🛍𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒕𝒉𝒊𝒓𝒕𝒚 𝒔𝒊𝒙🛍

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Bien.

YajaTzael admitía que no supo cómo sentirse o qué hacer cuando Dael se posicionó frente a él.

— Espero que lo que me contaste por celular sea la verdad y no una trampa — Farfulló — Sé que te gusta jugar sucio.

— Me gusta jugar sucio, pero no necesito hacer trampas para tener lo que quiero — YajaTzael aclaró de brazos cruzados — Eso es más lo tuyo.

— Creí que me pedirías disculpas por todo lo que me hiciste.

— Si ese fue tu objetivo cuando se lo contaste a JimDae, pierdes tu tiempo — Informó — Yo a los dos únicos hombres que les puedo ofrecer disculpas son a mi gatito y a mi enano.

Dael apartó la mirada y buscó retroceder para alejarse de él mientras empuñaba las manos de impotencia.

— ¿Me vas a dar a mis hijos o qué?

Mierda.

YajaTzael soltó un bajo suspiro por medio de la nariz y clavó los ojos en el piso como normalmente hacia cuando estaba pensativo e indeciso.

Sabía que debía reparar su error y devolviendo a los gemelos era lo mejor, pero no quería hacerlo.

Le costaba soltarlos y la sola idea de dejarlos ir verdaderamente lo estaba matando por dentro. Ese par de chicos eran su vida y si ellos no estaban, entonces su vida no valía la pena.

— ¡Papá!

Tanto él como Dael voltearon a ver hacia las escaleras, las cuales JiMmy se encontraba bajando con una gran sonrisa.

Diablos.

De verdad que tuvo que apartar la mirada porque no pudo soportar ver cómo uno de sus hijos abrazaba a Dael con tanta emoción y necesidad que realmente le partió el corazón en mil pedazos.

JiMmy era su hijo y JiMin también. No quería que se fueran, no lo quería.

— Solo falta JiMin, papá — Sonrió el menor — Y ya estaremos los tres juntos.

Dael le devolvió la sonrisa mientras lo abrazaba y mientras YajaTzael tenía la mirada baja.

— Gracias por haber cuidado a mis hijos como te lo pedí — Murmuró — Hiciste un buen trabajo, pero ahora me toca a mí cuidarlos y darles el amor que no les pude dar antes.

En definitiva YajaTzael quería gruñir, de verdad que ese gruñido estaba atorado en su garganta ante esa sonrisa estúpida.

— Ahí viene JiMin, papá.

No.

YajaTzael cerró los ojos.

Su enano no, él no.

— Es muy tierno — Susurró Dael — Es una cosita bonita.

Con ojos enamorados él observó a JiMin, quien bajaba las escaleras con un par de maletas.

— ¡Ya estaremos los tres juntos!

A la mierda.

Sin importarle que estaba frente a Dael y a JiMmy, sin importarle de que se viera débil, YajaTzael giró lentamente la cabeza para ver, con lágrimas en los ojos, cómo JiMin se acercaba a ellos.

Un nudo en su garganta se creó, su mandíbula se congeló por ello, su pecho sufrió de una opresión y su corazón empezó a desprenderse lentamente.

Jamás creyó que ese día llegaría y que llegaría a doler tanto.

Quería rogarle a los gemelos que, por favor, no se fueran, lo haría hasta de rodillas si era necesario, pero necesitaba que se quedaran.

Juraba no tener el valor de verlos marcharse, de verlos salir por esa puerta para ya nunca más volver.

゚・* 🛍 ¸¸.•*¨*• 𝐹𝑎𝑛𝑐𝑦 𝑌𝑜𝑢 •*¨*•.¸¸ 🛍 *・゚ (𝐿𝑖𝑏𝑟𝑜𝑠 𝑑𝑜𝑠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora