Capitulo 31.

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-Enzo vamos tenemos que ir por el pobre de Agustín al aeropuerto, yo soy el embarazado que debería dormir un montón, no tú.-Lo sacudí.-Enzo siempre es lo mismo contigo alfa.

El olor de Enzo me envolvió y dejé de sacudirlo.-Calmado.-Susurro abriendo los ojos.-Por que siempre me despertas así.-Se quejó.

-Enzo, estamos retrasados nos vamos a tardar en llegar al aeropuerto por Agus.-Me quejé.

-Calmado.-Repitio.

-Pareces un viejo, cheto, y ocioso, ya levántate.-Enzo se sentó y suspiró.

-Calma.-Me sujeto la cara y me lamió la nariz.

-Enzo te apesta la boca.-Me quejé de nuevo.

-Mi hijo va a nacer amarillo de tan colérico que te pones.-Me acuso.

-Yo ya estoy bañado y listo y tú me vas a hacer llegar tarde donde Agus.-Enzo se levantó y su olor me volvió a rodear calmandome.

-Ya, voy a ducharme rápido y salgo y vamos por Agus.-Acaricio mi cabello.

Me recosté sobre el nido y resople.-Ay.. ay ay....-Me quejé, una punzada espantosa se instalo en mi vientre.-Ay..., Enzo.

No hizo falta ni que lo llamará nuevamente, el salió del baño con jabón en el cabello y se arrodilló frente a mi en el nido.- ¿Qué pasa?.-Pauso su mano en mi vientre.

-Ay.. ay.. me duele.-Enzo me miró y su olor entro por mi nariz y dió un leve masaje en mi vientre mientras me daba un beso, el dolor disminuyo lentamente hasta perderse.-Ah.. que fue eso.-Susurre espantado cuando Enzo se alejo del beso.

-Eso te pasa por colérico.-Se quejó.-Solo fue un calambre muscular, cálmate y respira.

-Me asusté pensé que era el bebé, por un momento pensé qué era el bebé.-Mis ojos se llenaron de lágrimas.

-Shhh..-Me dió un beso.-No es el bebé, el bebé está bien ahí dentro, lo que tiene es una madre colérica.-Se burló.-Que me hace asustar y salir enjabonado de la ducha.-Me reí al verlo.-Descansa.-Me señaló.-Voy a terminar de ducharme.

Enzo salió de ducharse después de unos minutos.-¿Cómo te sientes?.-Me acarició mientras se vestía.

-Bien, me siento bien.-Me incorporé en el nido.-¿Cómo sabías qué era solo un calambre?.-Pregunte cuando íbamos de salida al automóvil para ir por Agus.

-Por qué a Eduardo también le da calambres en el músculo del estómago cuando se enoja y se sujeta por el dolor justo en la boca del estómago, como lo estabas haciendo tú, tienes que aprender a controlar eso Omega o el próximo susto que nos llevemos puede ser en verdad el bebé y no solo un susto.-Asenti.

Llegamos al aeropuerto díez minutos antes que el vuelo y Enzo me miró.- Ves, te das cuenta, no nos íbamos a atrasar, primero me despiertas a sacudidas y luego te da un calambre por el enojo y todo sin razón alguna.- Puso su mano en mi vientre.-Y nos hiciste salir sin desayunar, voy a comprarte algo para comer mientras esperamos a Agus, ¿Qué quieres?.

-Algun con chocolate.-Enzo sonrió.

-Voy a traerte algo saludable.-Se bajo del carro a la tienda y cuando volvió tenía un jugador de naranja y un sanduche.

-Y mi chocolate.-Susurre.

-Ayer te acabaste la Nutella, no hay más chocolate para ti por ahora, tú solo alimentate bien.-Abrio la funda de mis pastillas y me las dió.

-Las trajiste.-Sonrei.

-Cuando tienes un Omega que te hace salir sin desayunar uno debe estar preparado para traer la funda de vitaminas, estás embarazado, no es broma el cachorro.-Acabe de comer y Agus salió minutos después y Enzo hizo sonar el claxon.

REFLECTORES EN EL HIELO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora