♡*:.｡. cσqυєτσs sєทτiмiєทτσs .｡.:*♡ YoonMin (ℓiвrσ τrєs)

💓 cαρiτυℓσ ciทcυєทτα 💓

— Bien, una vez puestas las denuncias, debemos esperar el día del juicio para ver qué condena tendrá ZuHi.

GiYoon asintió más adormilado que despierto, es solo que el suero que ha estado recibiendo le causa un poco de sueño y a esas alturas, estaba soltando algo de la tensión que había tenido durante mucho tiempo, por lo que ahora estaba un poco decaído, sin energías.

— Todo salió bien, bebé — JimDae sonrió — Ya puedes descansar en paz.

— Dicho así, parece que me he muerto.

— No, no es solo...

Su justificación terminó con un mohín cuando no pudo explicarse bien gracias a que alguien tocaba tras la puerta, así que no tuvo más opciones que levantarse de la cama y alejarse obligatoriamente de GiYoon para ir directo a abrir y así averiguar quién era el que deseaba entrar.

— ¿DaeGinie?

Bien.

No sabía si sonreír de felicidad al ver a su amiga o si sonreír de puros nervios debido a que, hasta donde él estaba, pudo escuchar el gruñido de GiYoon.

— Uh... Hola — Sonrió DaeGin — Quería saber cómo seguía GiYoonie.

JimDae se tocó el pecho ante su dulzura y luego abrió la puerta con lo suficiente como para que ella pudiera entrar a saludar a un ya malhumorado GiYoon.

— Hola. ¿Cómo estás?

Sin querer siquiera verla, GiYoon se cruzó de brazos con la mirada hacia la ventana mientras ella dejaba una cajita de chocolates sobre la mesa junto con un ramo de rosas.

— JimDae alguna vez me comentó que te gustan mucho las rosas azules — Murmuró — Así que decidí traerte estas.

Con una sonrisa de mejillas rosas, sacó delicadamente una rosa de entre el hermoso ramo solo para tendérsela a GiYoon, quien primero la observó por unos segundos antes de aceptarla.

— En las noticias salió que tu exesposa está presa y no es por nada, pero espero que le caiga un rayo en seco — Rió — Ah, es que JimDae la odiaba.

— ¡Oye, no!

— Más o menos, sí — Asintió — Espero que te recuperes pronto, GiYoonie.

Algo tímida, se acercó a GiYoon para dejar un beso sobre su mejilla y después no pudo evitar sonreír al ver que se sonrojaba con vergüenza.

— Adiós.

Satisfecha por saber que tanto GiYoon como JimDae estaban bien, decidió salir de la habitación con una sonrisa.

— ¿Y tú qué?

De verdad que llegó a resoplar cuando se encontró a YajaTzael en los pasillos junto con el hermano de GiYoon.

— Hola a ti también, YajaTzael — Sonrió — ¿Él es tu gatito?

— Sí, pero no pongas tus feos ojos sobre él — YajaTzael gruñó — Me lo vas a gastar, deja de verlo.

— Hola, mucho gusto, yo soy DaeGin.

— Uh, ya había escuchado sobre ti — Murmuró Zael — Es un gusto, mi nombre es Zael.

— Te admiro, Zaelly — Sinceró — Mira que estar con este hombre es cosa seria.

Gruñón, como siempre, YajaTzael se acercó solamente para jalarle un mechón de su largo cabello, a lo que ella respondió con estrellarle el bolso en el abdomen.

— En realidad, lo tengo dominado — Zael rió — Es un cachorro al final.

— O sea que eres tú quien manda en la relación.