🛍𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒆𝒊𝒈𝒉𝒕𝒆𝒆𝒏🛍

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— " No diremos nada acerca de esto... Es un secreto "

YajaTzael frunció el ceño mientras yacía en su quinto sueño.

— " Y si lo recordamos... juro que voy a morir de la vergüenza "

Pero qué mierda.

Abruptamente se sentó en la cama con el corazón malditamente acelerado, empezó a jadear mientras sudaba.

Volteó a ver a la derecha y ahí estaba JiMin hecho bolita, luego giró a la izquierda y observó la hora.

Eran las cuatro y media de la mañana.

— Mierda... Qué sueño tan raro.

Todavía asustado se acostó nuevamente en la cama y cerró los ojos para tratar de conciliar el sueño.

— " No sabes lo sucio que es Zael "

Jadeos y roncos gemidos, excitación y placer, cuerpos agitados, besos, mordiscos.

Mierda.

— ¡No fue un maldito sueño!

Asustado YajaTzael cayó de la cama hacia el duro piso.

Atónito observó el pecho tras recordar lo que había pasado hace horas en el baño.

— No vuelvo a tomar una sola gota de alcohol — Susurró — Lo juró por mis hijos.

Carajo.

Ya todo el alcohol había desaparecido de su cuerpo y ahora podía recordar todo lo que pasó.

Ya no podría volver a mirar a JimDae a los ojos.

— Maldición, necesito un martillazo en la cabeza.

Suspirando sin aún poder creerlo, se levantó del piso para dirigirse hacia la puerta.

— ¿Papi?

Se giró para ver a un adormilado JiMin que llegó a despertarse por no sentir su calor corporal.

— Sigue durmiendo, bebé, ya regreso.

Cuando observó que el menor asentía y se volvía a acomodar para seguir durmiendo, él abrió la puerta y salió de la habitación.

Entonces, para su mala suerte, su habitación quedaba casi en frente de la de JimDae y justo éste se encontraba saliendo.

Los dos conectaron miradas que duró solo un par de segundos, ya que al sentir tanta vergüenza, apartaron rápidamente la cabeza con las mejillas a punto de explotar.

YajaTzael, al no saber qué hacer, se apegó a la pared y JimDae intentó entrar a su habitación, pero estaba tan nervioso que solo provocó chocar con la puerta hasta joderse la nariz.

El menor podría acercarse y ayudarlo tal vez en otra ocasión, mas en ese momento solo quería huir.

Mierda.

La vergüenza los consumía y no sabían qué hacer más que preguntarse por qué carajos no olvidaron ese suceso ocurrido en el baño.

Mil veces mierda.

JimDae pegó la frente en la puerta y cerró los ojos, YajaTzael bajó la cabeza mientras ambos sentían cómo sus rostros se encontraban jodidamente calientes y jodidamente rojos.

— ¿Y a ustedes qué les pasó?

Ninguno de los dos alzó la cabeza incluso cuando escucharon la voz de YoonGi.

— No me digan. No me digan.

Sin importar que fuera la plena madrugada, YoonGi se lanzó una carcajada con tantas ganas que ellos solo se encogieron en sus sitios con una vergüenza enorme.

゚・* 🛍 ¸¸.•*¨*• 𝐹𝑎𝑛𝑐𝑦 𝑌𝑜𝑢 •*¨*•.¸¸ 🛍 *・゚ (𝐿𝑖𝑏𝑟𝑜𝑠 𝑑𝑜𝑠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora