ﾟ･* 🛍 ¸¸.•*¨*• 𝐹𝑎𝑛𝑐𝑦 𝑌𝑜𝑢 •*¨*•.¸¸ 🛍 *･ﾟ (𝐿𝑖𝑏𝑟𝑜𝑠 𝑑𝑜𝑠)

🛍 𝑪𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒔𝒆𝒗𝒆𝒏🛍

JimDae jadeó y arqueó la nuca cuando GiYoon empezó a besar su abdomen con humedad y entre deliciosos mordiscos.

— Vamos, bebé — Pidió entre jadeos — Suéltame.

GiYoon, como respuesta, solo sonrió mientras mordía sus grandes pectorales y pellizcaba uno de sus pezones.

— No te soltaré, Park — Murmuró — No sabes lo que me fascina verte bajo mi poder.

JimDae volvió a jadear con los ojos cerrados, solo podía intentar zafarse, pero sus muñecas estaban bien amordazadas contra los tubos de la cama.

Ya estaba sudado, GiYoon le había quitado la camisa para jugar con él.

Se encontraba jadeando en esa habitación algo oscura mientras sus ojos yacían cubiertos con una corbata.

— No me hagas esto — Susurró en medio de gemidos — Mierda, no.

GiYoon sonrió de lado antes de bajar de la cama.

— Cierra la boca, Park — Ordenó — No quiero que hables, solo quiero escuchar tus jadeos.

Tras decir eso, se dirigió hacia el sillón para tomar el látigo que estaba sobre el respaldar.

— Bebé... Deseo tocarte.

Él rió cuando se posó frente a la cama.

Miró a JimDae y el cómo éste intentaba soltarse.

— Y yo deseo jugar, Park.

Sus ojos se clavaron en los gruesos hilos del látigo y llegó a mirarlos con fascinación mientras JimDae solo soltaba roncos jadeos.

— Sabes que me gusta jugar — Sonrió ladino — Y amo mucho usarte, eres mi muñeco preferido.

Esa sonrisa latina se hizo más atrevida cuando escuchó el jadeo de JimDae tras alzar el látigo y estrellarlo contra ese fuerte abdomen.

JimDae apretó los puños mientras se removía por el ardor.

Su cabeza se hundió en la almohada cuando el látigo volvió a estrellarse en su abdomen.

— Gi...

— No hables, te lo ordené.

Pasó saliva y luego entreabrió la boca cuando otro latigazo chocó contra uno de sus grandes pectorales, provocando así que llegara a tornarse rojo.

Mierda.

Ante el ardor por los múltiples latigazos, empezó a removerse entre fuertes jadeos mientras el sudor recorría sus heridas y hacía que fuera peor.

— No sabes lo rico que es verte así — GiYoon rió — Es una imagen tan caliente, Park.

Se desabrochó el saco, se lo quitó y lo lanzó al piso para poder subir a la cama y sentarse en el regazo de JimDae.

Mierda.

Qué rico era sentir ese gran bulto.

— Sé que esto te gusta — Susurró — Te encanta que yo juegue contigo, ¿no es así?

Acercó su rostro solo para tomar el labio inferior del mayor entre sus incisivos y jalar de él hasta encargarse de hacerlo sangrar gracias a que ellos se clavaron con profundidad.

— Eres mi juguete preferido.

Se mordió los labios cuando se incorporó y sus manos se posaron sobre esos fuertes pectorales.

— ¿Te gustó?

Tomó la mandíbula de JimDae para mordisquear el mentón y luego sacar su lengua solo para lamerlo.