Mary ni siquiera pudo llevar a Morgan en su auto, ella estaba muy mal.
— Maldición, sé que no querías que viniera Lang pero. —Mary cayó al suelo, Morgan trató de sostenerla pero no logró. — Llámala.
Mary cubrió su boca con ambas manos, intentaba contenerse de lanzar una mordida a Morgan, no quería dañar a su amiga ¿Qué sería de ella si se atrevía a dañar a alguien que amaba de nuevo? Pensó, pero su cordura pendía de un hilo, necesitaba sangre pronto. En cambio Morgan no entendía que sucedía exactamente, tenía miedo de que su vida solo fuera así, emergencia tras emergencia pero también quería ayudar a su amiga.
Pensó en ignorar la petición de Mary y llamar a alguien más porque en verdad no quería ver a Lang en ese momento pero a menos de que su madre o sus amigos supieran como controlar a un vampiro enfermo nadie más que Lang podría ayudarla en ese momento así que tomó el teléfono.
Lang llegó a toda velocidad con una mochila en mano, ni siquiera le prestó atención a su mate, tomó a Mary de los hombros y la llevó hasta su propio carro.
— Morgan vámonos de aquí ahora. — Ordenó.
En verdad la licántropo no quería estar ahí, tenía miedo de lo que sucedía y en especial tenía miedo de Mary que ya ni siquiera parecía estar consiente, nunca había visto algo similar. Lang se estacionó en cuanto llegó a un lugar seguro, levantó el rostro de Mary y esta inmediatamente la atacó, y a pesar de que Mary era más fuerte que Lang esta logró contenerla por un momento.
Morgan solo veía la situación sintiéndose por completo destruida ante la mirada de Mary pues sus ojos habían cambiado a un color negro intenso, esa mirada era en verdad intimidante, la mirada de un asesino por lo que se limitó a ver a la alfa actuar. Como pudo, Lang saco una bolsa de sangre que tenía en la mochila y la colocó frente al rostro de la vampira para que en el momento en que esta intentara atacar terminara mordiendo el plástico y liberando así el líquido.
— Estás bien Mary, reacciona. — Dijo sin más Lang intentando traerla a la realidad lo más rápido posible a su amiga, necesitaba saber que había desatado sus instintos de esa manera, no era normal que un vampiro comiera más de una vez a la semana y hacía menos de tres días la había visto comer. Algo malo debió haber pasado y para su desdicha ya sospechaba que era ese algo. — Ya está, ya está, tienes que calmarte.
Por un momento Mary pareció desmayarse, o al menos perderse pues no decía ni hacía nada que no fuera apretar con fuerza la bolsa de sangre para fluyera más rápido.
— ¿Qué le sucedió? — Por fin se atrevió a preguntar Morgan ya que la situación parecía estar "calmada"
— Cuando un vampiro no come por mucho tiempo tiene esta clase de crisis.
— Pero ella estaba bien, todo empeoró cuando los cazadores entraron a la clase, entonces comenzó a sentirse mal.
Lang apretó los puños, entonces su teoría era correcta y eso la aterraba.
— ¿El olor a sangre aumentó cierto?
— Si, Mary dijo algo de que la sangre era fresca.
— Morgan, creo que no podrás ir con tu madre hoy, en la noche se detectó un ataque a las afueras de nuestro territorio, el beta que estaba patrullando desapareció, planeábamos mantenerlo en secreto pero no podemos más, hay cazadores amenazándonos directamente.
— Pero tu padre me lo prometió... no puedo dejarla.
— Llámala por teléfono, mientras menos relación tenga contigo por ahora será mejor.
— ¿Y si...
— Morgan, estás en peligro de muerte, creo que podrás soportar un par de meses sin ver a tu madre. — Lang no quería ser mala, en verdad deseaba llevarse bien con su mate para no tener más problemas pero ahora su prioridad era mantener con vida a su manada. — Lo siento, me encargaré de idear una forma para que puedas verla pero ahora no es el momento.
