- ma-mi, ma-má. - eran sus primeras palabras y estaban cargadas de tanto significado para sus madres, pues no solo eran sus primeras palabras, sino que además eran dirigidas a ellas, no podían estar más felices.
Continuara...
- Ese había sido otro día más que memorable para ella ahora como madre; se había sumergido tanto en sus pensamientos que Sam había tenido que darle un codazo para sacarla de su ensoñación. - ¿Qué pasa? - cuestiono viendo a Sam.
- número uno, ya casi llegamos a la iglesia y vamos con buen tiempo. - decía la castaña con una sonrisa en el rostro. - y numero dos te has perdido de toda la conversación entre nuestras esposas así que por tu bien a todo lo que pregunten, tu solo di que sí. - Kara y ella se habían hecho muy buenas amigas y cuñadas, tanto que hasta se cubrían entre sí, pero eso no quitaba que la rubia la reprendiera siempre que metía la pata con Alex, porque después de todo, la pelirroja seguía siendo la hermana de la rubia.
- gracias. - respondía la rubia en el mismo tono bajo para que sus esposas no se dieran cuenta de nada.
- ¿entonces amor? ¿Te parece bien todo? - cuestiono Lena viendo a su esposa con una sonrisa, este sería el cuarto cumpleaños de su hija y deseaba que fuera inolvidable, justo como los otros tres, pues quería crearle buenos recuerdos a su hija.
- amor todo lo que tu decidas está bien para mí. - respondía la rubia con una sonrisa, hacia tiempo que había aprendido las respuestas correctas para esas preguntas donde no ponía atención.
- amor, pero quiero que te involucres en esto, quiero que juntas planeemos todo, que vayamos juntas a comprar todo lo necesario, el pastel... - pero la pelinegra ya no pudo continuar porque su pequeña la había interrumpido.
- patel. - dijo la pequeña Lori al escuchar a su madre decir esa palabra, desde que había comenzado con sus primeras palabras, ahora repetía todo lo que decían los demás y se graba los nombres de las cosas que más le gustaban.
- si princesa, mamá dijo pastel. - respondía Kara a su hija pues siempre que decía una palabra ella la alentaba. - amor lo haremos todo juntas, lo prometo, te acompañare a donde sea. - decía Kara a su esposa con una sonrisa coqueta.
- hemos llegado. - informo el chofer cortando todo comentario que fuera hacer Lena.
El chofer bajo del auto y abrió la puerta para que sus ocupantes descendieran, Kara bajo y tomo a su hija en brazos para después ayudar a bajar a Lena y lo mismo hizo Sam; una vez que todos estuvieron fuera del auto, Kara le pidió al chofer que estacionara el auto, pues sabía que la ceremonia sería un poco larga, solo esperaba que su pequeña se comportara con sus tías, pues ella tenía que estar al lado de una de las novias junto con Alex como las madrinas y Lena era una de las damas de la otra novia.
- tranquila, todo va a salir bien, ni que la que se fuera a casar fueras tú, Sam y nuestra madre se harán cargo de Lori y Rubí, además sabes que junto con mamá estará Lilian. - decía Alex con una sonrisa, pues sabía muy bien leer a Kara y sabía cuál era su preocupación.
- eso espero. - respondió la rubia y sonrió pues de verdad no quería que los invitados, amigos y familia se dieran cuenta que la futura heredera del imperio Zor-El, no era más que una consentida, cosa que ella misma había fomentado.
- anda, vamos a hacerle compañía a la novia que debe estar nerviosa y relájate por favor. - decía Alex mientras le entregaba su hija a Sam y la rubia hacia lo mismo con su colocándola en el otro brazo de la castaña con la esperanza de que su madre y su suegra lograran controlar a las dos pequeñas.
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Un Amor para Recordar
أدب الهواةUn corazón roto por la traición busca un lugar para desaparecer, una corazón confundido que no tiene idea de que hacer con sus sentimientos ¿será el amor mas grande que la desconfianza? ¿se puede sanar un corazón roto?