Todos los niños estaban a salvo, muy asustados, temblando, pero a salvo y eso era lo que importaba. Los padres de cada uno de los pequeños llegaron a la casa del alfa a llevarse a sus bebés pero también a dejar flores, muchas flores y todas blancas para rendir homenaje a su difunto alfa mientras preparaban su funeral.
— Es bonito. —Comentó al ver el jardín tapizado de blanco.
— Es lo menos que se merece nuestro alfa.
— Me duele la cabeza, no puedo más con esto. — Comentó cansada, solo quería irse a dormir.
— Lo sé, en verdad lo sé Morgan pero tienes que hacerlo, sería muy útil que la ceremonia fuera lo más pronto posible.
— Puedes dejarme por favor, solo un rato, no me iré de aquí, no me pondré en riesgo, pero déjame sola.
Morgan no tendría las agallas para ponerse en peligro, para hacer nada estúpido en realidad, es que ahora parecía entenderlo un poco mejor, en verdad no se permitiría lastimar a nadie.
— Está bien, así podré ir con mis hermanos, aún siguen asustados.
Asintió para darle la espalda después, quería ir a su habitación a dormir un rato, pero a medio camino se dio cuenta de que no podía seguir. De alguna forma terminó en la habitación de Lang, ese cuarto que olía muy bien en realidad, se acostó en su cama, las cobijas eran suaves, la abrazaban.
La puerta se abrió, bien lento y en silencio, eso fue lo que la despertó ¿Y si era un cazador? Daba mucho miedo. Saltó de la cama lista para, por lo menos correr pero al final no fue necesario.
— Oh, lo siento, no tenía idea de que estabas aquí. — La vampira retrocedió un poco, solo quería darle su espacio a Morgan hasta que cambiara su estado de vigilia, que bien sabía como funcionaban los instintos de los licantropos.
— ¿Qué haces en el cuarto de Lang?
— Yo... no sé si debería decírtelo.
— ¿Decírmelo? ¿De qué hablas? ¿Dónde carajo estabas Mary? ¿Dónde estabas cuando todo esto pasó?
— Algunos cazadores atacáron en mi pueblo, dejaron personas sangrando cerca de las casas, no querían lastimarnos, solo distraernos, tampoco teníamos idea de que estaba sucediendo aquí. — No quería justificarse, si tan solo hubiera estado para sus amigos, si no hubiera tenido miedo, tal vez si solo se hubiera arriesgado a salir pese a la sangre había llegado para salvar a Lang, sabía que debía hacerlo, lo había jurado, pero ahora no podía hacer más que lamentarse, lamentarse y consolar a Morgan que estaba hecha un desastre con sus ojos tan hinchados que ni siquiera podía mantenerlos abiertos, su ropa sucia llena de todo el polvo y porquería. No pudo más que mirarla con ternura, se acercó a ella con pequeños pasitos y se sentó en la cama hundiéndola, lo que atrajo un poco el cuerpo de Morgan al de ella.
— Yo no hice nada, ella se puso en peligro por mi culpa.
— No, no es tu culpa Morgan, tú apenas estás aprendiendo sobre todo esto, es literalmente un mundo nuevo para ti. — Era SU culpa no haber cuidado a Lang.
— ¡Pero si yo insistí en salir! Corrí directo a los cazadores, yo... yo la vi matar a alguien y no supe que hacer, me dio miedo y luego, luego su papá.
— Oye, las cosas fueron así de la misma manera que pudieron ser mil veces peor si te quedabas, no lo sabes, Morgan, está bien que cometas errores, la vida son errores pero deja de culparte por lo que sucedió hoy, esto está fuera de tus manos. — ¿Podía decirle algo más en realidad? cualquier palabra sería un tormento para Morgan, por eso prefería simplemente consolarla, que estaba segura lo último que quería esa pobre chica era que las cosas terminaran de esa manera.

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Poco Convencional
Science Fiction¿Quién ha de creer que los mundos de fantasía existen? Claro que Morgan no lo creía, ni cualquier persona normal hasta que una chica torpe llegó como estampida a su vida diciéndole "Te amo" " Estamos hechas la una para la otra" Y aunque eso no era...