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-¿te puedo preguntar algo?-preguntó Sasuke mientras se sentaba en una banca.

-dime.-se sentó a su lado dando un sorbo a una malteada.

-¿tú y Sarada son tan diferentes?-cuestionó levantando su única ceja a la vista.

-poco... digo, a ella le gustan algunas cosas y a mí otras o tenemos personalidades un poco diferentes, pero también tenemos muchos gustos en común, como entrenar.-se encogió en hombros.- tú entiendes.-hizo un ademán mientras bebía la malteada.

-sabes, pensé que me sería más difícil tener una relación normal de padre e hija contigo, pero me cuesta más con Sarada.-dejó caer su cabeza soltando un suspiro.

-ah, seh.-subió los pies a la banca mientras seguía con la pajilla de su malteada en la boca.-Sarada puede ser más seria que yo o al menos de que yo sea más tonta.-miró a su padre quien aguantaba una risa.-¡solo yo lo puedo decir!-se quejó levantándose de la banca.

-es verdad, eres más tonta.-rió por lo bajo mientras que Suki fruncía el ceño.-¿o dirás que no?

-pues tampoco puedo negarlo...-se cruzó de brazos.-Sasuke, ¿al menos sabes quien es la mayor?

-sí.-la apuntó a ella.-no podré olvidar cuando ambas nacieron. Karin ayudó a tu madre con el parto ya que no estábamos en la aldea, cuando naciste te envolvieron en una manta y te tuve que cargar por unos momentos. Desde que naciste me has mirado así.-apuntó a su cara, ella lo miraba con el ceño fruncido y las mejillas infladas.-siempre tan tierna.

-¿cómo no mirarte así si siempre tienes esa cara de viejo?-lo apuntó quejándose.

-no, ese día estaba sonriendo, así.-sonrió falsamente enseñando todos sus dientes a lo que Suki comenzó a reír.

-¡entonces te miraba así por miedo!-paró de reír mientras se sentaba de nuevo.

-Suki, otra cosa...-se incorporó en su lugar.-déjame ver tu cicatriz, ¿sigue ahí?

-vivita y coleando.-quitó su guante y le enseñó su brazo haciendo que su padre la tocara por encima.

-cubrela lo más que puedas.-le devolvió el guante.

-no es una cicatriz normal...-se colocó el guante.-¿qué es?.

-por eso te pido que la cubras, yo tampoco lo sé. Pero como ya te dije antes.-se encogió de hombros.-cortate el brazo o muere.

-cállate, deja de bromear.-rió un poco con nervios.-por cierto, papá... ¿por qué no vas con Sarada? En estos momentos ella debe de estar entrenando.

-¿vamos? Estemos juntos los tres.

-no te preocupes, yo ya pasé mi tiempo padre e hija.-sonrió de lado mientras ponía una mano tras su nuca.-mejor ve con Sarada, yo terminaré algunos mandados que tengo.

-si así lo quieres.-se levantó.-nos vemos en la cena.-puso su mano sobre el cabello de su hija y lo despeinó un poco.

-nos vemos.-retiró la mano de su padre y tras una sonrisa y un ademán, se retiró de ahí.

Comenzó a caminar hasta llegar afuera de una tienda, paró al leer un gran y llamativo folleto.

-"Juguete de Kurama" ppff, puede ser lindo, ¿pero en serio tantos lo quieren comprar? Se ve más lindo el de Matatabi.-rió al ver la colección de los nueve Bijuus.

-¡Uchiha!-gritó una voz un tanto chillona la cual comenzaba a hartarle a la Uchiha.

-¿no te cansas de molestar?-le preguntó al Chunnin con el que ya había tenido varios encuentros.

-¡me e dado cuenta que fue un error meterme con la familia Uchiha.-la azabache veía harta al de cabellos rubios.-así que... ¡te pido una cita!

-sabes, eres un enfadoso...-le dijo mientras que él se deprimía.

-¡al menos ponme una condición!-comentó dejándose caer de rodillas.

-pues...-miró al folleto de al lado.-traeme un Kurama.-apuntó al juguete del folleto.-si no lo encuentras olvidate de la cita y no me molestes más.

-¡lo traeré más rápido de lo que canta un gallo!-salió corriendo dejando sola a la chica.

Volvió a su caminata tranquila hasta llegar a un pequeño show de magia que era presentado por un pequeño de alrededor de 8 años y su padre. Realmente eran buenos así que la Uchiha se quedó viéndolos hasta terminó.

Al acabar todos comenzaron a retirarse pues ya no faltaba mucho para que oscureciera.

Al estar caminando hacia su hogar, apareció de nuevo el miembro del clan Oka poniendo una bolsa frente a la Uchiha.

-¡este obsequio será la prueba de que soy capaz de obtener tu amor!

-¿qué mosca te pico? En serio...-tomó la bolsa con ambas manos.

-solo de pensarlo suena emocionante, ¿no lo crees?-la azabache negó lentamente mientras que el rubio la abrazaba por los hombros.-¡tu siendo Uchiha y yo siendo Oka! ¡imagina lo fuerte que serán nuestros futuros hijos!

-¡hey!-lo apartó.-¿no te conozco y ya piensas en nuestros hijos? No gracias... buena oferta, pero paso.-le devolvió la bolsa.

-no, hicimos un trato, el Kurama por una cita.-volvió a darle la bolsa y la tomó por los hombros.-ahora vamos por algo de comer.

La Uchiha al ver a su amigo Uzumaki, le hizo un par de muecas y gestos a lo que se acercó más rápido.

-Suki-chan...-pronunció después de soltar una risa.

-¿ustedes se conocen?-el Oka soltó a la Uchiha y apuntó a ambos.

-¡sí!-la Uchiha se puso detrás de su amigo.

-con que a él se refería Sasuke-san con los malos bichos...-susurró audible para los dos.-no sé quien seas, pero Suki viene conmigo. Justo la estaba buscando para ir a cenar.-sonrió rascando su nuca.

-¿¡por qué no mencionaste que estabas saliendo con el hijo del Hokage!?-siguió apuntándolos e hizo que ambos chicos se sonrojaran un poco y ganaran toda la atención de las personas que iban pasando por allí.

-¡nosotros no...-gritaron ambos pero fueron nuevamente interrumpidos.

-¡Boruto, por favor, no quería meterme con tu chica!-daba vueltas al rededor de él mientras que el Uzumaki lo veía molesto.

-¡basta, imbécil!

-Boruto, mejor vámonos...-tomó a su amigo de la mano y ambos huyeron mientras que el Oka seguía gritando.-de verdad que él no sabe cuando callarse...-rió un poco al estar en zona segura.

-eso fue incómodo.-se quejó metiendo sus manos en las bolsas de su pantalón.

-demasiado...-suspiró.-igual gracias, Boruto.-tras una risa ambos se despidieron yendo a sus respectivos hogares.

Al llegar a la casa de los Uchiha, Suki era la única que faltaba así que entró, se quitó sus sandalias y dejó el juguete sobre una mesita.

-Tadaima.-anunció su llegada mientras veía a su hermana hablando con su padre y a su madre apunto de servir la cena.

-llegas a tiempo.-le sonrió su madre indicando su lugar para que tomara asiento.

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-Eurídice.  

La Sombra de la Arena. (Shinki Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora