💓 cαρiτυℓσ ciทcυєทτα y ciทcσ 💓

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— ¡¿Hasta cuándo?! ¡¿Cuándo será el día en que dejes de hacer tantas imbecilidades?!

YoonGi bajó la cabeza para ver el piso sin el valor de sostener la enojada mirada de Zael.

Es que luego de que Zael descubriera sus tatuajes y que lo arrastró hacia la casa, lo encerró en la habitación para gritarle un sin fin de cosas que jamás creyó escuchar de su parte.

Debe admitir que se estaba tragando las ganas de llorar con mucho esfuerzo porque de verdad que jamás había visto tan encolerizado a Zael y menos por su culpa.

— ¡Pasé días, meses y años en enseñarte las cosas buenas! ¡Dejé mi vida para dártela a ti! ¡Dime si todo mi esfuerzo valió la pena! — Espetó — ¡Tú no eres ni la sombra de lo que quería que fueras! ¡Ahora siento que entregué todo de mí por puro gusto!

Enojado, demasiado encolerizado y con los sumos tan altos que hasta rojo veía, pasó los dedos pos su cabello y luego se cruzó de brazos frente a YoonGi en busca de que éste le diera la cara y respondiera como hombre.

— Yo sé que no fui un buen padre, pero cuando Jaeh me dejó a tu cargo, era un niño a penas — Murmuró — Dejé mi infancia, mi adolescencia por ti y solo por ti.

Maldición.

YoonGi sabía que ese día debía llegar y ni siquiera estaba enojado con YajaTzael por eso, le agradecía más bien por guardarle el secreto, eso fue más de lo que esperó.

Ahora solo debía mantenerse quieto para que Zael soltara todo lo que tenía guardado desde hace años, incluso si cada cosa le partía el corazón.

— Dime al menos si tengo el derecho de enojarme. Sé que es tu cuerpo, pero yo soy tu papá — Enfatizó — ¡¿Te das cuenta de lo decepcionado que estoy de ti?! ¡Pisaste la línea del límite, YoonGi!

YoonGi se sentía tan incómodo por estar sin camisa que se abrazaba a sí mismo en busca de ocultarlos porque no soportaba que él los viera con enojo.

— ¡Te he dejado pasar cada maldita estupidez que has hecho! — Masculló —  ¡He soportado tus malacriansas, tu rebeldía y he tenido que soportar hasta tu mediocridad!

Wow.

Eso estuvo muy fuerte, pero estaba tan enojado que solo gritaba lo que sentía, más para YoonGi, la última palabra fue lo suficiente para hacerlo llorar.

Así, con la mirada baja, empezó a llorar en silencio para que él no se diera cuenta de que lo había lastimado.

— ¡Es que te juro que aún no lo puedo creer! ¡No puedo creer que fuiste tan idiota como para hacerte esas barbaridades! — Rechistó — ¡¿Qué pensará la gente de ti?! ¡Los demás no te van a tomar en serio!

Riendo de pura amargura e ironía, posó la mano sobre su frente para limpiar el sudor de cólera que tenía e ignoró por completo el que YoonGi estuviera llorando por lo que estaba diciendo.

— Tú sabes que yo te amo como eres, que jamás te he reprochado nada — Alegó — Pero, YoonGi, todo tiene un límite y tú lo pasaste, de viaje que sí.

Cruzado de brazos, clavó los ojos en su hijo, en cómo lloraba con la cabeza gacha y en cómo intentaba no soltar algún sollozo para que él no lo notara.

— Está bien que tengas perforaciones, está bien que te vistas como quieras y también está bien que tengas tatuajes, pero... ¿esto?

Negando con decepción, agarró a YoonGi del brazo para que se pusiera de pie y así él señalara el tatuaje que tenía en el estómago.

— ¿Qué beneficio mierda te ha traído? — Masculló — ¿En qué estabas pensando cuando te lo hiciste? Claro, ya sé.

Irónicamente soltó una risa mientras YoonGi aún tenía la cabeza hacia abajo.

— Pensaste en que como yo ya estaba muerto, nadie podía decirte nada — Argumentó — Claro, el estúpido Zael que todo te dejaba pasar, ya estaba muerto.

YoonGi, por primera vez, levantó la cabeza para negarle entre lágrimas.

Su cara no demostraba más que aflicción, que desesperación para que ya no dijera nada más.

— Qué divertido todo, ¿no? — Sonrió — Ya me tienes cansado, YoonGi, así te lo digo. Me rebalsaste la paciencia con tus mierdas.

Decepcionado se dirigió hacia los armarios para sacar una maleta y dejarla sobre la cama, eso hizo que YoonGi llegara a él entre sollozos de niño asustado.

— Toda mi vida desperdiciada. Di tanto para tener el resultado que no quería para ti — Vociferó — ¿Cuándo serás responsable? ¡Empieza ya a ser maduro y responsable!

Encolerizado como el carajo, sacó su ropa de los armarios y empezó a meterla a la maleta en desorden porque no se sentía de humor, ni con paciencia para doblar y ordenar.

— ¡Ya son veintiséis años, YoonGi! ¡Ya es para que pienses de otra forma y no como un estúpido sin cerebro! — Masculló — ¡Mírate, tienes una carrera, un titulo y solo estás sin hacer nada más que problemas!

YoonGi asintió varias veces y entre lágrimas intentó detenerlo para que dejara de meter la ropa a la maleta, pero él solo se la arrebató sin importar los sonidos que soltaba de la garganta que indicaban el querer hablar.

— ¡Es que, mierda contigo! ¡Tal vez todo esto es mi culpa! ¡Desde pequeño te mimé demasiado! — Espetó — ¡Incluso JiMin ya tiene su vida resuelta! ¡¿Tú qué tienes?!

YoonGi se hizo a un lado y sollozando miró cómo cerraba la maleta.

— Me iré de esta casa y para mañana quiero que consigas un trabajo. ¿Cómo? No sé — Informó — No te atengas a las cuentas bancarias.

Sin decir absolutamente nada más, agarró la maleta para arrastrarla hacia la puerta, pues quería irse de ahí para ir a desquitar su enojo a otro lado.

Ya suficiente daño le había hecho a YoonGi con sus palabras.

— Ten en cuenta y grábate que lo que te hace un hombre no es lo que tienes en la entrepierna.

Cuando salió de la habitación, caminó rápidamente por los pasillos e ignoró el que YoonGi fuera detrás de él.

¿Tenía derecho a enojarse?

Cualquier padre habría actuado hasta peor que él si viera en la piel de su hijo tremenda vulgaridad y cualquier padre se habría enojado hasta soltar palabras peores que las suyas.

Que YoonGi agradeciera que no era como los demás.

— Para mañana un trabajo y para mañana quiero a un hombre responsable y maduro — Enfatizó — Yo no quiero esto que estoy viendo.

Cerrando la conversación, salió de la casa sin mirar atrás y cuando YoonGi quiso ir detrás de él, JiMin lo detuvo.

— Fue suficiente por hoy, Yoon.

YoonGi, atacado en llanto, lo abrazó y se aferró a él para que lo cuidara, pues se sentía fatal.

— Sabes que tu papá te ama, solo hay que darle tiempo para que se le vaya el enojo.

¿Y si nunca se le iba?











♡*:.。.  cσqυєτσs sєทτiмiєทτσs  .。.:*♡ YoonMin (ℓiвrσ τrєs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora