Capítulo 23: Solo yo

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Alastor había dejado de visitar al rey en los últimos días, ya que tenía que imponer su presencia como un Overlord y lidiar con los pecadores que desafiaban su autoridad. No era el único, otros demonios también tenían que luchar para imponer su poder y algunos caían en sus trampas. La desesperación los llevaba a hacer tratos sin leer las letras pequeñas.

Se regocijaba con su creciente colección de almas y se imaginaba cómo el infierno se estremecería cuando supieran que él gobernaría junto a su amado soberano.

Ese día decidió visitar a su amiga Rosi en el Barrio Caníbal. Pasaron una agradable mañana poniéndose al día con las novedades infernales y compartiendo comentarios triviales.

Pero ahora era momento de visitar a su prometido. Caminó tranquilamente por los extensos pasillos del palacio, recibiendo reverencias de los sirvientes que sabían de su cercanía con el soberano. Temían ser sancionados por él, ya que imponía terror a pesar de siempre llevar una sonrisa en el rostro.

Entró a la oficina del soberano, pero no encontró a nadie. Le extrañó, ya que Lucifer solía estar allí a esa hora. Utilizando su habilidad de desaparecer en las sombras, recorrió rápidamente el palacio hasta encontrar la presencia del soberano en una sala privada.

Mantuvo su presencia oculta mientras observaba la escena. Un demonio desconocido estaba hablando con Lucifer, y parecía muy feliz de haber logrado esa reunión.

_Su majestad_, habló el demonio desconocido con familiaridad. _Me alegra mucho que haya aceptado esta reunión

_ No hay problema, pero terminemos esto rápido. Tengo otros asuntos pendientes_ respondió Lucifer con una sonrisa encantadora.

Alastor frunció el ceño al ver la amabilidad de Lucifer hacia ese demonio. Sentía un intenso calor que se extendía por todo su cuerpo, llenándolo de ira. ¿Cómo se atrevía ese demonio a estar tan cerca de su soberano? ¿Quién le daba el derecho de hablarle de esa manera y tutear al rey? Nadie, excepto él, debía estar tan cerca de Lucifer.



El segundo gobernante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora