La Sombra de la Arena. (Shinki Y Tú)

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Un movimiento rápido de Shikamaru reveló su determinación para lidiar con la situación. Ordenó a varios ninjas rastreadores que se desplegaran de inmediato para buscar y encontrar a Kawaki. Con gestos precisos y órdenes claras, coordinó a su equipo para que cubrieran cada área posible donde Kawaki podría haber escapado.

Los rastreadores, familiarizados con la técnica y hábiles en el arte de seguir el rastro del chakra, se dispersaron en distintas direcciones, cada uno equipado con habilidades especiales para rastrear a un objetivo con eficacia.

Shikamaru, con su mente estratégica, trazó un plan de acción detallado en cuestión de segundos. Conocía la importancia de actuar rápidamente en situaciones críticas como esta, y su capacidad para mantener la calma y pensar con rapidez era crucial para manejar la crisis.

Mientras los rastreadores se movían en busca de Kawaki, Shikamaru se mantuvo atento a cada informe que llegaba, coordinando y ajustando estratégicamente la búsqueda para maximizar las posibilidades de localizar al joven fugitivo.

Con un gesto rápido pero decidido, Sasuke indicó a Sarada que llevara a Boruto al hospital. La preocupación se reflejaba en su mirada mientras evaluaba la gravedad de la lesión de Boruto, reconociendo la pérdida de su ojo tras el ataque de Kawaki.

-Sarada, llévalo al hospital de inmediato.- dijo Sasuke con voz firme, transmitiendo la urgencia de la situación. -Asegúrate de que reciba atención médica inmediata.

Sarada asintió, mostrando determinación mientras se preparaba para llevar a Boruto al hospital con prontitud. Mientras tanto, Sasuke se preparaba para unirse a la búsqueda de Kawaki. Hizo una señal a Suki, indicándole que lo siguiera en la búsqueda del fugitivo.

Suki captó la señal de Sasuke y se preparó para seguirlo sin dudarlo. La determinación brillaba en sus ojos, lista para enfrentar el desafío que se avecinaba. Mientras Sasuke y Suki se preparaban para partir en busca de Kawaki, Sarada observó la determinación en los ojos de su padre y su hermana. Sin decir una palabra, decidió seguirlos por su cuenta, determinada a participar en la búsqueda y captura de Kawaki para hacer justicia por lo que le había hecho a Boruto.

Los grupos de ninjas se dispersaron por la aldea y sus alrededores, determinados a encontrar a Kawaki. La noticia de su traición había sacudido a la aldea, generando una urgencia inmediata por su captura.

Cada equipo de búsqueda estaba equipado con habilidades especiales y técnicas únicas, desplegándose estratégicamente en distintas áreas para aumentar las posibilidades de encontrar a Kawaki. La traición del joven se consideraba una amenaza para la seguridad de la aldea y sus habitantes, por lo que la búsqueda se llevaba a cabo con una determinación renovada.

Shikamaru, coordinando las operaciones desde el centro de mando, emitía órdenes precisas y estratégicas a cada equipo, asegurándose de que todos estuvieran sincronizados y cubrieran todas las áreas posibles donde Kawaki pudiera haberse ocultado.

En una esquina oculta de la aldea, Kawaki, exhausto y agotado por la huida, se escondía entre los árboles, luchando por suprimir su chakra para evitar ser detectado. Sin embargo, su esfuerzo por pasar desapercibido fue en vano.

Ada, dotada de un poder que le permitía verlo y saberlo todo, detectó la presencia de Kawaki. Con una habilidad única para percibir y entender lo que otros no podían, localizó al joven fugitivo entre las sombras y se dirigió decidida hacia su escondite.

Con pasos firmes pero sin emitir sonido alguno, Ada se acercó a Kawaki. Su mirada, llena de una profunda comprensión y serenidad, se posó en él mientras se adentraba en la zona donde se encontraba oculto.

El sonrojo en el rostro de Ada indicaba un sentimiento profundo y sincero. Sus palabras resonaron con una calidez reconfortante, transmitiendo un mensaje de apoyo y protección hacia Kawaki en medio de su desesperación.