XIII

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— Eres muy tonta si crees que secuestrar a su madre es una buena idea. — Samuel no era dulce con sus palabras a pesar de estar hablando con la alfa. — Bueno, si eres muy tonta pero esto rebasaría tus límites.

— Claro, yo soy la tonta pero ir con una trompeta anunciando quienes somos y que debe seguirnos es mucho más inteligente ¿Verdad?, seguro que si hiciéramos eso se espantaría mucho menos.

— Saben, normalmente la gente pelea por saber quién es el más inteligente pero ustedes me sorprenden cada día. — La beta que los acompañaba era Dana, era la tercera al mando si así querían decirlo, los tres siempre estaban juntos y al final ella siempre terminaba siendo la voz de la razón. — Solo haremos lo que les dije, y los dos me escucharán.

Eso hirió el ya muy magullado ego de la alfa pero sabía que su amiga tenía razón.

— De todas formas, necesito que estén especialmente atentos, si los cazadores están por aquí entonces recuerden, yo atacaré primero, su misión es sacar a la madre de Morgan de aquí.

— No podemos dejar a nuestra alfa. — Reclamaron al unísono, algo instintivo.

— Mary llegará en cualquier momento, ella se quedará conmigo y me ayudará.

— No me parece. — Reclamó Dana.

— Mary es igual de capaz que ustedes.

— Si pero no es su misión no es defenderte con su vida, además, con su crisis de hoy puede estar inestable.

— No quiero que den su vida, me niego a que eso suceda. — Reclamó. — Y Mary está como nueva.

Los tres esperaban en el patio de la casa de Lang, en cuanto llegara Mary saldrían, querían regresar antes de que anocheciera para correr menos peligro y para eso les quedaban pocas horas.

— Entonces, sin transformaciones, solo correr, en ese caso Mary será mucho más rápido.

— Dejen de encontrarle peros a esta misión y a mis indicaciones, ya es mucho que el plan sea de Dana como para que no quieran escucharme.

La sombra en el cielo anunció la llegada de Mary, y vaya que era una llegada espectacular de la vampiro.

— Mary, sabes que no puedo golpear a Lang. — Dana era la única que seguía esa regla, no se atrevía a ponerle una mano encima. — Pero tú si puedes, golpéala por ser tan imprudente, nos está haciendo por ir una simple humana, no entiendo porque nos arriesgamos.

Mary no esperó a la explicación, le dio tal golpe en el estómago a Lang que incluso pensó que se había pasado.

— Bueno, no es una simple humana, creo que es importante.

— ¿Tú también lo crees? —Samuel no entendía que sucedía, solo que las cosas se habían vuelto raras desde la noche que había dejado a esa humana en su casa.

— ¿No se los has dicho? — Murmuró Mary, es que  le parecía extraño, Lang solía contar  su vida a todos a su alrededor.

— No importa, se enterarán en algunos días. — Por suerte ambas sabían regular sus sentidos, al menos lo suficiente como para estar seguras de que ni uno de los dos betas había escuchado.

Mary entendió que su amiga quería mantener el secreto por ahora así que solo se echó a correr esperando a que Lang la siguiera y pudieran comenzar su misión, cuanto antes mejor.

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— Quédense aquí, hagan rondas, cualquier cosa medianamente extraña no duden el llamar. — Lang se veía como una verdadera alfa dando indicaciones coherentes y no pareciendo una chica distraída.

Mary y Lang se adelantaron y tocaron la puerta esperando a que la madre de Morgan abriera rápido.

— ¿Mary? — La madre de Morgan estaba muy confundida, si bien conocía a Mary también era consciente de que no era la mejor amiga de su hija y de que esa no era una hora muy apropiada para llamar a la puerta. — Disculpen ¿Qué hacen aquí? 

— Hola señora, lamento la hora en la que estamos aquí pero me gustaría poder hablar con usted un momento. — Habló Mary ya que era la única que conocía a la madre de la omega.

— ¿Morgan está bien?

— Ella está perfecta. —Se adelantó Lang. — Está en mi casa ¿Nos podría permitir entrar?

La mujer sospechó algo pero no se negó a dejarlas entrar, más aún cuando ellas le estaban dando información sobre su hija.

— ¿Podrían decirme que está pasando chicas? Estoy preocupada por Morgan, ya vinieron sus otros amigos a preguntarme donde estaba pero no sé nada de ella desde ayer.

— ¿Quiénes vinieron? —Preguntó Mary.

— Un par de jóvenes, nunca los había visto pero parecían muy preocupados por Morgan.

Sin importarle que pudiera pensar la madre de su omega Lang comenzó a olfatear el aire buscando el aroma de los malditos cazadores, se encaminó a la habitación de Morgan sin pedir permiso, es que el aroma ahí era más fuerte.

— Señora, necesito que nos acompañe, recoja sus pertenencias más importantes y sígame . — La idea de llevar a Mary no solo era un capricho, sabía que la habilidad de los vampiros de hipnotizar a los humanos sería muy útil.

Lang se encontró con una carta cerrada en la cama de su omega, la tomó con temor, tanto que sus manos comenzaban a temblar y leyó lo que se temía.

Bonita omega conseguiste, nuestro error no matarla al primer intento, no volveremos a fallar. Por cierto, tenemos una nueva mascota, esperamos no les moleste demasiado que lo hayamos tomado sin su permiso.

Habían secuestrado un beta, eso era imperdonable, la alfa podía matar a quien se le pusiera en frente en ese momento, escupía fuego, ARRANCARÍA LA CABEZA DE QUIEN SE LE PUSIERA ENFRENTE claro, pudo pensar todo eso hasta que un dolor agudo la obligó a tomar su brazo solo para ver un gran corte y sangre salir de este, se había ofuscado tanto con la carta que no pudo ni percibir el sonido de aquel cazador lanzando un cuchillo.

— Veo que en verdad viniste. —Sonrió aliviado. — No pensé que fueras tan imprudente como para solo aparecerte con una vampira. — El olor le indicaba a Lang que el joven estaba solo, eso la alivió.

— ¿Quién te dijo que estoy sola?

— Bueno, solo lo supuse pero gracias por decirme lo contrario, ahora sé que son más.

— Aléjate de aquí, Morgan no tiene nada que ver en esto.

— O, claro que tiene que ver, si tu manada tiene una luna, significa que será mucho más difícil atacarla, pero si tan solo se queda sola, si el ánimo decae bueno, tú ya sabes que sucede después de eso.

— Estúpido ¿Crees que puedes amenazarme estando tú solo? ¿A UNA ALFA?

— No, no, no, sé que perdería no me malinterpretes, la única arma que tenía era ese cuchillo y ahora lo perdí ¿A que la plata es muy divertida? — Era por eso que le costaba tanto regenerase. — Pero sé que si no regreso, el perrito nuevo que tenemos va a morir.

— ¿Qué haces aquí?

— Solo quería conocerte, me parece divertido, además me aseguro de que te llegue el mensaje, por cierto a Mary le gustó nuestro regalo, parece que el olor de la sangre le encantó.

— Te voy a matar.

— Bueno, veremos quien mata a quien primero, solo te digo que me encantaría una nueva mascota, seguro que tendría que tenerte con un bozal pero sería divertido entrenarte.

El chico salió por la ventana, se alejó entre saltos y risas burlándose pues había salido con vida al enfrentarse a una alfa furiosa.

— ¡Nos vamos de aquí ahora! —Gritó Lang con tal rabia que de inmediato tuvo a sus tres compañeros listos para salir a toda velocidad.

Poco ConvencionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora