Capitulo 52.

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Llegamos a Montevideo y mi madre ya estaba allí esperando a Mati, por qué de seguro lo extrañaba más a él qué a mí.

-Camila.-Grito Mati al verla.

-Mira cachorro.-Ella lo abrazo.-Mi bebé.-Me extendió la mano y me abrazo a mi también.-Mi bebé de treinta años.

Estalle en una carcajada.-Hola mamá cómo estás, ya los extrañaba.

-Yo también los extrañé, niños, bueno vamos a casa, les prepare una rica cena.-En el coche Mati se removió algo incómodo.

-¿Te sucede algo mi amor?.-Pregunte.

-Si, solo hazme un favor.-Susurro, tomo mi mano y la puso bajo su vientre lentamente y fue allí donde noté qué debería haberme dado cuenta qué Matías había estado caminando o sentándose un poco encorvado por qué se estiró hacia atrás y noté un relieve mucho más grande en su vientre.

Mire a Mati.-¿Qué, tengo un payaso en la cara?.- Susurró, mi mamá miraba por la ventana muy relajada.

-No, Mati, ¿Te pesa?.- Matías negó lentamente.

-No me pesa, me incómoda un poquito por qué me patea, aún que tú no lo veas yo lo siento.-Susurro.-Y tengo ganas de ir al baño.-Sonrio.

-Hijo recuerdas a Harlan Roberts el hijo de Ronald el amigo de tu padre.-Ella me miró cortando la conversación en susurros que tenía con Mati.

-El Omega Harlan, si, lo recuerdo eramos medios amigos las pocas veces qué venía, ¿Por?.- Le pregunté.

-El le pidió a tu padre que lo recibieramos en casa, y como tú y Mati no lo sabían creó qué es correcto que lo sepas antes de llegar.- Asentí.

-¿Y por qué le pidió eso?.-Mis madre me miró y suspiro.

-Se que su padre lo hecho de la casa, exactamente por qué está embarazado y no tiene marca de reclamo.-Mati hizo una mueca dolorosa ante el comentario.- Y tú padre es su padrino, no lo podía desamparar, embarazado y a su suerte.

- Pobre.-Susurre.

-Es bueno que lo hayan recibido señora Camila.- Mamá hizo una mueca algo molesta.

-No lo hice por la bondad de mi corazón eso te lo puedo asegurar cachorro, lo hice por qué el papá de Enzo me insistió en recibir al joven en realidad.- Miré a mi madre.

-Entonces papá y tú están peleados, mamá.- Mi madre resopló.

-No, Enzo solo no me gusta la idea de un ajeno en casa, aún peor con el embarazo de Matías tan avanzado, debo preocuparme por mi nieto no por un niño que solo el mundo sabe de dónde salió.-Se quejó.

-Pero el está solo.- Hablo Mati.- Eso debe dolerle.

-No te ofendas cachorro, estoy enterada de la situación de tu madre y lo cercano que el problema de este joven  debe sentirse para ti.- Mati sonrió algo apenado de nuevo y asintió viendo a mi madre con una cara comprensiva.-pero aquel niño está viviendo en mi casa a costa de mi dinero y el de mi marido, y yo tengo qué preocuparme de ti, de Enzo y Eduardo, no de dos cachorros ajenos a mi familia.

-Bueno.- Mati bajo la mirada con pena.- Su esposo es muy bueno señora Cami.

-Lo se, pero bueno, ya no importa.- Respiró profundamente molesta.

-¿Qué es en realidad lo que te molesta mamá?.- Sabía que era algo más lo que a ella le molestaba.

-Está intentando meterse por los ojos a tu hermano.-Me dijo molesta.- Y eso no lo voy a permitir.

-Ya.-Me reí.- Edu no va a dejar que eso pase mamá, cálmate.

-Si tu lo dices.-Se quejó de nuevo.

Al llegar a casa y entrar al lugar, mi padre vivo a abrazarnos a mi y a Mati.

-Miren nada más llegaron mis cachorros.-Nos dijo a ambos.

Mati lo abrazo.- Señor Carlos, lindo volver a verlo.

-Igual hijo mío un placer.- Acarició a Mati y el le sonrió.

Yo seguí al olor ajeno y Vi a la molestia de mi madre y luego ví a mi hermano Edu.

-Mati.- Corrió a abrazarlo y luego me abrazo a mi.-Ya los extrañaba.

-Yo te extrañaba.-Mati le contestó.-Ten, te mandan ésto directamente desde donde estábamos.

Matías le saco un papel sobre con un olor qué reconocí al instante, el olor de Agustín.-¿Por qué yo no había visto eso?.-Hice una mueca, Eduardo guardo el sobre en su bolsillo con una sonrisa.

-Gracias Matu.

Pasamos de la entrada y los ojos de Harlan fueron al vientre de Mati, Matías ahora más relajado y estirado parecía haber obtenido como diez centímetros de vientre automáticamente.-Hola.- Salido Mati y estiró su mano.- Matías un gusto.

-Harlan.- Tomo la mano de Mati y luego me miró a mi.- Hola Enzo.

-Harlan, es una sorpresa verte en verdad.-El quiso levantarse a saludarme con beso en la mejilla y yo estire mi mano al frente, después de lo que dijo mi madre lo que menos quería era que un Omega intentará arruinar mi relación con Matías, por qué a momentos desesperados, acciones desesperadas, por qué alguien embarazado le va a pedir ayuda a un hombre que tiene dos hijos alfas si no es para intentar buscar un futuro mejor.

-Mati cómo está el bebé.- Dijo Edu abrazándolo.

-Alfa distancia.-Le dije a mi hermano y el se pegó más a Mati y Mati se rió y lo abrazo.

-Algo precioso, todo bien, tu sobrino y yo estamos bien, vamos a ayudar a tu madre en la cocina ven.-Mati se llevó a Eduardo y me quedé solo con Harlan y Papá.

-¿Cuántos meses tiene ya?.-Pregunto mi padre señalando a Mati.

-Va a los.- Conté en mis dedos.- Cuatro y medio.

-Ya tiene una pancita.-Señalo y asentí.

Una que mágicamente había aparecido desde el avión hasta aquí, me interesaba saber cómo , ya hablaría con Mati en la noche para preguntarle sobre eso.

REFLECTORES EN EL HIELO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora