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Ya habían pasado varios días desde la última misión y el equipo 5 acababa de terminar su entrenamiento por lo que estaban realmente exhaustos.

Suki se mantuvo en el suelo mientras recuperaba el aire, Hiroky estaba acostado y su respiración ya estaba controlada y por último, Hiro sólo estaba sentado bajo un árbol tratando de ocultar su cansancio.

La ropa de los chicos estaba llena de polvo y algo húmeda gracias a los entrenamientos de Yoshiro.

-por esta tarde terminamos, luego les aviso cuando nos volvemos a ver.-dio media vuelta comenzando a caminar.-lo hicieron muy bien.-y desapareció.

-ese... viejo nos... matará.-habló Suki tomando bocados de aire.

-no exageres.-alardeó el Hyuga mientras se notaba cansancio en su rostro.

El cachorro de Hiroky se metió a la sudadera de su dueño para dormir a lo que él se levantó del suelo listo para irse.

-será mejor que me vaya, está oscureciendo y Ayara está cansado...-extendió su mano para ayudar a la Uchiha.

-gracias.-tomó su mano y se levantó.-igual me voy. Es el cumpleaños de Boruto y no quiero llegar más tarde.-les sonrió a ambos y se fue corriendo.

No negaría que estaba cansada, pero tenía que llegar lo antes posible.

Una vez fuera de la casa de los Uzumakis, tocó la puerta a lo que la pequeña Himawari abrió y saltó a los brazos de Suki.

-¡Suki-chan, pensé que no vendrías!-habló una vez que soltó a la Uchiha.

-tuve un largo entrenamiento, lo siento.-se disculpó con una sonrisa.

La azabache entró en el hogar y caminó hasta el comedor, donde estaban listos para partir el pastel. Boruto se notaba un poco desaminado y su amiga sabía a qué se trataba; su padre.

Cuando Boruto elevó la mirada, una gran sonrisa se vio en su rostro al ver que Suki ya había llegado.

La Uchiha se puso a un lado del Uzumaki y pasó uno de sus brazos al rededor de los hombros del Uzumaki en forma de abrazo.

-Felicidades, Boruto.-con una gran sonrisa revolvió el rubio cabello de su amigo.

Todos cantaron y Boruto partió el pastel, con ayuda de Suki y Hinata lo partieron en varios pedazos equitativos y cada uno tomó un trozo.

-el pastel estuvo muy rico.-dijeron ambas Azabaches al mismo tiempo.

-hace cuanto tiempo que no te veíamos, Suki.-dijo Mitsuki con su sonrisa típica.

-todos estuvimls ocupados.-rió.

-compermiso.-Boruto se levantó de su asiento y corrió escaleras arriba para encerrarse en su habitación.

Tanto Sakura, como Hinata miraron a Suki. Si alguien podría hablar con él en esos momentos sería ella.

-yo voy.-Sarada se iba a levantar, pero antes de eso, Suki evitó que se levantara.

-no, yo iré.-se levantó y subió a la habitación de su amigo.

Sin tocar la puerta, entró encontrando a su amigo sentado en una silla mientras se mantenía cabizbajo.

-Boruto, oye...-fue interrumpida por él.

-claro, ser Hokage es más importante que mi cumpleaños...

-hey, bruto. El séptimo tiene mucho trabajo.-encendió la luz y se sentó en la cama.-estuvo mal que faltara al cumpleaños de su hijo, pero algo que si te puedo asegurar es que no fue por su gusto propio y en verdad lo siente...

-¿cómo lo sabes? Tú no eres el estúpido de mi padre.-habló mirando a la azabache directo a los ojos.

-estoy segura que él piensa así. El séptimo es alguien de buen corazón, dudo mucho que en verdad quiera hacerte sentir así a propósito.

-hablemos de otra cosa.-se levantó de su asiento y se tiró boca arriba en su cama.

-¿estás enterado de los exámenes Chunnin?

-algo así... ¿participarás?

-si te soy sincera, en verdad pienso convertirme en Chunnin. Sólo espero aprobar.

-¿tan segura estás de ti?-la miró con una sonrisa llena de orgullo.

-¡obvio! ¡soy Suki Uchiha!-ambos rieron.-no es por halagar, pero soy una gran oponente.

-¿ah, si?-trataba de retar a la chica.

-¡claro! No por nada me adelantaron un año.-con una sonrisa llena de orgullo se levantó de la cama y comenzó a caminar por la habitación mientras meneaba un kunai en su dedo indice.

Boruto lanzó tres shurikens contra la chica que estaba distraida, ella los bloqueó con su kunai mientras mantenía su sonrisa en el rostro.

-no querrás pelear conmigo.-ambos se miraron desafiantes, pero una tercera persona entró a la habitación.

-Suki, mama dice que es hora de irnos.

-ya voy, Sarada.-ella salió de la habitación y Suki miró a Boruto para despedirse.-Boruto, te conozco, espero que entres al examen Chunnin.-abrazó a su amigo quien correspondió.-felicidades.

Con una risa, se separó y salió de la habitación para reunirse con su familia. Tras agradecer y despedirse las tres mujeres salieron de la vivienda comenzando a caminar a su casa.

Al llegar ambas menores fueron a su habitación para prepararse para dormir.

-Suki, ¿cómo son tus misiones?-le preguntó mientras acomodaba su cama.

-normales, interrogar gente, detener un delincuente patético, cultivar vegetales o sólo salir a los pueblos cercanos para saber si está todo en orden.-Sarada frunció el ceño tras escuchar la respuesta. Suki se acostó en su cama y se cobijó-¿por qué?

-¿por qué tú tienes misiones interesantes y yo no?

-¿qué? Te recuerdo que yo rara vez salgo de misión por lo mismo, tú sales muy seguido,lo cual habla mejor de ti en tu historial como ninja. Yo me mató con los entrenamientos, cosa que tú no.

-así no podré cumplir mi meta de ser Hokage...

-te estás esforzando para tu edad, eso es bueno. Habla bien de ti, mientras más vayas avanzando estará súper bien.

-pero tú...

-ya duérmete, Sarada.-dio media vuelta y apagó una pequeña lámpara que estaba a su lado, Sarada hizo lo mismo y así ambas quedaron dormidas.

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-Eurídice

La Sombra de la Arena. (Shinki Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora