IV

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— Claro... ¿Lang? ¿Me dejarías hablar con Mary un momento?Mary estaba decepcionada de la ineptitud de su amiga cuando sus emociones rebasaban sus límites — ¿¡Por qué carajos me trajiste a esta chica a mi casa Mary!?— Sé que lo que dijo es ridículo pero debes escucharla.— ¿¡A esa loca!? No me puedes decir esas cosas.Lang intentaba fingir que no podía oír todo con claridad, prefería quedarse sentada bien quieta, sentadita en la sala como una niña pequeña recién regañada.— Sé que es tonta y despistada, tú misma lo viste, las palabras no son lo suyo. —Mary no era muy buena opción cuando se trataba de defender a su amiga al parecer. —Pero dice la verdad así que escúchala.Ambas chicas regresaron a su sitio aunque no muy voluntariamente, Morgan no esperaba momento para poder echar a el par de locas que habían ido a su casa para decir estupideces, en cambio Lang se quemaba la cabeza pensando una forma mejor de explicarle todo lo que sucedía.— Bien, entonces Lang ¿Eso era todo lo que tenías que decirme? — Si bien su humor no daba para aquello prefirió tan solo seguirle el juego para no alargar aún más esa incómoda situación que de por si la hacía arrepentirse de ser amiga de Mary.—Sé que es difícil de creer pero necesito que me des un voto de confianza y vengas conmigo.— Mira, no me interesa nada de lo que tengas que decirme y tampoco pienso entrar a ningún tipo de secta o sea lo que sea que se traen entre manos las dos, así que sería mejor que tan solo se vayan de mi casa y déjenme tranquila. Tanto Lang como Mary notaron algo diferente en Morgan, su aura se sentía mucho más imponente, poco a poco se adaptaba como hombre lobo, o al menos su cuerpo lo hacía pues esos pequeños cambios, imperceptibles para la propia Morgan eran la más grande muestra de ello.— Lo siento pero no puedo hacerlo. —Refutó inmediatamente Lang. — Necesitas conocer muchas cosas y no puedo dejarte sola en este momento, no sería correcto.— Mary ¿Me puedes explicar cómo eres amiga de alguien así? — Mary ya no sabía si la situación le parecía cómica o triste pero fuera cual fuera no importaba, no podía parar de reír.— Bueno, fueron demasiadas cosas, supongo que tan solo me acostumbre a estar con ella. — Se burló. — Pero creo que nadie puede soportar a un lobo mucho tiempo, solo otros lobos quizá, pronto la entenderás, serás igualita a ella.— Perfecto, tú también estás loca. — Morgan ya no tenía más dudas, tenía que sacarlas de su casa antes de que la unieran a su secta y la sacrificaran en nombre de todas sus ideas cuasi esquizofrénicas. —Podrían por favor irse ya.— Te dije que tenías que escucharme. — Ordenó Lang, y por ser alfa Morgan no pudo hacer nada contra eso. —Si te lo estoy diciendo es porque es la verdad, no debes decírselo a nadie más.— Claro, los hombres lobo son reales ¿También los vampiros no? — Contestó con esa bonita ironía que solía utilizar.— Sobre eso. —Interrumpió Mary. — Creo que te será más fácil entender que sucede si te relajas.— Si claro, eres un vampiro, yo no te veo quemarte en el sol. — Cada vez las cosas le parecían más surrealistas, en verdad tenía metidas en su casa a dos fugitivas de manicomio, no había otra posibilidad. — O brillar al sol en su defecto, además ¿Qué no se supone los lobos y los vampiros son enemigos a muerte?— No entiendo porque los humanos creen en las películas, todo eso es ficción ¿Por qué seríamos enemigas? Sin Mary seguramente estaría en más de un problema. (Y viceversa aunque ella nunca lo aceptará)— Saben, ya me cansé de sus bromas ¿Podrían dejarse de todo esto y salir de mi casa? En verdad me siento mal. — Suplicó por última vez, era la advertencia previa a llamar a la policía.— Bueno, es normal que te sientas mal Morgan, tu cuerpo no está adaptado a los cambios de forma, estarás bien, esto solo durará un par de días. — Mentira, no serían un par de días.— Bien, muéstramelo. —Por fin pronunció Morgan. — Si es verdad lo que dices entonces enséñame.Era justo, merecía una prueba fidedigna, pero Lang tampoco quería quedarse desnuda en medio de la sala así que tuvo que disculparse unos segundos para ir al baño, haciendo pensar a Morgan que la loca estaba huyendo o quizá estaba pensando una forma de solucionar sus mentiras.Cuando el enorme lobo salió del baño Morgan se paralizó, no por tener un lobo en casa como tal, que ya de por sí era, como menos, extraño, si no que fue ver esos ojos rojos que pensó, solo eran un sueño.— No es verdad. — Retrocedió sobre sus pasos escapando de la innegable realidad que tenía enfrente. — No puede ser verdad, por favor no. — Sollozó.— Sé que es loco pero en verdad necesito que me escuches, ven conmigo, solo será esta tarde, estarás en casa para la noche. — Morgan se alarmó más al escuchar un lobo hablar. — ¿Cómo puedes hablar?— Oh, no lo hace. — Comentó Mary. — Solo otro hombre lobo puede entenderla en esa forma.— Otro hombre lobo. —Se dijo a sí misma. — Creo que es mucho para mí. — Morgan vio todo en blanco. — Hablemos en un momento.Se desplomó desmayada por la impresión siendo salvada por Lang que amortiguó su caída.

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Morgan despertó en su cama, se sentí cómoda y tranquila, todo durante esos cortos momentos cuando recién "despiertas" donde estás en un estado muy extraño de la conciencia. Recordó como un flash esos imponentes ojos rojos del lobo ¿O debía decir de la chica? Se levantó asustada rezando por haber tenido un episodio psiquiátrico antes que todo aquello fuera realidad pero su suerte no podía ser tal pues sintió el cuerpo del lobo recostado al costado sus piernas, Lang también descansaba aprovechando para cuidarla y estar cerca de ella. Morgan movió con intención de salir de aquellas mantas lo antes posible por lo que terminó despertando a la ¿chica? quien se estiró y bostezó.

— Esto es demasiado. —Masculló mientras agitaba sus cabellos. Lang se recargó en su pierna para llamar su atención, se sentía cómoda en esa posición, con Morgan a un lado pero su mate no parecía pensar lo mismo. — Puedes al menos bajarte de mi cama, seguro la llenarás de pelos.Punto a favor de Morgan, ella tenía la razón.— Entonces ¿Ya vendrás conmigo? — Preguntó Morgan.— Mi madre llegará pronto del trabajo, no sé si pueda salir de casa y tengo muchas cosas en las que pensar, no me presiones.— Hablaré con tu madre si es necesario pero debes venir.— Claro, tu hablarás con ella, solo una pregunta ¿Lo harás así como hablaste conmigo? Porque tus explicaciones fueron una basura.— Bien te dejaré las palabras a ti, o quizá a Mary.Morgan estaba acorralada, no tenía más que escucharla si quería saber que era todo lo que estaba sucediendo, de cualquier forma terminaría accediendo en un momento u otro, además, a pesar de que ambas chicas habían dicho que las películas eran falsas a ella aún le quedaba un ápice de duda, quizá en una luna llena terminaría comiendo a alguno de sus amigos por accidente. Era mejor prevenir esos accidentes.

Poco ConvencionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora