Capítulo 47: Enfrentando Miedos

55 3 0
                                    

Capítulo 47: Enfrentando los miedos

*Narra Freddy*

-John, debes quedarte, cuida de los cachorros del señor Edward-mi hermano abrazaba mis piernas con fuerza. No quería que fuera al lugar de la batalla.

-Hermano tengo miedo-me dijo con lágrimas en los ojos. Lo separé de mis piernas y me agache quedando a su altura.

-Prometo que nada pasara ¿de acuerdo?-el asintió lentamente.

-Prométeme que volverás-preguntó mientras su labio inferior temblaba.

-Es una promesa-le aseguré para que se calmara. Tenía los dedos cruzados en la espalda pero no se dio cuenta.

Bese su frente y le di un abrazo. Me despedí y salí corriendo a alcanzar a los demás, tenía casi una hora de que partieron y si aceleraba los alcanzaría. En mi mente divagaba la promesa a mi hermano pequeño. Los remordimientos no tardaron en hacerse presentes, por primera vez había cruzado los dedos en una promesa hacia mi pequeño hermano, pero sabía que volver no era garantía.

*********

*Narra Edward*

Era medio día y estábamos tomando un descanso, no habíamos parado en correr toda la noche y nuestro ejército estaba cansado.

-¿Dónde está Drake?-preguntó Marian
acercándose. Cada líder estaba con su respectivo clan. Mire a sus ojos rojizos y suspire cansado.

-Esta con Aarón, nos vigilan desde arriba-contesté mientras señalaba hacia arriba con mi dedo índice.
Ella alzo la mirada y Aarón saludaba mientras sus alas se movían. Drake estaba sobre una rama mirando hacia donde nos dirigíamos. Desde que salimos ha estado callado. No cuestiona nada y tampoco habla. ¿Qué pasara por su mente?

********

*Narra Jasón*

Estábamos en una jaula demasiado blindada. Mire a Jane quien dormía en mi hombro y respiraba con dificultad por la cadena en su cuello. Las cadenas en mis extremidades me impedían abrazarla. Parecíamos animales enjaulados y detestaba eso. Quería que ella saliera de aquí, que se salvara de toda esta estupidez y no me importaba dar mi vida para que eso fuese posible.

Estábamos siendo transportados en un auto enorme que simulaba ser de mercancía. Los guardias estaban atentos a cualquier movimiento que hacía y eso me irritaba en exceso. Les gruñía a cada momento y ellos apartaban la mirada intimidados. El auto dio un salto y despertó a Jane al instante. Sus hermosos ojos se posaron en los míos y me dio esa hermosa sonrisa que trataba de ocultar su miedo.

-¿A dónde vamos?-preguntó y yo me encogí de hombros.

-No te preocupes, todo estará bien te lo prometo-le contesté frotando mi cabeza con la suya.

Unos minutos después el auto se detuvo violentamente. Los guardias actuaron rápido y bajaron la jaula sin la más mínima delicadeza. Lo primero que note fue un enorme castillo hecho de roca, había hierba en sus paredes delatando su antigüedad. Tenía dos torres con un pentagrama en la cima, la pared era de roca solida de un color negro. Parecía una especie de templo construido hace miles de años. La enorme reja de metal se elevó dándonos paso al interior.

-Llévenlos a donde ordenó el amo, aliméntenlos y por ninguna circunstancia permitan que se liberen-ordenó un guardia y comenzamos a entrar en la estructura. Rápidamente nos llevaron a un lugar oscuro y tenebroso. Supe de inmediato que era el calabozo donde pasaríamos tal vez nuestras ultimas horas.

El guardia quito la cadena de nuestros cuellos y con una lanza que daba choques eléctricos nos dejó en el suelo aturdidos. De inmediato ayude a Jane a llegar a la pared más próxima. Nos quedamos quietos mientras la puerta se cerraba dando un enorme estruendo.

-Jasón-susurró Jane y la miré-esto no ha acabado aquí, estas no serán nuestras ultimas horas. Tenemos que luchar, ya perdí a mis padres y no quiero perderte a ti que desde siempre has sido lo único que tengo-su voz estaba llena de valentía. Me sentía estúpido por sentir miedo. Estaba siendo un completo cobarde.

-Jane yo...yo tengo miedo-confesé, tenía miedo, era verdad, pero era más mi miedo a que le hicieran recordar lo que de verdad paso con nuestros padres.

-No te preocupes, yo igual tengo miedo, pero creo que ese miedo que corre en nuestras venas es lo que nos hace sentir vivos. Antes creía que sentir miedo era estúpido, acostumbraba a hundirme ante cualquier problema, pero ahora que se lo que verdaderamente soy y de lo que soy capaz, lo entendí. Tener sentimientos es lo que nos hace sentirnos vivos y ahora que comienzo a ver el mundo con otros ojos no dejare que me arrebaten la vida. No es que me aferre a ella, pero tengo que defenderla, no caeré sin pelear-finalizó y me miró con determinación.

Me había dejado sorprendido ante tales palabras. Jane era una chica que se deprimía por todo, incluso al más mínimo problema, por ello tenía esos constantes ataques de ansiedad.

-Bien, tienes razón, ahora es cuando debemos pelear. Pensaremos en algo y saldremos aquí para patearle el trasero al estúpido de Maximus-concluí y nos miramos un momento. No podía dejarme caer ahora. Teníamos que pelear por nuestra vida.

**narra Drake**

Estamos muy cerca del templo. Esta anocheciendo y todos corremos por el bosque. Aarón va sobrevolando cerca junto con otros Ángeles oscuros. No me atreví a sacar ese lado de mí, pues tengo miedo a hacerle daño a alguien. Cuando creo que todo va bien alguien me taclea y caigo al suelo. A lo lejos escucho explosiones y arboles cayendo.

Me levante listo para la pelea y esquive algunas lanzas y flechas que me habían lanzado. Estábamos lejos de la verdadera pelea, pronto me vi rodeado de cientos de criaturas con armaduras extrañas, eran grandes, fuertes y rápidos.

Me atacaron de todos los ángulos posibles y a pesar de que los esquivaba me era difícil. Me distraje un poco y alguien por la espalda me ataco con algo que produjo una corriente eléctrica en todo mi cuerpo y caí.

A lo lejos pude divisar la pelea, intente levantarme pero los guardias me golpearon y me colocaron unas cadenas de plata pura. Mi vista se estaba tornando borrosa que lo último que vi fue como me arrojaban a una jaula mientras Aarón trataba de llegar a mí.

Tras Las Alas: Entre Vampiros Y Lobos [TERMINADA, EN CORRECCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora