Capitulo 1.

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La cena llegó a la hora y para ese momento ya había cierto grado de conversación entre todos, y Agustín había decidido que nos sentamos juntos al reservado Ezo Vogrincic.

El director tomo su copa de vino y se levantó del asiento.

-Les doy la bienvenida a todos ustedes, jóvenes actores, espero y su trabajo sea magnífico y qué la película sea el esfuerzo en equipo de todos.- Brindó Juan Bayona con nosotros.

El primer plato de la cena se componía de una entrada de camarones de cóctel.

-¿Cómo ha estado el viaje Mati??-Dijiste el director que había estado preguntando cosas a todos.

-Tranquilo, director, sin ningún inconveniente, gracias por preguntar.-Volvi mi concentración al plato.

-¿Argentino verdad?.-Enzo hablo conmigo de todos en la mesa, hablo conmigo, era tan raro por qué no había dicho nada a nadie a parte de Agustín, se había mantenido serio y comía concentrado.

-Si, de Buenos Aires.-En ese momento recordé que me había olvidado de llamar a mi madre, saque mi teléfono pero mi celular tenía un SIM inservible en Uruguay y si sirviera tampoco podría usarlo porque no tenía el suficiente dinero para pagar saldo internacional.

El gran mantel blanco de filos dorados como el hotel era lindo, y no fue hasta ese momento donde noté lo del celular qué me fijé en los demás, la mayoría eran actores con mucha más experiencia qué yo y otros con una mayor posición económica que la mía, tenían buenas ropas de marca, bolsos y celulares de último modeló, tomaban fotos y grababan historias sobre el lugar, bebían vino y yo nisiquiera me había atrevido a beberme la copa completa del principio.

Y fue aún peor cuando pasaron el otro plato y a pesar de vivir en Argentina o en Buenos Aires y haber visto el plato en restaurantes, jamás había comido caracoles, por qué pasaban platos así a gente como yo qué no tenía idea de cómo comerlos.

Entonces sonreí y tome la decisión más sabía qué me enseñó mi madre, cuando no sepas algo evita quedar mal y encuentra siempre una salida.-Director, lamentó muchísimo el desperdiciar tan delicioso plato pero soy alérgico a los caracoles.-El director me miró sorprendido.

-No lo sabía Mati, una disculpa.-Llamo al mesero y le pidió qué me trajera algo más de la carta a mi elección.- Elegí algo porfavor, Mati.

Yo venía de la tierra de los mejores asados y carnes del mundo y elegi un.-Bife de chorizo porfavor.-Lo había comido antes, era carne y era un corte qué me encantaba en la carne.

-Se lo traigo enseguida, ¿Algún terminó en especial?.-Mejor la pensé.

-Medio.-El mesero se fue y después de un unos minutos llegó mi comida.

El postre por otro lado era un helado que se veía delicioso y sabía delicioso también.

-Los cuartos serán en parejas.-Dijo el director.-Aqui están las llaves tomen una.

Paula y Rafa que eran Omegas pasaron primero, y me dejaron sin opción de pareja para el cuarto.

-Vete por una llaves Matías.

-Eh... ¿Yo?.-Susurre a Enzo.

-Si tú, ve.-Me acerqué a la mesa de las llaves y tome una, mientras Enzo y Agustín platicaban de algo.

El director se despidió y nos dejó, yo analicé qué había tomado la llave que Enzo me dijo y así había aceptado compartir cuarto con el, estaba jodido.

Caminé hasta la recepción donde todos se despedían y agarre el brazo de Agustín.-Oye, con quién compartirás el cuarto.

-Conmigo.-La voz de Enzo resonó.-Esa llave.-Señalo mi mano.-Es nuestra.-Cuando la extendió y se la di el extendió de su mano otra llave.-Y está es tuya.

REFLECTORES EN EL HIELO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora