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El sol comenzaba a ponerse sobre el horizonte, tiñendo el cielo con tonos cálidos de naranja y púrpura. Suki Uchiha estaba de pie justo afuera del estadio donde se habían llevado a cabo los intensos exámenes Chunin. Sus ojos oscuros se deslizaban sobre la multitud que fluía, mientras esperaba ansiosamente a su gemela, quien estaba en medio de las celebraciones postexamen.

Miraba el reloj de la torre cercana, calculando cuánto tiempo tomaría a su hermana unirse a ella. La brisa suave jugaba con su cabello oscuro, y mientras observaba a las personas que pasaban, la emoción del evento aún flotaba en el aire mientras observaba la multitud de ninjas que salían, algunos celebrando sus éxitos y otros reflexionando sobre sus experiencias.

Justo cuando el cielo se sumía en tonos más profundos, Suki notó la figura familiar de Shinki acercándose. Su expresión seria contrastaba con el cálido resplandor del atardecer, y su presencia inesperada la tomó por sorpresa. Habían compartido solo un breve intercambio durante los exámenes, un encuentro que había terminado en un momento tenso debido a la presencia de Kawaki.

Shinki se detuvo a unos cuantos pasos de distancia, y Suki lo saludó con una sonrisa amigable.

-¡Hola, Shinki!- Shinki asintió, su mirada fija en la Uchiha.- de verdad que vergüenza lo de hace un rato, Kawaki es un idiota en la mayor parte del tiempo, pero después te acostumbras...

-Sí, lo siento por eso. No sabía que estabas con él.- Shinki asintió de nuevo, una mezcla de frustración y preocupación en su mirada.

-Kawaki es nuevo aquí y su actitud no ha sido la mejor.- Un silencio incómodo descendió, pero Suki estaba determinada a suavizar las cosas. Shinki parecía reflexivo, sus pensamientos visibles en su expresión.

-No debería haber saltado a conclusiones tan rápido.

-¿Qué quieres decir con saltar a conclusiones?- Suki frunció ligeramente el ceño, curiosa. Shinki titubeó por un momento, y luego soltó un suspiro suave.

-Supongo que... no sabía que estabas cerca de Kawaki. Y eso me hizo pensar en cosas que no debería haber asumido.

La comprensión parpadeó en los ojos de Suki mientras el significado detrás de sus palabras se hacía claro. Se dio cuenta de que Shinki se había sentido celoso al verlos juntos, y el hecho de que él admitiera algo tan vulnerable la hizo sentir un nudo de emociones dentro de ella. El sol se hundía más bajo en el horizonte mientras Suki encontraba las palabras adecuadas, sus mejillas un poco sonrosadas.

-Oh, Shinki, no tienes que preocuparte por eso. Kawaki solo estaba allí porque el Hokage le dijo que yo podría ayudarlo a entender algunas cosas.

-Lo entiendo. No debería haber pensado en eso.- Shinki asintió lentamente, sus ojos encontrándose con los de Suki.

Suki sintió el deseo de decir más, de expresar lo que estaba en su mente y en su corazón. Tomó una respiración profunda, sintiendo cómo la valentía la invadía.

-Y... también quiero decir que... bueno, no me gustaría que malinterpretes nada. Tú... también significas mucho para mí.

Las palabras salieron torpemente, y Suki se sintió como si hubiera tropezado en sus propios pensamientos. Shinki la miró con sorpresa y luego una sonrisa tímida se curvó en sus labios.

-Lo entiendo. Y, sabes, tú también significas mucho para mí.

La confesión sincera generó una chispa entre ellos, y ambos sonrieron mientras el atardecer se fundía en la noche.

-¿Hasta cuándo te quedarás en la aldea?

-Mi tren de regreso a casa sale mañana.- ambos miraron al suelo, decaídos por recordar el poco tiempo que estarían juntos. Un corto silencio se hizo presente, pero Suki decidió terminarlo pronto.

La Sombra de la Arena. (Shinki Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora