🛍𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒕𝒉𝒊𝒓𝒕𝒚 𝒇𝒐𝒖𝒓🛍

593 66 18
                                    

— ¡JiMin-Ah! ¡JiMin-Ah, ábreme la puerta, bebé!

Frustrado YoonGi adhirió la frente contra la puerta mientras la tocaba con insistencia para que JiMin le abriera.

Llevaba como una hora gritando, ofreciendo un sin fin de disculpas y nada que JiMin quería abrirle.

Está bien, él acepta que se portó como un patán que no quiso cargarle las bolsas, pero es que eran muchas y pesaban, era obvio que se iba a quejar. Para colmo, JiMin se lo cumplió y se fue a tomar un helado con ese tal Chanie.

Ese maldito orejas de Dumbo.

Gruñó como el celópata que era.

— ¡JiMin-Ah, por favor!

— Míralo, JimDae. Mira lo desgraciado que se ve.

Genial.

Lo que le faltaba, su estúpido suegro junto con toda su humanidad.

Ahora iba a ser el centro de burla de ese maldito.

— Tú no te cansas de humillarte, ¿cierto?

— ¿Por qué mejor no te vas y dejas que me humille a gusto?

Irritado se volteó para encarar a YajaTzael, quien estaba de brazos cruzados con una sonrisa tan burlona que hasta a JimDae contagiaba.

— Sí sabías que JiMin está en la habitación de JiMmy, ¿no?

Como si un balde de agua fría le hubiera caído encima, cerró los ojos mientras escuchaba las carcajadas de su suegro.

Ese maldito.

— Mueñeco de nieve, eso quiere decir de que has estado gritando de puro gusto — Murmuró JimDae — Y de cierta forma... humillándote de puro gusto.

YoonGi gruñó, verdaderamente gruñó ante la risa burlona de YajaTzael.

— Esta no era la imagen que me esperé de mi yerno, ¿sabes? — Sonrió — Me lo esperaba más... inteligente.

— ¿Por qué mejor no te vas a joder a la puta que te parió?

— Como ni la conozco, estúpido — Respondió de brazos cruzados — Pero, bueno, te dejamos para que le sigas gritando a la puerta.

— Yo no entiendo por qué hay personas que se sienten intimidado por él si, mira, parece un muñequito de porcelana.

JimDae soltó una risita sin esperarse de que, entre gruñidos YoonGi se le acercó para nada más que pellizcarle uno de sus pezones.

— ¡Oye!

Entre muecas se masajeó su delicado pezón mientras YajaTzael giraba los ojos.

— Váyanse, par de tontos — Rechistó — Váyanse al baño y mastúrbense de nuevo.

— Tú no vas a estar tranquilo hasta que te meta tu golpe en la cara, ¿cierto?

Como respuesta, YoonGi le sacó el dedo corazón justo cuando JiMin apareció con su pijama favorita, la de mandarinas.

— Papi, ¿ya estás molestando al Señor Min?

— ¿Disculpa? Si es este estúpido el que me molesta con su sola existencia — YajaTzael gruñó — Pero hay un Lucifer, hay un Diablo que está esperando que yo te done como sacrificio humano, hijo de pu...

Frunció el ceño cuando JimDae le cubrió la boca mientras sonreía.

— Nosotros los dejamos, tenemos que ir por la nueva mercancía, ¿no es así, bebé?

YoonGi se cruzó de brazos, JiMin siguió tomando su juguito y él se llevó a rastras a YajaTzael mientras éste mascullaba un sin fin de maldiciones, como siempre y todos los días.

゚・* 🛍 ¸¸.•*¨*• 𝐹𝑎𝑛𝑐𝑦 𝑌𝑜𝑢 •*¨*•.¸¸ 🛍 *・゚ (𝐿𝑖𝑏𝑟𝑜𝑠 𝑑𝑜𝑠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora