Konosuba!, Bendita Sea Mi Diosa

¡REVANCHA!

- Suéltame, te digo que me sueltes antes que haga algo por lo cual podrían denunciarme!

Sylvia me tiró bruscamente ante mis demandas.

- Te voy a...

La ataque con mi espada pero la detuvo como si de una ramita insignificante se tratara.
- ¿de verdad venciste a Beldia?

- La fuerza no lo es todo.

- Difiero de tu pensamiento.

Con sus dedos me arrojó al suelo junto con mi espada. Está situación es terrible...

Aqua me matará por estar entre los pechos de esa mujer!

- ¿Dónde estamos?

- En las profundidades del templó de Alcanretia, honestamente es extraño que túneles y pasadizos sean tan notables en una ciudad santa...

- ¿Que quieres de mi?

- Jem, no quiero mucho de ti. Pero Megumin me dijo que tal ves tú serías capaz de abrir esa bobeda- Señaló al fondo del pasillo donde nos encontramos.

- ¿Por qué crees que yo puedo abrirla?-

- Por qué tú vienes de otro mundo, como aquellos héroes a lo largo de la historia...

- ¿Megumin? No, ¿Yun Yun?...¿Que o quien eres?

- Si, soy Megumin. Tomé el cuerpo de Yun Yunyun... - soltó una risa , pero su expresión era sombria. Se ve aterradora aquellas expresiones. Es como ver un cadáver moverse. Sin emociones reales ...

- Mi amada Yun, me cedió su cuerpo. Su poder y sus habilidades, ahora que está completa mi transferencia. Cumpliré mi promesa contigo Sylvia.

- No veo capaz a este tipo de algo...

Mis entrañas ardían en ira. Ver a Yun Yun así me causo asco, horror, rabia.
Use Magia de viento y golpeé a Sylvia, aumente mis estadísticas de fuerza con el viento así que el golpe arrojó a Sylvia. Me lancé sobre Yun Yun, con dudas de si debía golpearla o no. Mis ojos se llenaron de lágrimas.

" Hazlo, libera a Yun Yun. Esa es una adherencia de almas creada por Sylvia. Mientras no muera, ella no podrá descansar en paz, su alma está pegada a la de Megumin y ya no hay nada que se pueda hacer ".

Apreté el puño. Esa voz, la de Eris me dió las fuerzas para hacerlo pero...

- ¡No tan rápido!- los tentáculos de Sylvia me tomaron del cuello , detuvieron mis extremidades. Pero no quite mi mirada de odio a Megumin. Mientras me miraba sonriendo con cara de muñeca. Sonriente y carente de vida...

- ¿de verdad creíste que con tu nivel podrías hacer algo?- dijo Sylvia burlándose.

- Te arrancaré esos...

- Nya!, quieres arrancarme la ropa, que pervertido...

No puedo negar que su figura me hace dudar de algunas cosas. pero no!

- Kazuma, quiero que me ayudes y tal vez solo a ti te perdone la vida...

- ¿Por qué ayudaría a una loca como tú?, traidora

- ¿Cómo puedo considerarme traidora si nunca te considere nada?
- Tu misma estuviste insistente en estar conmigo!

- Oh, eso. La verdad a quien odio y quise hacer sufrir fue a la Diosa que llevabas contigo, me hubiera gustado seducirte y que la dejaras sola, hem, después tu hubieras muerto pero bueno, ahora que las cosas están así. Puedo dejarte vivir, pero Aqua. La Diosa de este putrido lugar será la que muera. Ahora abre la puerta, se que un héroe lo logrará.