capítulo 32: aroma a café y panqueques

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Después de alistarse, Alastor salió de la habitación y se dirigió al comedor del palacio. Al entrar, encontró la mesa ya lista y a Lucifer sirviendo un plato de lo que parecían ser panqueques.

"Adelante, cariño, siéntate a desayunar", dijo Lucifer con una gran sonrisa. Alastor hizo lo indicado. La mesa lucía increíble: fruta perfectamente pelada y picada, panqueques esponjosos que parecían derretirse con solo mirarlos y una linda tetera que desprendía el aroma del café.

"Cariño, me disculpo de antemano, pero hoy no podré pasar tiempo contigo. Tengo algunos pendientes que no puedo retrasar", informó Lucifer con un tono de disculpa.

"No hay problema, cielo, entiendo completamente", respondió Alastor, aunque una mueca cruzó su rostro debido al persistente dolor de cabeza.

"Cariño, ¿te sientes bien? ¿Sucede algo?", preguntó Lucifer, preocupado. No era común que Alastor mostrara otra expresión que no fuera su sonrisa permanente.

"Por supuesto que sí, mi soberano", respondió Alastor, tratando de disimular su malestar.

"De acuerdo, pero si tienes algún inconveniente, házmelo saber", insistió Lucifer, aún preocupado.

"Todo está perfectamente, ve a terminar tus pendientes y cuando acabes, pasaremos tiempo juntos. Así que no tienes por qué preocuparte", propuso Alastor, tratando de tranquilizar a Lucifer.

El desayuno transcurrió de manera agradable, con comentarios y risas que llenaban el comedor con un ambiente agradable. Cuando terminaron de desayunar, se dieron un beso en los labios y se despidieron hasta más tarde.

Alastor caminaba por los pasillos del palacio iba en dirección a la salida pero carajo ese maldito dolor de cabeza no los dejaba en paz Así que cambió su trayectoria hacia la habitación que compartía con Lucifer desde la noche anterior























Hola gente que lee esta historia realmente que esta historia sí que tiene inspiración porque no para de escribir capítulos y de publicarlos es la historia que he avanzado más de todas las que tengo es un poco injusto lo sé pero es que no paran de llover ni ideas para cada capítulo les agradezco por todo el apoyo y sin nada más que decir nos leemos en el próximo capítulo

El segundo gobernante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora