VII

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— Estoy agotada, el hospital estuvo de cabeza durante toda la mañana. Lang veía todo lo que sucedía en esa casa, ella estaba recontada en el suelo prestando atención a cada detalle, le parecía lindo ver a Morgan preocupada por su madre ayudándola para que pudiera descansar a pesar de su propio estado.— Deja de pensar en eso mamá, solo relájate y duerme un poco. — Morgan miró discretamente a Lang. — Yo me encargaré del resto.— Segura que puedes, sigo pensando que más que un perro parece un caballo.— Te lo digo mamá, es inofensiva. — Morgan dejó sus tareas para poder sentarse junto a su madre y  a su ves frente a Lang aprovechando para descansar un poco. — Mira, princesa, la pata."Sabes que estás destruyendo mi ego, seguro en verdad lo estás disfrutando" Se quejó Lang mientras obedecía.Y claro que lo disfrutaba ¿Cómo no hacerlo? Era una dulce venganza.— Pues parece que sí lo está. — No había más remedio que aceptar.— Tranquila, todo esto se volverá más cotidiano. — Si bien eso no significaba que lo aceptaba, al menos había comenzado a racionalizar sus ideas. — Iré a mi habitación, princesa vendrá conmigo.Lang seguro se encargaría de que Mary sufriera por haberle puesto ese estúpido nombre.


— Esto es una porquería Lang. — Morgan se lanzó sobre su cama rogando porqué el lobo gigante no la siguiera, necesitaba su espacio. — Ahora ni siquiera entiendo que sucede ¿Al menos pensaste en mis metas y sueños antes de hacer todo esto?"Te lo dije, si no lo hubiera hecho estarías muerta"— Claro, muerta. — Agradecida de que el lobo gigante que tenía a su lado no la había seguido hasta la cama, Morgan se dio la oportunidad de recordar que se sentía mal, cubrió su cabeza con una almohada para disminuir los estímulos que recibía y volvió a centrarse únicamente en su corazón.

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Las manos de Lang sudaban tanto que comenzaba a ser desagradable incluso para ella, hablar con su padre nunca era fácil.— Entonces ¿Me puedes decir porque no volviste a casa anoche? — Lo siento padre, tuve que resolver un asunto.— Claro, mírame Lang ¿Te das cuenta de lo que me estás diciendo? ¿Sabes quién eres? ¿Por qué no tan solo mandaste a tu beta a resolverlo?— Es algo personal. —La alfa levantó la mirada, enderezó el cuerpo y deshaciéndose del nudo de su garganta pasando un poco de saliva soltó un murmulló pues no tuvo voz para más. — Tenía que cuidar a mi mate.Una sonrisa gigantesca se apareció en el rostro de su padre que saltó de emoción ignorando que un hombre de su edad se veía ridículo con tal reacción.— ¿¡Tu mate!? La Luna me escuchó, por fin lo hiciste, anda, dime ¿Quién es? Quiero ir a darle mis condolencias por estar contigo. — Bromeó— No la conoces, no tiene caso que te diga quién es.— Yo conozco a todos en mi manada Lang, no digas tonterías. — El hombre se detuvo a pensar por un momento solo para dejar escapar otra sonrisa. — ¿Es de otra manada? Eso sería muy bueno también.— Papá, no es un licántropo. — La mente de ambos quedó en blanco por un momento, se notaba claramente su relación padre e hija. — Bueno, si lo es, pero no lo fue siempre, es algo gracioso si lo piensas bien.— ¿Es un licántropo o no? — Pues ahora lo es. —Aclaró su garganta nuevamente. —Quizá la convertí para evitar que muriera, nada importante la verdad.— ¿Qué tú qué?— Era necesario, no podía dejarla morir.Su padre se detuvo un momento más para analizar lo que su querida hija acababa de decir.— ¿Dejarla?— Creo que era importante mencionar eso desde un principio.— Bien. — Lang se paralizó pues no creí que su padre lo aceptara tan rápido. — Si la Luna así lo decidió.— ¿Estás contento padre?— Para nada, desearía poder arrancarte la cabeza en este momento.— Será mejor que te deje pensar. —Soltó con una risa nerviosa mientras salía deprisa para evitar morir. — Lang, espera. —A pesar de ser alfa la chica no pudo resistirse ante la orden de su padre. — Trae a tu mate.— Pero padre, no sé si esté lista para esto.— Las esperaré a ambas mañana por la noche, no se te ocurra ponerme ninguna excusa.— Por favor Morgan, es importante.

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— Te lo dije, no lo haré.— Solo será esta noche, si no vienes conmigo estaré murta.— ¿Y dónde está el problema? —Se burló con descaro sin detenerse en ningún momento pues tenía que entrar a clase, y ya estaba harta de llegar tarde todos los días.De pronto ambas chicas percibieron un fuerte aroma, uno muy desagradable que Morgan no pudo reconocer pero aterró a Lang en el acto.La alfa se lanzó sobre Morgan acorralándola contra la pared haciendo parecer que se estaban besando.— ¿¡Qué carajo estás haciendo!? — Lang cubrió la boca de Morgan pero al ver resistencia por su parte lanzó un beso, uno de verdad y ocupó sus manos para atraer su cuerpo haciéndole imposible separarse o decir nada.La cargó entre sus brazos y la alejó del lugar donde provenía el olor. Una vez se sintió segura separaron sus labios, Lang no pudo evitar sonreír pero había cosas más importantes que hacer.— Lo siento pero teníamos que alejarnos de ahí, tengo que decirte algo.No pudo terminar cuando una bofetada de Morgan le giró el rostro, con su nueva fuerza de licántropo había sido importante en el momento del golpe.— No me vuelvas a tocar así.— Lo siento, lo siento. —Levantó sus manos en señal de rendición. —Fui estúpida pero no podía permitir que alguien notara que sentiste el olor. Morgan no engañaría a nadie, Lang besaba bien pero eso no significaba que no estuviera molesta.— ¿Lo sentiste bien cierto? Eso era sangre.— ¿De qué estás hablando? — Respondió Morgan asustada.— Es importante que sepas esto, tienes que aprender a distinguir los olores, los licántropos como nosotras olemos diferente a los humanos, incluso tu olor cambió ahora que ya no eres humana pero así como puedes reconocernos por el olor nuestra sangre es diferente, lo que oliste es sangre de uno de nosotros.— ¿Entonces qué pasara ahora?— No lo sé, no sé qué sucede ahora, estamos en medio de tu universidad, no puedo atacar pero es muy posible que sean cazadores.— ¿Mis compañeros?— Tendrás que descubrir quiénes son pero ellos no pueden saber que eres, entra, no parezcas sospechosa mientras voy a buscar a Mary. — El plan no era tan estúpido, si los cazadores no sospechaban de Morgan estaría segura, más segura que si enviara a alguien de la manada a investigar, eso en definitiva llamaría la atención y revelaría que había algún licántropo en el grupo.— Ni siquiera sé controlar mis sentidos, me haré notar de inmediato.— Pues tendrás que aprender ahora. —Le pesaba decir esas palabras, no quería arriesgar a su Luna, sus instintos le pedían que no lo hiciera pero si levantaba la más mínima sospecha estaría en más peligro aún.Morgan maldijo mucho a Lang, maldijo haberse vuelto eso y ahora estar envuelta en una historia que ella pensaba solo pasaba en los libros, en esas historias que se publican en internet.

Poco ConvencionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora