YoonGi quitó la mirada del libro para fijarla en JiMin cuando éste entró a la habitación junto con una sonrisa.
— Yoon, Zael-Hyung salió, así que tenemos la casa para nosotros solos.
Riendo de emoción, le colocó el seguro a la puerta para después correr hacia la cama, gatear sobre ella, quitarle el libro a YoonGi, tirarlo lejos y sentarse sobre su regazo.
— Tienes como una semana de no tocarme y ya necesito tus manos sobre mí, Yoon.
De forma jodidamente coqueta, pasó los brazos por los anchos hombros de YoonGi y con esa sonrisa seductora, dejó un beso intenso sobre esos delgados labios.
— ¿No me vas a quitar la ropa?
Él de verdad que sonrió porque ya quería tener una buena sesión de sexo, pero llegó a confundirse cuando YoonGi se encogió de hombros para cruzarse de brazos y así no tocarlo para nada.
— ¿Qué pasa? Vamos, Yoon, no perdamos tiempo.
Decidido a no darle importancia a nada más que a su calentura, volvió a besar los labios de YoonGi muy insistentemente, aprovechando para tocar sus brazos y bíceps porque en serio se sentía muy desesperado por follar, pero en medio de todo eso, soltó un grito de frustración mientras se alejaba un poco para ver a YoonGi tras notar de que no le seguía ni el beso, ni los toques, ni la idea.
— ¿Puedo saber qué pasa, Yoon?
Jadeando de indignación, miró que YoonGi alzaba las manos para mostrar las vendas sobre ellas y más en las partes de los nudillos, pues las heridas aún estaban algo frescas y hacer algo que llevara fuerza, le dolía hasta el alma y más porque Zael lo ha estado curando últimamente.
Carajo.
El condenado hombre con complejo de gatito era tan tierno que ni siquiera tenía el valor para confesarle que no lo hacía bien y que, en efecto, se dedicara a ser abogado y no a ser enfermero casero.
— Solo es cuestión de algo psicológico y ya. YoonGi, necesito sexo.
Luego de confesar lo que ya era obvio, JiMin se abalanzó sobre él para comerle la boca desesperadamente y en el momento en el que decidió meter su lengua, él se la mordió solo por joderlo hasta hacer que grite de dolor.
— ¡No seas animal! — Chilló — ¡¿Qué te pasa?
Como vengaza por haber recibido tremendo mordisco, le volteó la cara a YoonGi con una bofetada y luego se bajó de su regazo entre refunfuñeos de malhumor.
— ¡¿Es que a caso no quieres tener sexo conmigo?! — Pataleó — ¡¿No te apetece tocar todo esto?!
YoonGi levantó la mirada muy perezosamente para segundos después negar con aburrimiento, provocando que él llegue a indignarse hasta gritar un sin fin de insultos, malas palabras que le aprendió a YajaTzael.
— Yo no puedo esperar, YoonGi — Espetó — ¿Sabes qué? Vete a la verga.
De muy pésimo humor, bajó de la cama y así, mascullando cosas se dirigió hacia los armarios para sacar de un cajón bajo llave un par de vibradores de su última compra secreta.
— Si tú no quieres, ellos sí.
Sonriendo se volteó para restregarle a YoonGi en la cara sus juguetes, buscando así que se pusiera celoso para que ya se lo jodiera como quería, pero en vez de eso, YoonGi solo se encogió de hombros antes de tomar nuevamente el libro y seguir leyendo sin importar que lo tuviera al revés, simplemente era porque le estaba encantando contradecirlo en todo.
— ¿No te importa? Me los voy a meter en frente de ti, YoonGi.
Sin molestarse en siquiera darle una miserable mirada, él se encogió de hombros e ignoró todo solo porque sí.
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♡*:.。. cσqυєτσs sєทτiмiєทτσs .。.:*♡ YoonMin (ℓiвrσ τrєs)
Hayran KurguTercerɑ temporɑdɑ de ∂υℓcє cσqυєτσ. Luego de que ese dulce coqueto sɑlvɑrɑ ɑ JiMin de cɑer de un bɑrrɑnco, luego de que lo sɑlvɑrɑ de lɑ bombɑ y luego de que recibierɑ el dispɑro por él, luego de todo eso su coqueto corɑzón estuvo ɑ punto de morir. ...