Día 13:miércoles,21 de noviembre del 2012

329 9 0
                                    

Sé cuanto te lastimaron, pero ¿qué culpa tenía yo?

No necesito indagar entre tus recuerdos para saber cuánto te hirieron, a estas alturas todas las personas que nos topamos ya están rotas, con cirugías en el alma y dehiscencias por malas curas. Hay que saber diferenciar entre quienes te han dañado y quienes podrían hacerlo, pero no por ello vamos a adelantarnos y joderles el corazón, no se trata de supervivencia al más fuerte, no es una competencia de a ver quién hace mierda al otro primero como lo hiciste conmigo.

Yo no tengo la culpa de lo que te han hecho, sé que puedo ser un revólver, el arma más letal, pero ni siquiera me habías dado una oportunidad.

Descargaste en mí el dolor de tu pasado, injusto sería que solo tú lo cargues, ¿no? Por ello decidiste que, si te hundes, me arrastras también.

¿Cuántas traiciones se necesitan para aprender a desconfiar?

Llevo el récord del mundo en puñaladas y supervivencia y vuelvo a caer en quien me sonríe porque quiero creer en lo que una persona puede ser y no me doy cuen- ta de lo que ahora es.

Hay traiciones que te vuelven fuerte y hay otras que te convierten en un monstruo de sonrisa bonita.

Cartas que nunca llegaron Donde viven las historias. Descúbrelo ahora