Prólogo.

14.6K 636 170
                                    

(Reescrito. 26/08/2023)

Sharingan.

Había sido un día soleado, con el cielo despejado y una brisa suave que mecía las hojas de los árboles. Suki Uchiha, en ese entonces una infante de apenas 4 años, jugaba en el patio trasero de su casa bajo la atenta mirada de su madre, Sakura Haruno. La risa melodiosa de Suki resonaba en el aire mientras perseguía mariposas con sus pequeños pasos torpes.

Ese día, la tranquilidad que rodeaba a la familia Uchiha se vio interrumpida por la sombra de una amenaza que acechaba en las sombras del mundo ninja. Kakashi Hatake, el sexto Hokage en ese momento, había informado sobre una serie de ataques dirigidos a ninjas con habilidades únicas y peculiares. En la lista estaban los nombres de los Uchiha, Sasuke y sus dos hijas, Suki y Sarada.

La noticia activó una alerta constante en la mente de Sakura. Aunque la paz reinaba en aquel entonces, sabía que el mundo shinobi siempre estaba lleno de peligros ocultos. Con un instinto protector, mantuvo a sus hijas cerca y vigiladas en todo momento. Las dos niñas, sin entender la gravedad de la situación, seguían siendo las mismas exploradoras curiosas y juguetonas.

Sin embargo, lo que comenzó como un día común pronto se transformó en un caos inimaginable. Suki sintió el cambio en la atmósfera. Su risa infantil se detuvo en seco, reemplazada por una sensación incómoda en la boca del estómago. En medio del caos que se desataba a su alrededor, los ojos curiosos de Suki se abrieron aún más mientras observaba cómo los shinobis enemigos emergían de las sombras como espectros amenazantes.

 El ambiente se cargó de tensión cuando el sonido de shurikens cortando el aire y jutsus resonaron en el aire. Los escoltas se apresuraron a rodear a las niñas, formando un escudo humano para protegerlas. Suki, aun en su inocencia infantil, captó el cambio en el ambiente. Sus ojos, grandes y curiosos, reflejaban la incertidumbre que sentía en ese momento. Observó cómo los ninjas enemigos emergieron de las sombras, sus rostros oscurecidos por la malicia.

El miedo se convirtió en una presencia tangible mientras la batalla se desataba a su alrededor. Sakura y otros ninjas valientes se enfrentaron a los enemigos, luchando para proteger a las niñas. Suki, con su corazón latiendo fuertemente en su pecho, aferró su pequeña mano a la de Sarada, buscando consuelo en la familiaridad de su gemela.

Pero mientras la batalla se intensificaba, algo extraño comenzó a suceder en los ojos de Suki. Una sensación ardiente, un cosquilleo que se apoderó de su mirada. A medida que observaba la lucha, las formas y los movimientos de los ninjas enemigos parecían alterarse. Un extraño patrón de chispas y destellos danzaba ante sus ojos.

En medio del caos, el Sharingan de Suki despertó. Sus ojos se transformaron en espejos carmesíes, con un solo tomoe que giraban en el iris. Aunque no comprendía completamente lo que estaba sucediendo, pudo sentir cómo su percepción cambiaba. Los detalles más finos de la batalla se volvieron nítidos y claros, como si estuviera viendo a través de una lente diferente.

Sin embargo, no era solo una visión mejorada lo que el Sharingan le otorgaba. Suki podía sentir cómo su chakra respondía de manera diferente, cómo su conexión con la energía a su alrededor había cambiado. Aunque estaba abrumada por la magnitud de lo que estaba sucediendo, la adrenalina y el instinto la llevaron hacia adelante.

En ese momento, un grito de dolor resonó en el aire cuando uno de los ninjas enemigos logró herir a uno de los escoltas. La sangre manchó el suelo, y la visión de esa herida marcó a Suki profundamente. Fue entonces cuando algo cambió dentro de ella, una sensación de intensidad y enfoque que nunca había sentido antes.

Los enemigos se acercaban, y Suki, moviéndose con una gracia innata que parecía desconectada de su edad, comenzó a ejecutar movimientos que apenas recordaba haber visto en las lecciones de su padre. Sus manos formaron sellos de manos con una familiaridad que sorprendió incluso a ella misma. El chakra se acumuló a su alrededor, transformándose en una ráfaga de llamas ardientes.

La Sombra de la Arena. (Shinki Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora