Día 104:miércoles,20 de febrero del 2013

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Hay más inconsistencias en este pequeño juego del destino: tiene una adicción al tabaco, ha venido a mi casa empapado de ese aroma, hasta sus bellos dedos tenían esa tinta que te deja el cigarro entre el pulgar y el indice. ¿Será que debo aceptar estas diferencias? Quizás son mínimas y pueda sobrellevarlas, digo, un chico que baile cada semana con cuánta mujer quiera y que juegue a destruirse los pulmones poco a poco, pero de manera ferviente todos los días. Suena divertido, supongo. No tendría por qué interferir en su suicidio programado. Tal vez debería programarlo también con alguna otra cosa. Perdón, también soy adicta a algo, ya lo recordé. También estoy matándome poco a poco, esta carta número ciento cuatro creo que es prueba de ello. ¡Y yo juzgando al pobre tipo! Si supiera esto seguro ya hubiera desistido hace un par de días. Salgo con un adicto y él con una psicópata que escribe cartas que no envía.

Cartas que nunca llegaron Donde viven las historias. Descúbrelo ahora