Capitulo 53: ¿El Fin De Todo?

61 3 0
                                    

-Eso no es verdad, tú los mataste, aunque me hicieran creer otra cosa estoy segura de que tú lo hiciste-el seguía riendo más fuerte, su risa fue lo que me sacó de quicio así que me lance para atacarlo.

Intente golpearlo como me había enseñado Freddy, pero no funcionaba, el seguía riendo de mí y me esquivaba fácilmente. Yo no mate a mis padres, yo no pude haber sido capaz de eso.

-¿Por qué no lo aceptas de una vez? Fuiste tú quien asesino a tus padres, así que no vengas a decirme que quieres venganza.

-Claro que yo no hice eso.

-Estoy dispuesto a demostrarte que estoy en lo cierto-se acercó a mí pero yo me alejaba-oh vamos, no quiero quedar como un mentiroso.

-No te atrevas idiota-Drake y Edward habían aparecido cerca de nosotros.

-Saben, ya no quiero perder tiempo con ustedes de una vez por todas culminaré mi transformación y ustedes no harán nada para impedirlo-extendió sus manos y una especie de aura redonda nos encerró.

-Un campo de energía-susurré y el maldito me miro sonriendo relamiéndose los labios provocando repugnancia en mi interior.

-Ahora si terminare mi conjuro-comenzó a rodearme como si asechara a su presa. Yo miraba fuera del campo a mis amigos haciéndose daño tratando de entrar.

-Estoy harta de ser débil, esta vez yo terminaré con esto, siempre soy la damisela en apuros pero ya me canse, ya no más, no te tengo miedo Maximus, ya no... ahora mismo vengare a todos las personas inocentes que has matado. Y vengaré a mis amigos por haberlos herido de esa manera. Yo te detendré-hice puños mis manos y mi furia comenzó a crecer.

Cerré los ojos por inercia cuando mis colmillos y garras comenzaron a salir pero esta vez había algo diferente. En mi mente apareció la imagen de mi loba pero se veía diferente, tenía unos colmillos feroces asomándose como los de un vampiro.

Entonces entendí lo que pasaba, había fusionado las dos partes en mi interior y esta vez me hacían sentir más fuerte. Mire mis manos con unas enormes garras y sentí mis feroces colmillos. Maximus me miro con asco pero pude ver su miedo cruzar fugazmente por sus ojos.

-Eres un fenómeno asqueroso que debe morir para limpiar el mundo-dijo Maximus mientras corría hacia mí y fue entonces cuando supe que solo tendría una sola oportunidad.

Era una sola oportunidad que no desperdiciaría. Intento darme un zarpazo con sus enormes garras pero incluso a tal velocidad lo esquive. Después con sus alas intento aprisionarme pero me barrí por el suelo para esquivarlo, cuando me gire ya había una runa llegando a mi cuerpo y sin dudarlo solo con una mano lo detuve sin recibir daño alguno.

El poderoso ángel al parecer se desesperó y corrió hacia mi dirección tomándome por sorpresa, pero justo cuando llego me aprisiono con sus alas, pero yo aproveche y logre incrustar mi mano directo a su corazón, ambos nos habíamos sobresaltado por lo sucedido.

Afuera Drake se veía desesperado tratando de romper aquel campo de energía.

-Como...como pudo...una criatura tan...patética como tú...-los jadeos y la respiración entrecortada por el dolor y la muerte de Maximus era prácticamente la música que mis oídos querían escuchar.

-No vuelvas a este lugar, estas condenado a pasar tu eternidad en el infierno-le susurré con odio y el sonrió por un momento.

-Tu vienes conmigo-gritó sacando una daga de plata. No había remedio, no podría moverme a tiempo para evitar esa daga.

Cerré los ojos y algunos hechos en mi vida comenzaron a pasar fugazmente. Cuando conocí a Jasón, cuando mi madre se casó con aquel hombre que me regalaba pastelillos en la cafetería, el miedo a los perros que superé con mi madre, las veces que Jasón y yo hacíamos travesuras, cuando Drake apareció, los amigos que conocí, la muerte de Maik y la guerra desatada. Todo lo que mi memoria recordaba pasó por mi mente.

No sabía cuánto tiempo había pasado, pero por fin decidí abrir mis ojos deseando nunca jamás nunca haberlo hecho.

Termine arrancando el corazón de Maximus y su cuerpo cayó al suelo inmóvil, inerte, de una vez por todas estaba muerto. De su cuerpo salió una especie de aura blanca y voló por algún lugar del bosque. Pero un segundo cuerpo había caído de rodillas al suelo, un segundo cuerpo se había desplomado cayendo sobre la fresca tierra en el anochecer del bosque, un segundo cuerpo había realizado su último acto heroico, había sido completamente lo que dijo que era cuando lo conocí. Su comentario se repitió en mi mente:

-Está bien, se supone que yo soy como una especie de...no sé...mejor llamarlo tu ángel/demonio protector.

Caí de rodillas frente a su inerte cuerpo, estaba en shock, deseaba con todas mis fuerzas que esta fuera una pesadilla y que despertara ahora pero no, no era así, mi realidad era esta.

Y como si me hubieran golpeado un recuerdo volvió fugazmente a mi mente, matándome por completo, hiriendo mi poca cordura..."la muerte de mi madre". El cetro de Maximus, su mueca diabólica, mi debilidad, una vez más mi estúpida debilidad. No era mi debilidad física era mi debilidad mental.

-NOOO-grite, haciendo que de pronto mi grito desatara un silencio.

Era un silencio total, un silencio sepulcral, que después me guio a una luz blanca. Una luz blanca pacífica y llena de armonía que necesitaba. Esa armonía que no me hacía pensar en nada, una luz donde por fin pude diferenciar por fin una duda que carcomía en lo profundo de mi ser:

¿Quiénes eran los verdaderos ángeles y quienes eran los verdaderos demonios?

Tras Las Alas: Entre Vampiros Y Lobos [TERMINADA, EN CORRECCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora