extraño, uno mezclado con un fuerte hedor de sangre, pero no le parecía agradable o apetecible (cualquier adjetivo que se les ocurra para un chupasangre a quien se le abre el apetito) Era más bien uno de esos olores que le causaba revoltura en el estómago, una putrefacción.
Siguió el rastro para tratar de detener a Yilan por su cuenta pues Lang tenía razón, no estaba ahí, así que después de unos buenos minutos perdiéndose en un territorio desconocido sintió que por fin estaba llegando a algo, aprovechó esos momentos para pensar que muy probablemente podría detenerlo sin "demasiada dificultad" pues lo más probable era que no la esperara, su verdadera presa era Lang o cualquier otro licantropo, ella no pintaba en esa situación, además...
Si tenía que dar su vida para acabar con la que le había robado a quien más amaba entonces no tenía problema alguno con hacerlo.
El olor comenzó a hacerse más y más fuerte exponencialmente, con cada paso, a cada centímetro a tal punto que, sin querer hacerlo, tapó su nariz para evitar seguir oliendo aquello. Pronto la peste le resultó conocida, era el veneno que Lang tenía en su cuerpo, no había duda, pero más fuerte, tan concentrado que era imposible de tolerar para cualquier ser vivo con un sentido del olfato desarrollado.
— ¿No te parece precioso?
La voz de un hombre la sorprendió de sobre manera, no lo había notado, para nada, y es que a ella jamás se le pasaba una cosa como esa, la gente no se podía esconder de Mary gracias al sonido de sus corazones, pero el de ese hombre era tan calmado y lento que no pudo percibirlo y tuvo que admitir que le dió miedo, porque si su supuesta presa que debía ser fácil de atrapar había saltado los sentidos de una verdadera depredadora como, en teoría, lo era ella, bueno, eso era un tanto bastante aterrador. De cualquier manera no reaccionó, ni siquiera giró la cabeza para encontrarse con la voz, necesitaba pensar un plan antes de actuar, que ella no era como Lang, no se guiaría por un instinto.
— Creo que tenemos un concepto muy diferente de lo que es precioso.
— Oye, ese veneno costó bastante, es una obra de arte, no está a discusión si es precioso o no, es un hecho.
— Me sorprende un poco más la forma en la que te ocultaste, a eso si podría llamarlo una especie de arte.
— No me digas que te asusté, ¿Qué no se supone que los perros como tú tiene un buen olfato?
Perros, por primera vez entendió lo molesta que era esa palabra para referirse a los licántropos, ya se encargaría de pedirle perdón a Lang en otro momento por todas las veces en que la molestó llamándola de esa manera.
Pero más importante, ¿No había notado todavía que no era un licántropo? Lo dudaba mucho, con esas habilidades no tenía sentido que fuera tan torpe para reconocerla, claro, que físicamente en realidad no había alguna diferencia, mucho menos si no estaba de frente, pero su piel pálida debió de haberlo sospechar algo. Entonces tal vez se trataba de una trampa, ¿Qué clase de trampa podía ser? Tampoco podía pensar en nada.
— Un buen olfato no es infalible, mucho menos con tu veneno aquí.
— Oh, entonces en verdad es así de notorio, es algo que terminaré de arreglar después, debe ser indetectable.
— ¿Y bien? ¿Qué es lo que quieres aquí? Ya lograste un alboroto ¿Qué sigue?
— ¿Me seguiste tú sola para hacer esas preguntas tan estúpidas? Ya no estoy segura si es audacia o solo una falta de experiencia tremenda.
Era tiempo en realidad, Mary necesitaba un poco más de tiempo, Yilan era un niñito a su lado, sus insignificantes ¿Qué? ¿40 años? No iban a humillarla.
Mary entonces por fin se dió la vuelta para poder ver a los ojos al que por mucho tiempo considera un demonio, para revivir la mirada de esa verdadera bestia, tal vez si lo hacía entonces ya no podría resistirse y lo atacaría de una vez por todas, terminaría con todo rápido y sin que hubiera algún otro herido.
— No, te aseguro que no es falta de experiencia. — Murmuró al sentir el más puro dolor con el color miel de sus ojos.
— Yo, No, espera ¿Tú no eras la rara que siempre estaba siguiendo a la perra aquella?
O mierda, que si hacía un momento la palabra perro había dolido, ahora quemaba, quemaba como fuego.
Porque ya había olvidado la voz de Nara, y su rostro rápidamente se desvanecía, su memoria cansada apenas y podía recordar los detalles de su amada, era aterrador, algo que en verdad le partía el corazón, pero lo que jamás se iba, la emoción que jamás podría olvidar era el desbordante amor que sentía por ella, porque Nara era todo por lo que Mary seguía viva. Así que mantener su promesa era todo lo que le quedaba.
— ¿Pensaste que no nos volveríamos a ver?
— Claro que no, solo pensé que hoy sería menos divertido.
--------------------------------------------------------
Feliz año!!! Carajo sé que en verdad he tenido muchas altas y bajas con esta historia, lo siento muchisimo pero mi vida me anda dando unos chistes que no se imaginan, de cualquier manera, espero que estas fechas hayan sido amables con ustedes y la hayan pasado bien:)

ESTÁS LEYENDO
Poco Convencional
Science Fiction¿Quién ha de creer que los mundos de fantasía existen? Claro que Morgan no lo creía, ni cualquier persona normal hasta que una chica torpe llegó como estampida a su vida diciéndole "Te amo" " Estamos hechas la una para la otra" Y aunque eso no era...