🛍𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒇𝒐𝒖𝒓𝒕𝒚 𝒐𝒏𝒆🛍

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Tras dejar el cigarro a un lado, JiMmy sonrió con satisfacción cuando SooBaing entró y lo miró sentado en su silla.

— ¿Tú qué haces aquí?

Él se encogió de hombros mientras se giraba en la cómoda silla.

— Quería un pequeño favor que solo tus asquerosas manos me pueden dar — Respondió — Por cierto, no tienes opciones.

Sin entender nada, SooBaing se cruzó de brazos en espera de que hablara.

— ¿Cómo es que entraste sin que mis hombres te notaran?

— Mi querido SooBaing, tengo el poder de aparecer y desaparecer de un lugar sin dejar rastro alguno.

JiMmy dejó mostrar una sonrisa lasciva mientras terminaba de fumarse el cigarro.

Se observó las manos, jugó con sus uñas y se desencajó los delgados dedos mientras SooBaing lo seguía mirando fijamente.

— Pero ese no es el caso...

— ¿A caso no tienes miedo de que te mate? Sabes muy bien que tú me debes una — Espetó SooBaing — Tú y tu hermano me las deben.

— No seas resentido, hombre.

— Ya deja de jugar y dime qué es lo que quieres, JiMmy — Exigió — Y sin rodeos.

— ¿Sin rodeos?

— Sin rodeos, JiMmy.

— Le quitas lo divertido a la vida, SooBaing.

Negando con una sonrisa, el menor se puso de pie una vez dejó una carpeta sobre el escritorio.

— Mi querido SooBaing, el día de hoy te destierro de tu poder.

Ante eso, SooBaing frunció el ceño, pero antes de siquiera poder preguntarle algo, él, de forma hábil, tomó el tuvo perchero de hierro y con rapidez lo sujetó para golpearlo en la cabeza hasta hacerlo caer al piso casi desorientado.

Mierda.

Qué satisfactorio todo.

— ¿Quieres otro?

Riendo de placer estrelló el pie contra el pecho de SooBaing para luego poder estamparle el hierro contra la cabeza.

— Ji-JiMmy...

— No, querido — Sonrió — Soy Kitty para ti.

Tras ver cómo SooBaing se encontraba en el piso con la cabeza cubierta de sangre, él se dio la vuelta para dirigirse hacia el escritorio y tomar la carpeta que había llevado.

Era el momento perfecto para saborear la victoria y darle entrada a la venganza.

— Firma esto y te dejo vivo.

Cuando abrió la carpeta, sacó una pluma y un documento en blanco que estaba listo para ser marcado.

— ¡Fírmalo ya!

Joder.

SooBaing estaba demasiado desorientado por los golpes, sentía que perdería la conciencia en cualquier momento y estaba tan mal que aceptó la pluma y firmó sin saber siquiera qué era o qué decía el papel.

— Perfecto — JiMmy sonrió — Dulce sueños, tío.

Mierda, sí.

Luego de que SooBaing firmó, él nuevamente sujetó bien el tubo antes de estrellárselo en las sienes, provocándole de forma inmediata un Trauma Craneoencefálico Severo ante el fuerte golpeo que le dio.

— Qué lástima, SooBaing — Susurró — Son golpes que la vida te da.

No encontraba las palabras para describir cómo se sentía de saber que ya pronto tendría el poder de todo.

゚・* 🛍 ¸¸.•*¨*• 𝐹𝑎𝑛𝑐𝑦 𝑌𝑜𝑢 •*¨*•.¸¸ 🛍 *・゚ (𝐿𝑖𝑏𝑟𝑜𝑠 𝑑𝑜𝑠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora