Año, acabate ya antes de que acabes conmigo.
Me he subido a la báscula después de llorar cada vez que la miraba con terror, tengo tres kilogramos abajo. Entonces, ¿por qué me siento tan pesada? ¿Por qué la ropa me escuece la piel? ¿Y por qué el monstruo del espejo no se va si he hecho todo lo que me pide?
Puse un poco de azúcar en mi lengua para poder salir a caminar por la arena, porque temo colapsarme y que esta vez una oleada me convierta en espuma.
Estoy odiando cada vez más la comida, todo me da nauseas y las frutas me aborrecen, a veces les veo ojos y boca, escucho cómo me insultan y se burlan de mi grotesco aspecto. Te dan la razón, y hasta yo he comenzado a admirarte por el tiempo que me diste.
Cinco kilogramos abajo y me siento peor que nunca, necesito ir más a fondo. Quizás, solo quizás un día puedas verme y pensarlo mejor, que también puedo ser algo, que también puedo ser un poco bonita y que ya no soy ese adefesio del que le hablabas a los demás.
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Cartas que nunca llegaron
Romancelibro de gilraen eärfalas el libro no es mío todos los derechos reservados a la autora