♡*:.｡. cσqυєτσs sєทτiмiєทτσs .｡.:*♡ YoonMin (ℓiвrσ τrєs)

💓 cαρiτυℓσ ciทcυєทτα y siєτє 💓

— La verdad es que me alegra que se hayan reconciliado, Zael-Hyung.

El mayor le sonrió a JiMin antes de dejarle un beso en la coronilla mientras intentaba picar las frutas que él le había pedido, pero no sabía si es que el cuchillo no tenía filo o era él quién no lo sabía usar.

— Yo puedo picar las frutas y tú te encargas de tostar el pan, ¿te parece?

— Uh... Claro, sí

Con una sonrisa JiMin se sentó a su lado para picar todo en tan solo unos segundos, cosa que a él lo dejó con la boca abierta porque había intentado picar como por una hora y no pudo, pero JiMin hizo todo en cuestión de segundos.

— Creo que me siento indignado — Murmuró — Nunca aprendí a cocinar.

El menor soltó una risita mientras dejaba las frutas picadas sobre un tazón para poder colocarle un cuarto de limonada.

— Estoy feliz de saber que Yoonie y YajaTzaelly no se enojaron por esto.

— Solo ese par logra entenderse — JiMin comentó — No sé cómo es que son mejores amigos si solo se viven molestando.

— Supongo que hay amistades cavernícolas — Rió — No todas son así de lindas como la tuya con TaeHyungie.

— ¿Linda? Ay, Zael-Hyung, si yo te contara las veces en que TaeHyung me ha traicionado, no dirías que es linda — Aclaró el menor — TaeHyung tiene la " T " de traición y la paz nunca fue una opción para él.

Zael soltó una risita y con las mejillas rositas, volteó a ver a ese par de tornados que estaban armando un desastre en la mesa, pues YajaTzael intentaba clavarle el tenedor en la mano a YoonGi, pero éste la desviaba rápidamente para luego volver a ponerla en la mesa.

— Bien. El desayuno ya está listo.

JiMin cogió el tazón y la jarra de jugo para dejarlas sobre la mesa mientras él dejaba los panecillos tostados junto a los huevos revueltos.

— Por cierto, hay algo que Yoon quería hablar contigo, Zael-Hyung.

Cuando los dos se sentaron frente a la mesa y JiMin comentó tal cosa, él levantó la cabeza con las mejillas hinchadas porque se había metido un panecillo entero por el hambre que se cargaba.

— ¿Qué cosa, Yoonie?

YoonGi hizo una mueca porque el tema era tan largo que la verdad le daba pereza hasta de mover las manos, por eso JiMin le estaba dando de comer como un niño mientras YajaTzael hacía un gesto de puro asco.

— Primero que nada, YoonGi tiene pereza de decírtelo, así que yo te lo diré — Sonrió el menor — Es acerca del tema del trabajo.

— Uh, eso...

— Zael-Hyung, YoonGi sabe que debe buscar un trabajo porque no puede depender solo de sus cuentas bancarias — Explicó — Así que pensó muy bien las cosas y terminó tomando la decisión que le llevó tiempo en aceptar.

Zael asintió y ansioso miró a YoonGi, quien a duras penas estaba parpadeando.

— Él sabe que tiene una carrera, ya un título, pero su pasión son los tatuajes y por eso decidió ser tatuador — JiMin sonrió — Desde lo más profundo de su corazón, espera que lo apoyes.

— Sabes que sí, Yoonie.

Con una gran sonrisa, Zael abrazó a YoonGi contra su pecho, por eso es que éste no perdió la oportunidad de manosearle los muslos, a lo que YajaTzael le jaló el piercing de la nariz por atrevido.

— Y ha estado buscando trabajo en algunos puestos para...

— ¿Disculpa? No, YoonGi no necesita ir a pedir trabajo y tener un jefe cuando él puede ser su propio jefe.

— ¿Ves que sí lo concientes demasiado?

— El burro hablando de orejas, como si usted no conciente a JiMinie por igual — Habló con ironía — Retomando el tema, tu papá estaría muy orgulloso de ti, Yoonie.

JiMin de verdad que sonrió de puro orgullo que YoonGi le daba y es que lo amaba tanto que hasta ternura le causaba.

— A parte, en la otra parte de la casa, la que está frente a la calle, está la sala cerrada. Es muy grande y tiene diversas habitaciones — Informó — Puedes utilizarla para poner tu propio puesto de tatuajes y perforaciones.

— ¡¿Ya escuchaste, Yoon?! ¡Tendrás tu propio negocio!

— Bueno, pues, ya que estamos dando regalos, creo que es momento para darte la sorpresa que tenía guardada desde hace un tiempo, JiMin — YajaTzael habló — Y es que hace unos meses el director de tu academia me llamó para informarme de nuevos socios que pudieran comprar acciones de la Academia.

Zael hizo una línea con los labios para ocultar su sonrisa por ver la cara algo atónita de JiMin.

— Solo quedaban las acciones de socio mayoritario, o sea que quien comprara tales acciones sería el dueño de la academia, prácticamente — Explicó — Y, pues, me cuestioné que por qué no darte ese regalo si tú amas ser coreógrafo.

— ¿Me estás diciendo que...?

— Que eres el socio mayoritario de la Academia Central de Seúl.

Dios.

Eso fue lo que JiMin necesitó para soltarse a llorar sin poder creer lo que había escuchado.

Había soñado desde joven estudiar en esa academia y, aunque ya tenía su carrera por igual, decidió también graduarse como coreógrafo.

Apenas estaba empezando con ello, pero sus mayores siempre lo llegaban a halagar porque, a pesar de ser un principiante, había podido ganar varias competencias con su grupo.

Por el momento estaba siendo coreógrafo de los adolescentes, pero luego lo iban a ascender al de los de su edad.

— Ya, enano, ven aquí.

YajaTzael se puso de pie para poder abrazarlo contra su pecho y envolverlo entre sus suculentos brazos fornidos.

— Tenía planeado darte la sorpresa para tu cumpleaños, pero debo decir que la envidia me ganó y lo solté — Sinceró — Espero que te haya gustado y no solo estés llorando por llorar.

¿Cómo responder si aún JiMin se sentía sorprendido?

Solo se aferró a él y enterró la cara en su pecho para seguir llorando de la felicidad mientras YoonGi dejaba incontables besos sobre la mejilla de Zael.

— Aww, qué patético todo.

— ¿Por qué lloramos?

Los cuatro voltearon a ver a la pareja dispareja que eran GiYoon y JimDae, quien por cierto sí estaba llorando por ver a JiMin llorar.

— ¡JungKookie será tu socio, Yoonie!

En efecto.