*Narra Edward*
Me relaje y volví a transformarme en mi lobo. Corrimos a nuestra guarida y lance un aullido especial para que los miembros de nuestro consejo se reunieran.
Al llegar, el lugar estaba completamente vacío. Todos estaban protegidos, pues siempre tuve un plan de emergencia para casos como este. Fui directamente a nuestro lugar de reuniones y ya se encontraban sentados los líderes de cada clan que ayudaría.
-Siéntate Edward, estas bastante agitado-dijo la líder de las brujas. Obedecí y trate de relajarme-sabemos lo que paso-continuó-por mi parte mi tropa esta lista. ¿Dónde están los híbridos?-su pregunta me había dejado más desconcertado. ¿Acaso no lo sabían todo?
-Fueron raptados por Maximus, Drake está tratando de encontrarlos-contesté irritado. Ellos se exaltaron y abrieron los ojos como platos. Comenzaron a atacar con preguntas mientras yo masajeaba mis sienes, si me enijaba demasiado podría transformarme y no tener el control.
-Silencio-dijo David y todos callaron-que estamos esperando. Vayamos por las tropas y acabemos con esto.
-Alto, alto, alto-intervino Tyler-no podemos atacar sin dos cosas importantes. Un plan y sin saber dónde están.
-Pero no podemos cruzarnos de brazos aquí-dijo Lauren, líder de los vampiros-no sabemos que quiere de los chicos pero sabemos que con ellos definiremos la paz.
-yo...yo...-tartamudee sin sentido y todos me miraban, solté un suspiro y me prepare-antes del ataque Drake descubrió todo. Maximus hará un ritual y devorara sus almas y corazones para obtener poderes inimaginables. Todo se acabó si llega a matarlos...maldición-grité pegándole a la mesa haciendo que todos se sobresaltaran. Estaba nervioso.
Para mi suerte llego Drake bastante agitado, tenía su diario en una mano y en la otra sostenía una lámpara de luz fluorescente.
-Tenemos hasta mañana en la noche para hallarlos, pero creo que será sencillo. Aquí está la clave-dijo señalando el libro y ahora todos lo miraban expectantes-tienen que ser en un templo construido a 700 kilómetros más en la profundidad del extenso bosque, hacia el norte. Es el templo construido a los dioses del inframundo.
-Estamos lejos necesitamos partir ya-dije y todos se levantaron para ir por sus tropas. Me pase la mano por el pelo frustrado, nunca imagine que empezaríamos esto así, creí que podía proteger a los chicos, no quería que ellos sufrieran de esta manera pero no podía alterar el destino. Eso lo entendí muy bien cuando conocí a mi Mate.
-Edward-dijo Chris llegando agitado. Había interrumpido mis pensamientos y eso era lo mejor. Tenía que concentrarme-la manada ya está a salvo, pero quieren verte para que hables con ellos, las mujeres y los cachorros están asustados. Creo que los tranquilizaría que hables con ellos.
Asentí y me dirigí a una cueva secreta que asignamos como un escondite. Todo el clan estaba hablando en murmullos hasta que llegue, me miraron en silencio y camine hasta una roca. Me pare sobre ella y todos me miraban esperando.
-Clan Lobuno del oeste, no quiero que se alarmen ni mucho menos hagan alboroto, pero en este momento partiremos rumbo a la batalla que nos llevara a ponerle fin a esto. Los guerreros se irán conmigo y siendo sincero...-me detuve un momento y pensé lo que estaba a punto de decir. Suspire y frote mi cara con las manos-siendo sincero no todos volveremos. Mientras eso sucede quiero que se queden aquí las mujeres con sus cachorros, estarán siendo protegidos por unos lobos de clanes cercanos que nos ayudaran. Esta cueva esta oculta y no es perceptible para ninguna otra criatura gracias a una ayuda especial de Marian, líder de los clanes de brujas-un aullido interrumpió mi discurso, indicaba que las tropas estaban listas y teníamos que irnos-bien, si el destino ha dictado para mí el no regresar de la batalla Chris, quien es el Beta tomara el mando hasta que mi cachorro primogénito crezca y aprenda las responsabilidades que conlleva ser Alpha. No se preocupen, mi deber es protegerlos y así lo haré. Sé que los últimos meses han sido difíciles para ustedes pero lo juro por mi vida que esto acabara ya y los días de paz regresaran. Ahora solo quédense tranquilos y esperen. Pidan a la diosa luna que logremos nuestro objetivo-finalicé y comenzamos a salir los guerreros y yo.
