-Aún te quiero.
y iC R A S H!
Ahí estaba yo, encontrándome con doscientos cincuenta y siete pedacitos de mi corazón por el piso, pero yo era la única que los veía. Y ahora me ha costado arre glarlo. He estado buscando las piezas para ponerlas en su sitio. Ni pensar que una frase bastó para ocasionar todo este desastre.
¿Has sentido que estás en tu cuerpo, pero no estás? Así me siento, sé que soy yo, pero no controlo mis movimientos ni mis pensamientos, nada... Aunque lo intente. Es como si de manera automática despertara, tomara un baño, sirviera el cereal y saliera a hacer mi típica rutina. Me he programado para vivir, pero sin hacerlo, ¿me entiendes?
Te llevaste fragmentos de mí en tus maletas y lo peor es que ni siquiera te has de haber dado cuenta. Cuídalos si por ahí los ves al desdoblar tus camisetas, diles que me manden una postal, que viajen ellos mientras me pierdo, mientras sigo regándolos en todos esos sitios donde creo que podré olvidarte.
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Cartas que nunca llegaron
Romancelibro de gilraen eärfalas el libro no es mío todos los derechos reservados a la autora