Probablemente, si hace meses JiMin hubiera tenido sexo con YoonGi de la forma en como en ese momento estaba teniendo, le habría pedido de que parara, pues YoonGi era demasiado intenso, grosero e insaciable. Siempre lo dejaba agotado y sin una sola barra de pila.
Recuerda que siempre terminaba rogando porque se detuviera justo en la quinta ronda, pero ya iban más de ocho y él no tenía planeado pedirle a YoonGi que parara, no cuando había necesitado sexo durante mucho tiempo.
Toda la frustración sexual que había sentido se había ido en cuanto YoonGi lo empotró contra la pared e inició con esos besos que lo volvían completamente loco.
Lo único que recuerda antes de perder la cordura fue que habían llegado a la cama y entre sucios besos y fuertes toques se habían desnudado, luego de ahí solo ha habido altos gemidos, desesperados jadeos, un fuerte ruido tipo aplausos que provocaban el choque intenso de pieles.
En esa oscura habitación solo estaban ellos, completamente empapados de sudor y de semen, pues JiMin ha eyaculado tantas veces que la cama estaba hecha un desastre, al igual que ambos.
El motivo de tanto semen es que, como había pasado tiempo sin ningún roce íntimo, se había vuelto demasiado sensible y más ante los toques de YoonGi.
Claro que habían negociado lo del cachorro y él simplemente aceptó sin pensarlo dos veces, ya que verdaderamente estaba anhelando que YoonGi se lo follara de una maldita vez, cosa que sucedió al instante.
Estaba tan jodidamente insaciable que se había corrido seguido, tantos orgasmos cuando YoonGi a penas iba por el segundo.
Mierda.
Esas grandes y venosas manos manoseando sus muslos, esos delgados labios besando su cuello, esos pequeños dientes mordiendo su bajo abdomen y esa lengua lamiendo hasta sus más sensibles puntos.
Todo eso lo han hecho correrse de forma seguida.
Lo mejor de todo es volver a sentir dentro de él esa majestuosidad que YoonGi se cargaba.
Sentir nuevamente la perforación chocando contra su próstata lo tenía tendido en la cama mientras gemía sin pudor el nombre de su hombre.
— ¡YoonGi! ¡YoonGi!
Con el pecho subiendo y bajando toscamente, se retorció en la cama en busca de cerrar sus piernas ante tanto placer que sentía, pero YoonGi las tenía bien abiertas para poder hundirse mejor contra él.
— ¡YoonGi! ¡Mi-Mierda, Yoon!
Sufriendo de fuertes espasmos, llorando desesperadamente y empuñando las colchas entre las manos, sintió que YoonGi le arrebataba todo el aire en cuanto se encargó de abrirle más las piernas.
Maldición.
YoonGi lo quería bien abierto, así que sin una pizca de pesar, tomó sus muslos y luego los estrelló contra las colchas para que quedara completamente abierto, provocando que él arquee la espalda entre lágrimas.
Puede jurar que jamás se había sentido tan necesitado por correrse como ahora, pero es que YoonGi se lo estaba jodiendo como solo él podía hacerlo y eso verdaderamente lo estaba volviendo loco.
— ¡YoonGi! ¡Yoo-Yoon! ¡YoonGi!
Hipeando de forma jodidamente desesperada, comenzó a gemir mucho más alto de lo que antes lo estaba haciendo.
Se encontraba temblando de sobremanera y llorando como nunca, pero eran lágrimas del puro placer que estaba sintiendo. Nada más que todo el placer que tenía reunido en un solo punto.
Punto que tenía sus testículos jodidamente duros.
— ¡Yoon!
Mierda.
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♡*:.。. cσqυєτσs sєทτiмiєทτσs .。.:*♡ YoonMin (ℓiвrσ τrєs)
FanficTercerɑ temporɑdɑ de ∂υℓcє cσqυєτσ. Luego de que ese dulce coqueto sɑlvɑrɑ ɑ JiMin de cɑer de un bɑrrɑnco, luego de que lo sɑlvɑrɑ de lɑ bombɑ y luego de que recibierɑ el dispɑro por él, luego de todo eso su coqueto corɑzón estuvo ɑ punto de morir. ...