La Sombra de la Arena. (Shinki Y Tú)

03

Aquel azabache estaba por clavar su katana al lado del rostro de la Uchiha menor, pero la mayor se entrometió parando la katana con su mano, recibiendo en esta un corte profundo.

Cerró los ojos mientras que un quejido ahogado sonaba. Al abrir sus ojos dejó a la vista su Sharingan.

-que buena bienvenida, viejo.-frunció el ceño mientras apretaba su mano con esperanza de que dejara de sangrar.

-¿Sarada? ¿Suki?

Sarada asintió mientras que ambas desactivaban su sharingan.

-te reconocimos al verte...-limpió sus lagrimas.

-pero él a nosotras no.-habló con frialdad mientras sacaba una venda de su mochila y vendaba su mano.

-vaya... ¿estás bien, Suki?-ella no respondió, sólo se dio la vuelta dándoles la espalda a ambos.

-con que aquí están...-Habló Naruto mientras entraba a la torre.  

-Sarada, Suki, ¿por qué se fueron solas?-esta vez preguntó ChoCho, para después dirigir su vista a Sasuke y quedar boquiabierta.

-perdón por el retraso, Sasuke...

-¿qué significa esto, Naruto? ¿por qué trajiste a las niñas?

-mmh...-ChoCho tomó la mano del Uchiha mayor y la puso sobre su frente.- me gustaba la idea, pero era más pesada...

-¡papá!-todos miraron a Sarada, menos su hermana que seguía dando la espalda.-¡vine a verte!.. cuando me enteré que el séptimo vendría a verte... lo seguí porque quería preguntarte algo.-eso último llamó la atención de su hermana haciendo que se diera la vuelta y la mirara.

-¿preguntarme algo?-respondió de forma idiota.

-sí, eso dijo.-habló con fastidio Suki mientras aún sostenía su mano ya vendada.

-¿qué te pasó, Suki?-el Hokage se acercó a ella.

-el lindo vejete dándome la bienvenida.-sonrió con ironía y sarcasmo.

-¿Sakura es mi verdadera mamá?-completó Sarada haciendo que Suki la mirara mal.-¡responde! ¿¡es mi verdadera mamá!?

-¿qué pasó?

-¿que qué?-frunció aún más el ceño.- ¡nunca estás en casa! ¿¡por qué nunca estás con mamá!? ¿¡tan poco te importo que olvidaste nuestros rostros!?-enseñó una fotografía donde se veía Sasuke en su juventud cuando formaba parte de Taka.-¿¡quién es la chica a tu lado!? ¡tú nunca estás en casa y mamá nunca me dice nada! ¿¡en dónde pasas todo el tiempo!?

-eso no es tu incumbencia...

Sarada salió corriendo de la sala mientras era vista por todos ahí.

-a usted le hace falta delicadeza.-lo acusó la Akimichi para después salir detrás de su amiga.

-al menos pudiste ser menos torpe.-la Uchiha caminó a la salida, pero fue detenida por su padre.

-déjame ver esa herida.

-no tienes que preocuparte por mí.-se zafó del agarre.-preocupate por Sarada... a ella sí le importas.-salió de la torre yendo a donde estaba su amiga y hermana.

Al llegar, encontró a su amiga detrás de una roca mientras observaba a Sarada sentada en otra roca mientras lloraba.

-no soy buena en estos temas...-se excusó.-mejor ve tú, tú eres su hermana.

Suspiró y se acercó a su hermana. Puso su mano sana sobre el hombro de su gemela y se sentó a su lado.

-es un idiota... y por cierto, ¿desde cuándo la duda de si mamá es nuestra verdadera mamá?-arrugó ambas cejas.

-no tenemos nada parecido a ella... al menos yo no.-suspiró.- yo tengo una mala vista, mientras que tú, mamá y papá tienen una vista perfecta...-escondió su cabeza entre sus piernas.

-ne~...-bufó.-ni tanto.-miró a su hermana, y ella elevó su vista.-también necesito gafas... pero no me gusta usarlas.-ambas rieron.-a ti se te ven lindas, a mí no.

-oh, vamos, apuesto que también se verán lindas en ti.-rió.- somos gemelas, tonta.

-no, ya lo he probado. Mientras duermes... me pongo tus gafas.-sus risas aumentaron.-ya no lloras... me alegro.

-me haces olvidar el mal rato...

-para eso estoy.-le sonrió.

-oye... tú nunca borras esa sonrisa de tu rostro... ¿por qué lo haces cuando hablo de papá, o aunque sea lo mencionamos?

-pues...-suspiró.-se fue por un larguísimo tiempo... y como que hablar repentinamente de él, llamándolo "padre'' o esperando a que vuelva, me aburre y pone de malas.-admitió mientras cerraba sus ojos.

-oh...  

Después de unos segundos en un silencio incómodo, apareció el Hokage tomando el brazo de Sarada ya que ella quería huir de nuevo.

-¡suélteme si no piensa contarme!

-tranquila, Sarada... habla con Sasuke.

-Hokage.-la mayor activó su sharingan mientras veía varias cuchillas acercándose por la espalda de ellos.

-ya las vi...-la tomó del brazo y la acercó a ellos. Con ayuda del Kyubi, se protegieron del ataque haciendo que una cabeza de zorro se formara al rededor de ellos.-¡te lo dejo a ti, Sasuke!

El mencionado apareció y fue a atacar al albino que los atacó. Con su Sharingan fue capaz de desviar todas las cuchillas que él le lanzaba.

Cuando iba a atacarlo con su Katana, la tomó con su mano haciendo que se creara un corte en esta. 

Cuando iba a volver a atacarlo, el poseedor del sharingan de antes, apareció detrás del albino mayor para protegerlo. Sasuke con su Rinnegan cambió de posiciones para atacar al mayor desde su espalda.

Al usar gran bola de fuego el menor se movió rápidamente hasta quedar en medio recibiendo así el impacto, protegiendo al mayor.

Ambos albinos cayeron al suelo, mientras que el menor desprendía humo por las llamas de antes. El Uchiha entró a la barrera junto a sus hijas y su amigo.

-papá... eres genial...-halagó Sarada a su padre.

-sí, pero eso no fue nada.-siguió su amigo.

La azabache seguía sin hablar, sólo miraba a ambos albinos.

El mayor de los albinos comenzó a levantarse.

-¡madres! ¿¡qué pedo!?-apuntó al albino.- ¡tiene ojos por todas partes!-hizo cara de horror.

-asombroso...-esta vez halagó el Albino.-necesitaré a alguien como tú en el renacimiento de Akatsuki. Y un Sharingan como el de tu hija.-apuntó a la mayor.-tampoco vendría mal. 

-Akatsuki... pero tú...

-me llamo... Shin Uchiha.

-¿Shin Uchiha? Pero así se llamaba el pequeño.-la Uchiha menor estaba confundida.

-cuando te encerremos te sacaremos la verdad. Ahora cállate.

-¡oye tú! ¿quién te dijo que descansaras? ¡levantate!-oŕdenó.

-lo siento, padre...-el menor se levantó.

-¿usa a su hija de escudo?-el rubio habló indignado.

-y yo que pensaba que mi padre se llevaba el premio al peor padre...-rodó los ojos recibiendo un zape de Sarada.

-Naruto... protege a mis hijas...

-mientras estén aquí, no podrá tocarlas.-aseguró.-pero tampoco te confíes.

Sasuke iba a salir de la barrera, pero su katana se incrustó en el abdomen del séptimo...

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-Eurídice.