Te quiero, te quiero más con amor que con odio.
Ven, dime por favor que me detestas, que en tu lengua nunca más se pronunciará mi nombre, que nunca tomé el control de ningún sueño tuyo, que nunca hubieras firmado nada donde estuviera mi firma. Vamos, ven y gritame que ya no existo en tu recámara, que tu sonrisa jamás la cause yo y siempre fue un reflejo. Ven y dispara esa última bala del revólver, esa que te quité yo.
Repíteme, repíteme, repíteme que si existiese otra vida harías todo por nunca encontrarme. Llévate mis signos de interrogación y déjame un montón de puntos finales. A los ojos díctame la sentencia, arruíname el pre- sente tanto como para que quiera correr al futuro donde ya te fuiste. Dime algo que acabe contigo, porque me está costando cada apoptosis de mis células, y de algunas todavía ni era el momento.
Aniquílame, para que pueda salvarme. Ven y dime adiós, para que deje de esperarte.
ESTÁS LEYENDO
Cartas que nunca llegaron
Romancelibro de gilraen eärfalas el libro no es mío todos los derechos reservados a la autora