🛍𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒕𝒘𝒆𝒏𝒕𝒚 𝒔𝒆𝒗𝒆𝒏🛍

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— ¡Suéltame, hijo de puta!

— Agresivo el gatito.

— ¡Yo no soy tu gatito!

Choi sonrió mientras que con satisfacción veía cómo uno de sus hombres cargaba a un alterado e histérico Zael.

— ¡Maldito imbécil, juro que cuando me bajes te voy a matar! — Gruñó — ¡Hijos de puta!

Mierda.

Cuando el hombre lo dejó caer sobre la cama, él no dudó ni un segundo en intentar correr, mas no pudo siquiera ponerse de pie porque ese maldito le había reventado el labio con la bofetada que le dio.

— ¡Malnacido!

Gruñendo con rabia levantó la cabeza y encolerizado escupió la sangre directo al feo rostro del hombre que lo golpeó.

— Vete, Joy — Choi ordenó — Pero primero amárralo a la cama, no quiero que se me escape.

— Tu, maldito imbécil, me las pagarás — Zael gruñó — ¡Te voy a matar!

Empezó a soltar una serie de gritos cuando el tal Joy se subió sobre él y tomó sus muñecas para amordazarlas contra los tubos de la cama

— ¡Suéltame!

Maldición.

Solo había salido y se había alejado de su casa sin compañía de nadie y en un dos por tres Choi lo había encontrado.

— ¡Quítate!

— Oye, Choi, ¿no quieres compartir?

Joy sonrió lasicvo mientras su mano se colaba bajo la camisa de Zael y rozaba los dedos en su abdomen.

— No me toques, imbécil — Masculló — Y tú, Choi, entérate y métete en la jodida cabeza de que este culo ya le pertece a YajaTzael.

— YajaTzaelly no es nadie aquí, querido Zael.

Verdaderamente gruñó cuando SooBaing entró a la habitación con una gran sonrisa.

Se sentía como un objeto de exhibición en donde todos lo veían y eso lo hacía sentirse incómodo a pesar de que no lo demostraba.

Ese maldito hijo de puta de Choi recorría todo su cuerpo con sus asquerosos ojos y el maldito de Joy todavía lo seguía tocando mientras SooBaing se mordía el labio.

— ¿Cuánto por esta puta, Choi?

— Puta la paliza que te voy a meter, idiota — Gruñó — ¡Ya suéltenme!

Choi le sonrió antes de acercarse y sentarse en la orilla de la cama solo para posar la mano sobre uno de sus gordos muslos.

— Quita tu asquerosa mano de mí, hijo de puta — Vociferó — ¡Me das asco! ¡No me toques!

— ¡Te controlas o te controlo! ¡Tú a mí me respetas!

— ¡Que te respete yeyo!

Choi tomó una gran bocanada de aire para no perder la paciencia con Zael, quien cabreado zarandeó las manos para buscar cómo soltarse.

— No lo intentes, Zaelly — Murmuró — Resulta que yo soy tu dueño, tú eres mío y te vas a quedar conmigo.

— Estás imbécil si crees que eso va a pasar — Respondió Zael — Así que, o me sueltas por las buenas o me sueltas por las malas.

— Me encanta que seas tan agresivo — Sonrió — Eso solo me hace sentirme más loco por ti.

Zael tensó la mandíbula tras sentir cómo su mano trascendía de su muslo hasta escabullirse adentro de su camisa.

゚・* 🛍 ¸¸.•*¨*• 𝐹𝑎𝑛𝑐𝑦 𝑌𝑜𝑢 •*¨*•.¸¸ 🛍 *・゚ (𝐿𝑖𝑏𝑟𝑜𝑠 𝑑𝑜𝑠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora