El segundo gobernante

Capítulo 3: El Encuentro

Lucifer no podía dejar de pensar en la voz de Alastor. Cada día esperaba ansioso la transmisión, deseando escuchar nuevamente esos alaridos de dolor y gritos de desesperación que tanto le intrigaban. Pero también anhelaba escuchar la voz de Alastor, esa voz que despertaba emociones en él y lo hacía sentir vivo.

Decidió tomar cartas en el asunto y buscar a Alastor. Sabía que no sería una tarea fácil, ya que el infierno era inmenso y Alastor era un ser misterioso. Pero estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para encontrarlo.

Convocó a sus demonios de confianza y les dio la orden de buscar a Alastor en cada rincón del infierno. Quería conocer a la persona detrás de esa voz, quería entender qué era lo que lo atraía tanto.

Los demonios comenzaron la búsqueda, explorando cada territorio y preguntando a cada alma pecadora si habían visto a Alastor. Pero nadie parecía tener información sobre él. Alastor era un enigma, un ser que parecía no pertenecer a ningún lugar.

Lucifer se sentía frustrado, pero no se rendiría. Continuó buscando por su cuenta, recorriendo los pasillos del infierno y escuchando atentamente cada transmisión de Alastor. Sabía que en algún momento tendría que encontrarlo.

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Un día, mientras caminaba por uno de los niveles más bajos del infierno, escuchó una transmisión de Alastor que parecía provenir de una habitación cercana. Siguió el sonido y abrió la puerta, encontrándose con una escena inesperada.

Alastor estaba sentado frente a un micrófono, rodeado de equipos de radio y grabadoras. Parecía estar en su elemento, disfrutando de cada transmisión y de la atención que recibía. Al ver a Lucifer, su expresión cambió de sorpresa a curiosidad.

_ Lucifer, el soberano del infierno _ dijo Alastor con una sonrisa. _No esperaba verte aquí. ¿Qué te trae a mi humilde morada?

Lucifer se acercó lentamente, cauteloso pero emocionado.

_ He estado buscándote, Alastor. Tu voz me ha cautivado y quiero conocerte mejor. Quiero entender qué es lo que te hace disfrutar del sufrimiento y cómo logras transmitirlo a través de tus transmisiones

Alastor rió suavemente y se levantó de su asiento.

_ Lucifer, mi querido soberano, el sufrimiento es una parte intrínseca del infierno. Pero no se trata solo de causar dolor, se trata de encontrar belleza en el caos y en la desesperación. Mis transmisiones son mi forma de expresión, mi manera de compartir esa belleza con el mundo

Lucifer quedó fascinado por las palabras de Alastor. Nunca antes había conocido a alguien que pudiera encontrar belleza en el sufrimiento. Pero en ese momento, entendió que Alastor era especial, que tenía algo único que ofrecer al infierno.

_ Quiero que te unas a mí, Alastor _ dijo Lucifer con determinación. _ Quiero que compartas tu talento con el infierno y que juntos podamos crear algo grandioso

Alastor sonrió y extendió su mano hacia Lucifer. _ Será un honor, mi querido soberano. Juntos, podemos llevar el sufrimiento a un nivel completamente nuevo

Lucifer tomó la mano de Alastor y supo que ese encuentro cambiaría el infierno para siempre. Juntos, crearían un legado de dolor y belleza, llevando al infierno a nuevas alturas de oscuridad y éxtasis.