Capitulo 30.

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Pov ... Mati.

-¿Mati como te sientes con el embarazo?- Me preguntó la mamá de Enzo cuando estuvimos solos.

-Aterrado, sabes  hoy me encontré con mi padre.-Bufe.

-¿Tú padre?,¿Tú padre vive en Montevideo?.- Asentí .

-Si, tiene esposa e hijos, para contar esto daría lo que fuera por una copa de vino.-Suspire colocando la mano en mi vientre qué aún estaba plano sin nada diferente.

Le conté lo mismo qué a Enzo, el abandono, la historia triste.-Vaya familia más complicada para un Omega tan dulce.-Me acarició el cabello Camila.-Pero bueno ahora lo importante es qué te alimentes, descanses y estés tranquilo, por ti y por el cachorro.

-Lo se, hoy vimos con Enzo el cartel de nuestra película.-Sonrei.- Estoy emocionado por ello.

-Cariño ustedes dos saltarán a la fama, son muy talentosos.- Me acarició.

-Estabas pensando dejarme crecer el cabello.-Sonrei y mire a Camila.-Un poco hasta los hombros tal vez podría trenzarlo o peinarlo distinto.

-Estás una buena idea pero toma en cuanta qué los bebés tiran del cabello y tenerlo largo aumenta el riego a quedarse sin el.-Me reí ante su comentario.-Pero si te gusta como te lucirá, el cabello largo es una buena opción, te veras guapo.

-Los voy a pensar.-Me acomodé y Vi a Enzo pasar.

-Alfa.-Lo llamé.

-Dije Omega.-Le hice un puchero.

-Mi Nutella , alfa, no me  compraste mi Nutella, tu hijo va a nacer con cara de Nutella.-Enzo se me acercó y me dió un beso lento, y suave en los labios.

-Voy por tu Nutella.- Sonreí.

-Gracias alfa.-Enzo salió con su padre a la tienda.

-Hola cuñado.-Me saludo Eduardo sentándose a mi lado.

-Voy a traer helado mientras ustedes conversan.-Dijo Camila, saliendo a la cocina.

-Hola pequeño alfa, cómo estas.-Se sentó a mi lado.

-Bueno estoy bien, hacía tareas, aburridas tareas.-Me miraba curioso.-¿Puedo poner mi mano en tu vientre?.-Pregunto curioso.

-Si claro.-Retire la mía y el puso su mano en mi vientre.

-No se nota nada.-Tanteo lentamente sobre mi piel.

-Está muy pequeñito, apenas tiene seis semanas.-Le dije sonriendo.

-¿Seis semanas?,¿Cuando lo hiciste con mi hermano?.-Mejor reí.- Voy a tener un sobrinito que lindo.

-Cuando lo hice con tu hermano, para que deseas saber eso.- Me reí.-Eres muy pequeño para eso.

-Claro, muy pequeño , tu bebé es el pequeño yo no.-Acaricio un poco más mi vientre.- Debe ser bonito.

-¿Qué?.-Me sonreí.

-Tener un bebé allí dentro, saber qué hay algo tuyo y de quién amas creciendo en ti, eso debe ser bonito.-Me soltó.

-Si, la verdad se siente bonito, pero sin duda alguna el amor es la mejor parte de todo, saber que a tu pareja le importa tanto como a ti es lo que hace que valga la pena.-Sonrio lentamente.

-Eres muy lindo Mati.-Dijo abrazándome.-Lo sabías.

-Gracias , Eduardo, me halagas en verdad.-Sonrei.

-Quiero encontrar un Omega tan lindo como tú.

-Jovencito, busca a ese Omega lejos de mi omega.- La voz de Enzo sonó bastante amenazante y logro que Eduardo de pusiera tenso.

-Enzo.-Regañe.-Trajiste mi Nutella, alfa celoso.

Me mostró el tarro y me lo dió, yo lo destape y le ofrecí un poco a Eduardo mientras metía mi dedo en el frasquito y lo llevaba a mi boca.

-Te voy a traer una cuchara.-Se quejó Enzo.

-Gracias, te amo.-Sonrei y abracé a Eduardo.-No hagas caso al tonto de tu hermano, está un poquito loquito.-Eduardo me abrazo.

-Muero de ganas por conocer a mi sobrino.-Sonrei dándole más chocolate.

-Tu cuchara.-Me dijo Enzo.-Ya, Eduardo vete a ver si ya puso el marrano, quítate de los brazos de mi Omega.

Tire de Enzo al sillón y lo bese.-Calma Enzo, qué te pasa -Me reí.-Sabes qué te amo verdad.

-Si, pero a mí no me abrazas.-Me reí abrazándolo.

-Mi amor, si eres mi alfa grandote y yo te amo mucho.-Sujete sus mejillas y lo bese de nuevo.-Pero no te pongas celoso de tu hermanito.

-Estos alfas acaparadores.-Dijo la mamá de Enzo apareciendo.-Jamas pueden dejar sus celos de lado.

Abrazó a Enzo separandolo de mi.-Tienes que controlarte mi amor.-Le beso la mejilla.-Asi que no seas un cachorro necio y cuida a tu Omega, deja los celos de lado.

-Bueno, ya entendí.-Se quejó y me quito la cuchara de Nutella.

- Ey, mi chocolate.-Me quejé.

-No, ahora es mi chocolate.-Nos reímos todos.

Enzo me guiño un ojo devolviéndole la cuchara.-Te amo.-Le dije.

-Más de cuatro te amo en un día, vamos avanzando, es por qué en verdad me amas o por el chocolate.-Enzo miró el tarro.-¿A caso es mágico?.

-Tarado.-Susurre.

REFLECTORES EN EL HIELO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora