ﾟ･* 🛍 ¸¸.•*¨*• 𝐹𝑎𝑛𝑐𝑦 𝑌𝑜𝑢 •*¨*•.¸¸ 🛍 *･ﾟ (𝐿𝑖𝑏𝑟𝑜𝑠 𝑑𝑜𝑠)

🛍𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒕𝒘𝒐🛍

Zael alzó la cabeza cuando YajaTzael se sentó a la par suya.

— Hola, gatito.

— Todavía me siento un poco enojado contigo — Confesó — No me gusta que desconfíes de mí.

YajaTzael asintió antes de posar una de sus grandes manos sobre sus muslos.

— No desconfío de ti, Zael, desconfío de los demás — Respondió — No sabemos si uno de tus pretendientes está igual de loco que Choi.

Zael bufó mientras apartaba su mano.

— Llevamos un tiempo discutiendo ya, es aburrido.

— Bien, podemos no discutir si decides ya no coquetear con los demás.

— ¿Cuántas veces debo decirte que no coqueteo con nadie?

Repentinamente enojado Zael se puso de pie con el ceño fruncido.

— Eso no es lo que dicen mis ojos — YajaTzael dijo cuando también se puso de pie — No estoy diciendo que me engañes, solo no me gusta que los demás se acerquen a ti.

— Pero las que eran tus putas sí pueden acercarse a ti y yo debo quedarme callado, ¿no? — Espetó — Pues, adivina qué, yo no soy tu maldito sumiso, YajaTzael.

— ¿Pero de qué carajos estás hablando? — Masculló el mayor — Ni siquiera sé por qué te pones tan a la defensiva si solo...

— Señores, disculpen.

Ambos se voltearon cuando uno de los hombres de los Min entró a la sala.

— ¿Qué pasa, Koya?

— Señor Min, le han traído algo de forma anónima — Informó — Pero le dejaron este sobre.

Alzó el sobre para que Zael pudiera tomarlo, pero YajaTzael llegó primero y se lo arrebató para abrirlo sin ningún cuidado.

— Oye, ¿qué te pasa?

YajaTzael se alejó con la nota cuando el castaño quiso acercarse para quitársela.

— " Espero que te guste mi regalo... gatito "

Luego de leer lo que la tarjeta decía, alzó la mirada para ver a Zael con la mandíbula tensa y con los ojos inyectados en celos.

— ¿Quién mierda es este, Zael? — Cuestionó — ¡Habla!

— ¡No lo sé! — Respondió Zael — ¡Ni siquiera hay nombre en la nota! ¡¿Cómo carajos voy a saber quién es?!

— Claro, es que se me olvidaba que tienes miles de pretendientes — Dijo con ironía — Veremos cuál es.

— ¡YajaTzael!

Zael lo siguió cuando él salió de la mansión para buscar el dichoso regalo.

— ¡¿Qué carajos pasa contigo, YajaTzael?!

Gruñó cuando miró el auto negro y de paquete que estaba estacionado frente a los otros coches.

— Wow, qué hermoso regalo, Zael.

Ante su tono irónico, Zael lo jaló del hombro para obligarlo a encararlo.

— ¿Quién te regaló algo así, gatito?

El menor no se inmutó cuando él lo tomó con fuerza de la mandíbula.

— Ya te dije que no sé — Habló entredientes — ¿Debo repetirlo?

— Podrías hacerlo.

— ¿Para qué? De igual forma no me crees.

YajaTzael gruñó, eso provocó que los hombres de Zael se pusieran en alerta y llegaran a apuntarlo con las armas, sin embargo Koya les hizo señas con la mano para que bajaran las armas.