- ¡KARA! - había sido el desgarrador grito que rompió la tranquilidad de esa noche que debía ser perfecta para ella, pero que la desgracia se había empeñado en opacar causándole un gran dolor.
Continuara...
Horas antes...
En uno de los barrios más peligrosos de Metrópolis un hombre vestido completamente de negro hablaba con un grupo de hombres, al parecer ese sujeto quería que esos hombres le ayudaran en un asunto, claro recibiendo los honorarios correspondientes, solo que el trabajo se les hacia un poco complicado y algo arriesgado y le estaba costando el convencerlos.
- vamos, les pagare muy bien. - ofrecía el hombre para que los otros hombres por fin aceptaran su oferta.
- el trabajo que quieres es muy arriesgado, además esa familia tiene guardaespaldas personales. - hablaba el líder de la banda, la paga era muy buena, pero no quería perder a ninguno de sus hombres.
- pero ellos no usan armas, esa familia no aprueba el uso de armas y por lo que veo ustedes cuentan con unas, eso les da la ventaja. - trataba de convencer, pero los hombres estaban más que renuentes. - si quieren puedo aumentar la cantidad, puedo darles la mitad a hora y la mitad después de haber el hecho el trabajo. - negociaba de nuevo, si en algo era bueno era en convencer gente y está vez no sería la excepción.
- mira amigo, si nos interesa el trabajo y es un buen punto eso de las armas, pero con un séquito de guardaespaldas especialistas en desarmar y combate cuerpo a cuerpo nosotros llevamos las de perder. - que el sujeto aumentara la suma solo le hacía pensar, que tan peligroso sería hacer el trato o que tanto deseaba ese hombre hacer el trabajo.
- solamente tiene un guardaespaldas y es una mujer, esa familia solo lleva uno consigo, lo he estado siguiendo, piénsenlo, es dinero fácil, ustedes no tendrán que hacer más trabajos por un tiempo por la cantidad de dinero que les pagare y yo obtendré lo que quiero, es un buen trato. - sabía que esos hombres eran los indicados, nadie se metía en esa zona por temor a ellos y uno de los bares que había frecuentado buscando gente para hacer el trabajo se los habían recomendado, llevaba varios días buscando quien le pudiera ayudar a hacer ese trabajo, sabía de ante mano que no era algo sencillo y que nadie querría ir en contra de esa familia por las consecuencias que conllevaba era por eso por lo que estaba ofreciendo una buena cantidad.
- bien, aceptamos, dinos donde y cuando quieres que lo hagamos. -respondió el líder, si era una mujer por mucho que supiera o fuera experta en defensa personal sin armas, ellos eran cinco y llevaban las de ganar.
- hoy tendrá lugar una fiesta, estoy seguro de que saldrá después de ella, ahí es cuando la interceptaran, les daré la dirección de donde estará y la de la fiesta, para que la vigilen. - todo tenía que ser perfecto, no podía haber ningún error porque esa oportunidad era única, no habría otra como esa si llegaban a fallar.
- bien, pero después de que tengamos el paquete ¿Dónde desea que lo dejemos? - decía el líder, le encantaba el dinero fácil, pero aun así se le hacía un poco arriesgado.
- los llevare ahí ahora, así que apréndanse el camino, una vez que estemos ahí, ultimaremos detalles. - dijo el hombre convencido de que pronto consumaría su venganza, no se compararía con lo que le habían hecho a él, pero cuando menos se desquitaría.
Como les había dicho a esos hombres los había llevado a una cabaña en el bosque muy apartada y que solo una persona sabía que existía, había adquirido ese terreno hacía tiempo ya y no lo había utilizado así que ahora le serviría para saldar cuentas; les explico a los chicos lo que quería que hicieran, así como también les mostro una foto de su objetivo, les pidió que consiguieran un transporte, les dijo donde se ubicaran para poder vigilar al paquete como esos hombres le habían llamado al objetivo y después de ultimar los detalles despacho a los chicos, él se quedó ahí para preparar la cabaña y que estuviera lista para el huésped que pronto iba a tener.
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Un Amor para Recordar
Fiksi PenggemarUn corazón roto por la traición busca un lugar para desaparecer, una corazón confundido que no tiene idea de que hacer con sus sentimientos ¿será el amor mas grande que la desconfianza? ¿se puede sanar un corazón roto?