Sorprendentemente Morgan entendió sin enojarse o reclamar nada, sabía que no solo su vida estaba en riesgo, si no la de muchas personas ¿Podía llamarlas así o sería más correcto decirles licántropos? No tenía tiempo para pensar en eso, debía concentrase.
— ¿Y cuál es el plan ahora?
— Eso lo decidirá mi padre, por ahora yo me encargaré de que aprendas a defenderte, no podría perdonarme si te sucede algo. — La licántropa ni siquiera notó lo que dijo, hablaba todo desde su corazón pues su único pensamiento era proteger a su mate gracias a su personalidad simple y franca. — Solo quiero que estés bien.
Morgan quería odiar todo lo que le estaba sucediendo, detestaba ser arrastrada por ese mundo de fantasía pero en ese momento no le molestó en lo más mínimo, quizá tenía que ver con que sus instintos se arraigaban a cada día que pasaba y lo seguiría haciendo hasta su primer luna llena.
Las delicadas manos de Morgan se posaron en la cabeza de Mary quien recibió en contacto con gusto pues el calor de estas era agradable. Lang que veía todo lo que sucedió reclinó el asiento de Mary para facilitarle la tarea a Morgan, le alegraba saber que a ella le interesa la salud de la vampira.
— No te preocupes por ella, solo necesitará un momento para regularse.
— Pero parece enferma.
— Es normal pero mejorará muy rápido, lo prometo, esta no es la primera vez que la ayudo en un momento así.
El viaje se volvió un momento de silencio absoluto que solo era interrumpido por los pequeños sorbos que hacía Mary a la bolsa con sangre. Lang deseaba hablar pero estaba mucho más preocupada por la integridad de toda su manada como para distraerse en algo tan banal como sabe cómo se sentía Morgan ¿O eso era importante para tener una mejor relación? Lang en verdad deseaba ser mejor usando las palabras y quizá un poco menos tonta.
Qué si, que las cosas eran diferentes y poco a poco dejaban de ser raras, también tenía que admitir que no estaba molesta pero Morgan tenía ese pequeño destello de rebeldía y deseo de ver a su madre y escapar dejaba de sonar como una mala idea.
— ¿Puedo quedarme con Mary en su casa? Me refiero, para cuidarla y eso.
— No creo que sea necesario. — Lang sintió cierto rastro de mentira en lo que Morgan le decía, su voz temblaba muy suave, pero con el oído tan agudo que tenía no había problemas para distinguirlo. — Iremos a mi casa, seguro cuando lleguemos ella ya estará bien.
Desde la casa de Lang sería más difícil escapar.
— Creo que Mary estaría más cómoda en su propia casa. — Y otra vez ese temblor en su voz.
— No soy tonta. — Lang recibió un bufido irónico como respuesta a aquello. —Al menos no tanto, Morgan ¿En verdad es tan importante ver a tu madre cierto?
— Claro que lo es. —Balbuceó Mary quien empezaba a recuperar la conciencia.
— Me encargaré de eso hoy mismo pero por favor no hagas nada imprudente, te lo ruego. — Su corazón le pedía correr hacia su madre y abandonar a Lang en ese preciso momento, no la quería cerca porque la había arrastrado a todo ese mundo pero, con solo ver sus ojos llenos de angustia decidió escucharla aunque fuera un momento.
— Me quedaré en tu casa con Mary, la cuidaré pero prométeme que hoy mismo veré a mi madre. — Morgan bajó el rostro escondiendo las lágrimas que la amenazaban. —Ella es a la única persona que tengo y no quiero solo perderla, no puedo. —Lang recordó por un momento a su propia madre y entendió lo importante que podía ser para Morgan.
— Me encargaré de ello, ella estará aquí por la noche.
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Poco Convencional
Science Fiction¿Quién ha de creer que los mundos de fantasía existen? Claro que Morgan no lo creía, ni cualquier persona normal hasta que una chica torpe llegó como estampida a su vida diciéndole "Te amo" " Estamos hechas la una para la otra" Y aunque eso no era...