Capítulo 35

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Capítulo 35.

- Alex, sé que no me he comportado de la mejor manera, pero necesitamos hablar, de ti de mí y de... - se acercó al odio de la pelirroja. - nuestra hija. - ahora no se rendiría, formaría una familia, dejaría que a su hija le pasara lo mismo que ella, que su madre tuvo que hacerlo todo sola.

Continuara...

- el patio de la universidad no es el mejor lugar para arreglar sus asuntos, Arias. - hablo Sara, después de todo su deber era proteger a la familia Zor-El y evitar un escándalo era parte de eso.

- tú no te metas Sara. - hablo Arias con molestia, esa chica no solo había ido por Alex, sino que ahora estaba tratando de meterse en su relación.

- Arias, no deberías hablarle así a Sara. - reprendió Alex, aunque de algo estaba segura, le gustaba ese lado celoso de su Sam.

- ¿vas a defenderla? - cuestiono con incredulidad. - ¡Alex tú no puedes...! - pero Alex había callado efectivamente a Sam de la única manera que podía sin levantar sospechas, dándole un beso. - Alex. - susurro la castaña cuando el beso se rompió.

- la castaña se acercó al odio de Arias y le susurro para que solo ella y Sara pudieran oír. - esto no significa nada, no puedes hacer un escándalo ¿lo olvidas? Si lo que quieres es hablar, bien, lo haremos, pero no aquí, en el hospital de mi tío, a las cinco. - dijo Alex y se retiró de ahí con Sara a su lado.

Sam se había quedado plantada en ese lugar, ese beso había sido frio y sin ningún significado, le había dolido, Alex había sido muy fría con ella, aunque sabía que se lo tenía bien merecido, aun así no esperaba eso, debía de irse preparando mentalmente para una negativa de la pelirroja, cabía esa posibilidad y no podía descartarla, Alex estaba molesta y tenía toda la razón para estarlo.

Por otro lado, Sara había llevado a Alex a la sala del consejo estudiantil para que se calmara, ya que la conversación con Arias la había alterado un poco, así que la llevo ahí y la sentó, le preparó un té y se lo sirvió para después sentarse junto a ella.

- ¿estás bien? - cuestiono la rubia cuando Alex dio un leve sorbo a su te.

- sí, lo siento y muchas gracias. - decía la pelirroja con un poco de pena. - no sabía que me afectaría tanto, sabía que en algún momento teníamos que hablar, pero me tomo con la guardia baja. - se excusaba Alex con Sara, una faceta vulnerable que no le gustaba mostrar a nadie, pero ya que más daba mientras fuera una de sus amigas sabía que estaría bien.

- es normal rojita, todavía la amas, debes prepararte y pensar muy bien cuál será la decisión que vas a tomar, ya que no solo te afectara a ti sino a tu... - dijo Sara y vio directo al vientre de la pelirroja refiriéndose al bebé.

- sí, lo sé. - contesto Alex y se llevó ambas manos a su vientre, donde ella creía estaba su bebé. - la amo mucho Sara, pero tengo miedo de que solo este segura de que me ama porque Kara no está, tengo miedo de que cuando Kara vuelva ella de nuevo desconfié de mí y rechace a mi bebé, eso no lo soportaría. - exponía la castaña, nadie la podía culpar por ese miedo o por desconfiar de la castaña, ya que las relaciones no eran el fuerte de Arias.

- no te diré que entiendo cómo te sientes, porque no es verdad, pero así como me has dicho esto a mí, se lo tienes que decir a Arias, ella lo tiene que saber, tiene que ser consciente de lo que hace contigo, de todo el daño que puede causar con su indecisión y sus inseguridades y tienes que poner las cartas sobre la mesa con ella, sino jamás entenderá. - decía ya un poco molesta la rubia, esa chica no sabía la suerte que tenía y aun así no era capaz de apreciarla, ahora entendía por qué Kara siempre estaba al tanto de Alex, al principio pensó que era porque la sobreprotegía al ser la mayor, pero ahora lo entendía, solo estaba protegiendo a la pelirroja.

Un Amor para RecordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora