Capitulo 34: Roto

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-Jasón, estas ahí-hablo mentalmente pero no escucho respuesta. Edward nos habia enseñado recientemente como funcionaban las conexiones con manadas y amigos-Jasón necesito tu ayuda-vuelvo a esperar y una esoecie de zumbido me indica que lo desperté.

-Jane, ¿dónde estás?- pregunta preocupado.

-Estoy en la habitación de Drake

-Que Mier...voy para allá

Observo a Drake y sigo acercándome cautelosamente. El sigue meciéndose mientras murmura cosas. Cuando voltea y me observa sus ojos están completamente carmesí y me fulmina con ellos.

-¿Qué haces aquí? Vete-grita furioso y se acerca peligrosamente.

Me hago a un lado antes de que logre atacarme y da otro arañazo a la pared. Después de eso me mira y después fija la vista en sus manos.

-NO...NOOOO-grita y comienzo a asustarme. ¿Dónde está Jasón?

Drake comienza a observar a todos lados, se ve desesperado, localiza su objetivo en una especie de rama donde una línea de polvo blanco se asoma. Inhala fuertemente y termina sentándose de nuevo.

-Drake...-intenté acercarme de nuevo.

-Mierda- susurra alguien que igual lo pude oír.

-Donde estaban, mierda Aarón me has pegado un susto-le reclamé al ahora curado pero triste Ángel. Acto seguido entra Edward y su expresión declaró que sobraban comentarios.

-Otra vez no- el Alpha se escuchaba algo molesto y preocupado a la vez. Muy rara combinación.-aléjense, tratare...tratare...-suspiró y se pasó una mano por el pelo-solo salgan ¿de acuerdo?

Nadie objetó al respecto y salimos en silencio, quedándonos afuera pensativos. Jasón me abrazaba y Aarón pensaba detenidamente. Necesitamos que Drake vuelva a ser el amargado de siempre, el chico deprimido de adentro no era el mismo que me ayudo a entender muchas cosas, una de ellas: la confianza en mí misma.

*Narra Edward*

Estábamos él y yo en una habitación. Había hechó esto un par de veces pero ahora no sabía por dónde empezar. Mi lobo interior me ponía alerta a cualquier movimiento en falso que pueda realizar, pues su mala alimentación y las drogas en su sistema no eran una buena combinación.

-Drake...mírame-el parecía ausente y cuando me miro su expresión lo decía todo. Estaba a punto de perder la cordura.

-Edward ¿eres tú?, creí...creí que yo...-sabía lo que iba a decir y respire profundamente.

-No digas nada hermano, estoy contigo-dicho esto me abrazo fuertemente.

-Perdóname Eddy, yo no sabía lo que hacía, siempre quise que las cosas fueran como antes, que tú y yo volviéramos a ser el equipo invencible a pesar de todo-su estado era deplorable, la falta de sangre lo hacía atormentarse solo, además las drogas en su sistema eran peligrosos.

-Drake, necesito que me escuches...tienes que ser fuerte. Maik no hubiera querido verte así...
-Maik...Maik...tu, vete, ya no me atormentes fue mi culpa, mi culpa.
Con una fuerza impresionante me lanzó contra la pared. Sin duda tenía la espalda rota y no podía moverme.

-Yo...ya no tengo nada, nada por lo que luchar merezco morir y pudrirme en el infierno-caminó a un rincón y levanto algo. Cuando pude observar mejor era un arma, pero no cualquier arma, era de plata y tenía un filo peligroso.

-No, Drake...no lo...hagas-fue lo único que alcance a decir. El dolor de mi espalda y el hecho de no poder moverme me impedían hablar.

-Ellos me están llamando, quieren que me reúna con ellos en el infierno y eso voy a hacer-después de eso Drake enterró el arma en su estómago, cayó de rodillas frente a mi mientras su sangre escurría peligrosamente.

-Noooo¡¡-grite y los chicos entraron. No pude ver más, pues mi vista se tornó borrosa y perdí el conocimiento.

*Narra Jane*

Escuchamos el grito de Edward y Aarón empujó la puerta demasiado fuerte, la rompió en pedazos y nos encontramos con una escena para nada agradable.

-Drake-grité y corrí hacia el mientras los chicos veían a Edward.

Tome en mis brazos el cuerpo de Drake, quite el arma de su estómago y el aun medio consiente se miró las manos cubiertas con su sangre.

-Ya está hecho, ¿estas contento? Que puedo hacer para que dejes de atormentarme-no sabía por qué había dicho eso pero su mirada lo decía todo, estaba roto por dentro y algo en él había colapsado el mar de sentimientos resguardados bajo su mirada fría y su actitud amargada de siempre.

-Drake, por favor vuelve conmigo, necesito que vuelvas a ser el mismo de siempre. El chico que me molestaba por ser débil, que me asustaba cuando aparecía como si nada, el que me enseño a tener seguridad y a no temerle a nada. Necesito que seas de nuevo el chico del que me enamore...

No había sido consciente de que lo dije en voz alta. Los chicos me observaron un poco y yo seguía mirándolo hasta que por primera vez me dirigió la mirada, una mirada cálida y sincera que había extrañado desde que me escape de aquí y desde que se había encerrado en su mundo.

-¿Por qué un Ángel pronuncia mi nombre?, los ángeles son lindos pero ellos nos odian...-fue lo último que susurró para después cerrar los ojos.

Tras Las Alas: Entre Vampiros Y Lobos [TERMINADA, EN CORRECCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora