ﾟ･* 🛍 ¸¸.•*¨*• 𝐹𝑎𝑛𝑐𝑦 𝑌𝑜𝑢 •*¨*•.¸¸ 🛍 *･ﾟ (𝐿𝑖𝑏𝑟𝑜𝑠 𝑑𝑜𝑠)

🛍 𝑪𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒆𝒊𝒈𝒉𝒕🛍

— ¡Salud, carajo!

Bueno.

Sí.

En la sala de licores estaban Agust, JiMmy y YoonGi, éstos se encontraban riendo de puras estupideces debido a que ya se encontraban bien borrachos.

En el sillón del rincón se encontraba JiMin, viendo todo el escándalo que ellos estaban haciendo.

Bajó la mirada para ver la leche con fresa que se estaba tomando, ya que no le gustaba nada de licor y su papá siempre lo regañaba si lo hacía.

— ¡Ya tenemos el plan contra ese hijo de puta de nombre SooBaing!

Mientras se tomaba su lechita con fresa, observó el cómo su gemelo se carcajeaba con tantas ganas.

¿Tan borracho estaba?

— ¡Y me voy a vengar por cada vez que me la metía!

Mierda.

Se puso rápidamente de pie cuando Agust escupió lo que había tomado gracias a lo que había dicho JiMmy.

Nadie sabía de eso, pero JiMmy estaba tan ebrio que ni cuenta se daba de lo que decía.

— ¿Pero de qué carajos estás hablando, Kitty? — Agust masculló — ¡Habla!

JiMmy negó mientras se terminaba la botella de vodka.

— No me hables así, Agust — Gruñó — ¿Quién te crees que eres, imbécil?

Carajo.

YoonGi no decidió detener a Agust cuando vio que éste de ponía de pie para tomar del brazo a JiMmy y obligarlo a que lo enfrentara.

Ante eso, JiMin caminó hacia ellos al ver sus miradas enojadas, pero antes de si quiera poder acercarse, YoonGi lo agarró de la cintura para que no se metiera.

— ¿SooBaing te violaba? — Preguntó el rubio — ¡Dime si ese maldito se atrevía a tocarte!

JiMmy gruñó antes de empujarlo.

— Sí, lo hacía — Respondió — ¡Pero ni la sentía!

Él se carcajeó mientras Agust estaba que se lo llevaba el mismísimo diablo.

Park SooBaing se las pagaría.

— ¿Por qué no me lo dijiste?

— Porque no se me dio la gana, Agust — Rechistó JiMmy — ¿Algún puto problema?

Carajo.

Agust estaba tan ebrio y tan enojado que no midió cuando lo empujó con fuerza, eso hizo que él chocara con el banquillo y cayera directo al piso.

No pudo intentar siquiera levantarse porque estaba demasiado mareado.

— ¡Oye, ¿qué te pasa?!

— ¡Tú no te metas en esto, JiMin! — Vociferó Agust — ¡No te metas!

YoonGi gruñó antes de golpear la mesa y ponerse de pie.

— Contrólate, Agust — Ordenó — ¡O yo te pongo en tu sitio!

— Tú tampoco te metas, YoonGi.

Agust lo empujó y luego levantó a JiMmy.

— Tú y yo vamos a hablar.

— Yo no tengo nada que hablar contigo, Min — Espetó JiMmy — Suéltame.

— Agust, suéltalo.

— ¡Dije que no te metieras, JiMin!