La manada nos ovacionaba y deseaba suerte, algunos se despedían y lloraban. Sé que tal vez lleve a mis lobos rumbo a su muerte, pero evitaré a toda costa que si llegan a morir, sea en vano.
*Narra Jane*
Mis extremidades pesaban demasiado y apenas si podía moverme, las muñecas me ardían demasiado y la luz era escasa. Había un millar de guardias fuera de lo que parecía una celda. Abrí bien los ojos alarmada, mi respiración aumentaba y la cabeza comenzaba a dolerme. No un ataque ahora no.
Comencé a calmarme y respire profundamente llenando mis pulmones de oxígeno.
-¿Estás bien?-susurró una voz bastante conocida para mí, intente levantarme y llegar a él pero las cadenas me lo impedían. Jasón intentaba lo mismo pero solo se estaba haciendo daño.
-Jasón deja de moverte, solo te lastimas-dije pero el negó y siguió intentando.
-De ninguna manera permitiré que te tengan así. Jure protegerte y eso haré aunque tenga que arrancarme una mano ahora mismo-contestó hecho una furia y seguía moviéndose.
-Por favor Jasón, PARA-grité ganándome la mirada del millar de guardias afuera que estaban atentos a cualquier movimiento-¿ustedes que miran? idiotas-volví a gritarles y al parecer los intimide un poco, pues agacharon la mirada y voltearon.
-Maldición, soy un pésimo hermano, soy un idiota-exclamó Jasón frustrado, mientras se recargaba en la pared colocando las manos en su cara.
-Jasón Whenk mírame-le ordené y me miro con los ojos cristalinos, detestaba verlo llorar y sabía que se estaba reteniendo por mí-jamás vuelvas a decir que eres un idiota. Lo que paso no fue tu culpa y lo que llegue a pasar tampoco. Saldremos de esta te lo prometo-le dedique una cálida sonrisa, no quería tener miedo, no quería llenarme de pánico, pues sabía que si me dejaba llevar caeríamos más rápido de lo que quería.
-Yo no estaría tan seguro-su voz. Esa maldita voz
-Hijo de...
-Sssh-me interrumpió colocando su dedo en sus labios para que callara-cuidado con tus palabras, yo en tu posición me quedaba callada-estaba parado fuera de la celda, algo alejado de nosotros.
-Porque no entras para que patee tu trasero, será mejor que tu cuides tus palabras. Si no tuvieras miedo de nosotros estarías aquí adentro y no afuera a una distancia de seguridad-contestó Jasón con una mirada de un odio del más puro y profundo.
-Insolentes-murmuró Maximus y se dio la vuelta para hablar con un guardia.
-Jane, pase lo que pase tengo que decirte que los años que compartí contigo han sido de los mejores de mi vida, que agradezco infinitamente haber tenido de hermana a alguien tan especial. Te agradezco por estar conmigo en los momentos más difíciles, como cuando Rex, mi hámster, huyó de casa o cuando se burlaron de mi por traer una camisa rosita con flores o cuando en mi primer cita me rechazaron por tirar por accidente la bebida en la cabeza de la abuela de la chica-ambos soltamos una risita, después de eso Jasón suspiro y las lágrimas ya bajaban por nuestros rostros-Jane te amo hermanita, pase lo que pase siempre estaremos juntos.
-Jasón yo...
-Levántenlos, traigan las balas de plata pura, estos fenómenos son inmunes a la plata convencional, tengan cuidado-uno de los guardias había entrado a la celda junto con otros más. Nos levantaron con violencia y nos llevaban encadenados a no sé dónde, quizá a nuestra muerte...
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Bueno, agradezco infinitamente a la gente que esta leyendo. Ando algo nostalgica pues recuerdo cosas que pasaron cuando escribi esto.
En fin ☺️...
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Tras Las Alas: Entre Vampiros Y Lobos [TERMINADA, EN CORRECCIÓN]
VampireJane trata de vivir una vida "normal" después del fallecimiento de su madre, hasta que un tipo extraño aparece persiguiendola durante su rutina diaria e incluso en sus sueños. A partir de ahí su vida da un giro inesperado cuando poco a poco va descu...