Eros es un gran amigo, es bueno escuchando, calla hasta que termine, todo lo que digo le sorprende y él siempre tiene algo que decir del espacio. ¿Sabías que el cometa Hale-Bopp se descubrió en mi cumpleaños?
Él siempre quiere hacerme sentir única, se esfuerza mucho y me toma la mano apenas tiene ocasión. Sus manos son muy claras y con las lúnulas alargadas. Lleva en la muñeca izquierda un reloj negro, ha parado la hora justo en el momento en que me conoció. A veces creo que él no existe y me lo estoy imaginando porque tanta belleza me parece inexistente y a la vez me asusta porque así eras tú. Me siento tranquila a su lado, nos he imaginado en una cabaña a mitad de los fiordos y sí, sí lo visualizo, es más aventurero, chispeante y más nómada. No sé si pueda llevarle el paso y al final no ser suficiente. No tengo un espíritu intrépido ni bailarín y tarde o temprano va a notarlo.
ESTÁS LEYENDO
Cartas que nunca llegaron
Romancelibro de gilraen eärfalas el libro no es mío todos los derechos reservados a la autora