♡*:.｡. cσqυєτσs sєทτiмiєทτσs .｡.:*♡ YoonMin (ℓiвrσ τrєs)

💓 cαρiτυℓσ vєiทτiσcнσ 💓

¿Por qué debía pasarle todo eso a JiMin?

Entendía la situación de YoonGi y conocía el hecho de que éste podría pasar por dolores de cabeza y cambios de humores ante la pérdida de memoria que sufrió por su maldita culpa.

Parecía un tornado que arrasaba con todo lo que amaba, con cualquier cosa que estuviera a su paso. Tenía ese maldito don de lastimar y destruir a las personas que más amaba y un ejemplo era su papá, por no haber hablado a tiempo hace años es que SangYeon tuvo tanto tiempo suelto y eso hizo que su papá se metiera con personas malas para buscarlo.

Dios.

JiMin cerró los ojos, escondió el rostro entre las manos e intentó tragarse ese doloroso nudo en la garganta que tanto odiaba.

Se maldecía una y otra vez, deseaba morir, desaparecer de ese mundo y ya dejar de hacerle daño a las personas que estaban a su alrededor.

Todo lo destruía y todo lo hería. Era un  maldito ser que no debía estar en ese mundo si lo único que provocaba era desastre por todos lados.

Por su jodida culpa YoonGi casi muere en varias ocasiones y por eso mismo es que estaba en el hospital, inconsciente desde hace más de quince horas.

Desde en la mañana que se lo había llevado al hospital y cuando llegaron, YoonGi ya estaba inconsciente, así ha pasado todo el bendito día y toda la noche. Ahora eran aproximadamente las una y media de la madrugada y YoonGi seguía inconsciente.

YajaTzael le había dicho de que su desmayo fue producto de los fuertes dolores de cabeza que últimamente estaba padeciendo. Le hizo múltiples exámenes y estaba con suero porque estaba internado, prácticamente.

Lo más raro de todo es que YoonGi se removía de un lado a otro como si estuviera dormido y no desmayado. En varias ocasiones se arrancó inconsistentemente el suero, así que su pobre mano estaba hinchada de tantas agujas.

Zael se encontraba afuera junto con GiYoon, quien intentaba mantenerlo tranquilo mientras YajaTzael esparaba los resultados de los exámenes y el único que estaba con YoonGi y que no quiso dejarlo por nada del mundo era JiMin, él de verdad que luchó con YajaTzael para que se pudiera quedar con YoonGi, así que ahí estaba; en el sillón, con los ojos rojos de tanto llorar y con una psicosis de ver a YoonGi cada dos minutos para ver si reaccionaba.

Las enfermeras le habían llevado ya varias tazas de café y mantas para que se cubriera del frío que hacía, ellas le pedían que durmiera un rato, pero él simplemente negaba.

— " ¿Qué dijo? "

— " Dice que eres jodidamente follable... Y que tienes buen trasero "

Entre lágrimas que provocaban que sus ojos ardieran, sonrió por recordar la primera vez que vio a YoonGi, ese chico que en ese entonces tenía veintitrés años, ese mismo chico de cabello gris que le coqueteó de la forma más descarada posible.

Ahora se da cuenta que, desde la primera vez que vio a YoonGi, se convirtió en su dulce coqueto.

Su dulce coqueto.

Levantó la cabeza y miró a YoonGi acostado en la camilla. Se veía tan tranquilo, tan tranquilo que verdaderamente se estaba preguntando si estaba dormido o inconsciente.

Si estaba dormido, no le sorprendería que no se haya despertado ni con todo el ruido ni con todas las agujas que tuvieron que ponerle, no le sorprendería por el simple hecho de que YoonGi tenía un sueño demasiado pesado.

— " Eres muy coqueto, Yoon "

— " Me amas igual "

Sonriendo entre sollozos, se quitó la manta para ponerse de pie y poder dirigirse hacia su novio.