Capitulo 24.

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Sujete las piernas de Mati y lo miré.-Omega me vas a volver loco.

-Enzo.-Sujeto mi mano y me rasgo  el supresor.- Quiero ser tuyo ahora alfa.

Las cosas avanzaron más rápido de lo que tenía planeado una mezcla de las ganas que sentía de poseer su cuerpo fueron las que me impulsaron a moverme y a besarlo, a sujetarlo y a escuchar cada uno de sus jadeos.-Ahh..-Senti sus uñas en mi espalda con las embestidas.

Todo era en su máxima expresión solo sudor y gemidos, el aroma de el lazo de unión en el aire.

Cuando terminé me quedé quieto, Matías se movió un poco antes de que el nudo lo apresara también a él.-Uhm.-Escuche su queja y lo llene de mi olor.

-Calma Omega.-Mati suspiró y luego de unos minutos pude separarme de él.

-Insististe hasta termine en tú cama.-Me miró con burla.

-Me lo merecía, después de la aplastada que me diste hoy en la mañana necesitaba desquitarme las ganas .-Matias se carcajeo y puso su mano a mi alrededor y me abrazo.- ¿Mati puedo hacerte una pregunta?.

-Si claro, Enzo.-Se acercó más a mi.- Estoy intentando buscar un diminutivo para tu nombre pero todos suenan feos.-Me reí.

-Es algo que ni mi madre a conseguido.-Lo abracé.- La pregunta era, ¿Tú has compartido un celo con un alfa alguna vez?.

-¿Por qué preguntas eso?.-Enzo se incorporó un poco y me miró.

-Entraste en celo en las grabaciones pero fue apenas perceptible , duro muy poco, no exigiste más que unos mimos y entiendo que los supresores bloquean el instinto Omega pero no tanto, y llegué a esa conclusión.- Lo miré.-Bueno a esa duda con una posible conclusión

-No es tan simple Enzo.-Se sentó y lo ví jugar con sus manos.-Tienes razón no fue un celo fuerte, y probablemente jamás tenga uno en dónde vaya a perder completamente la conciencia aún sin los supresores, ni uno donde vaya a desear que me topes todo el tiempo.-Suspiro.-En ese tema si soy un Omega complicado, mis celos son bueno demasiado esporádicos, llegan pronto y se van pronto, y no, no he pasado nunca un celo con un alfa, por qué normalmente como tú dices, mis celos no se notan como los de otros omegas, una bendición o una maldición pero yo jamás he tenido un celo que me haga querer pasar teniendo sexo a cada rato y por eso en las relaciones pasadas que he tenido jamás nadie había notado que estaba en celo, hasta qué tú te diste cuenta.

-Entiendo, eres más de mimos, pero también es por qué nunca has estado con un alfa durante tu celo, por eso es tan suave, vas a ver el siguiente .-Los señalé.-No vas a querer nisiquiera salir de la cama.-Sujete sus muslos y lo puse contra mi.-De lo fuerte que te voy a coger.

-Enzo, mala elección de palabras cuando estamos desnudos, sabes.-Susurro Mati.

-Yo diría que buena elección, si hueles tan rápido así de dulce de nuevo.-Lleve mi mano a su entrada y como aún estaba dilatado y nuevamente lubricado metí mi dedo con facilidad.-Al pequeño le gusta qué lo sometan.-Meti más mi dedo y Matías abrió sus ojos en grande y soltó un leve gemido.

-Ghhp..-Se quejó, metí otro de mis dedos.

-De nuevo estás listo para mí, mi amor.-Saque mis dedos y me subí de nuevo frente a el.-Te gustan los segundos raunds Omega.-Acaricie su cara con mis manos y lo bese, pase mi erección en medio me sus piernas levemente.

-Mhhg..-Ese su pecho y baje hasta estar entre sus piernas, lamí lentamente lo lubricado que estaba antes de volver a su boca.-Enzo, ya basta de juegos.-Susurro lentamente.

-Estoy de acuerdo pero ahora quiero algo diferente.-Bese sus labios.-Se que te va a gustar.- giré y me quedé debajo de el, Mati se incorporó sentándose sobre mi abdomen, sentía su entrada mojando me el abdomen.-Te ves muy guapo.-Acaricie sus manos.

REFLECTORES EN EL HIELO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora