El segundo gobernante

capitulo 44: La Propuesta de Rosie

Lucifer permanecía en su habitación, una mezcla de enfado y tristeza en su rostro. Sus mejillas estaban rojas y húmedas por las lágrimas que había derramado. "Estúpido Alastor", murmuró con amargura.

La puerta fue golpeada suavemente, sacándolo de sus pensamientos. Frunció el ceño, si era Alastor, no tenía intención de dejarlo entrar. No quería verlo en ese momento.

_ ¿Quién es? _  preguntó con un tono cansado.

_ Su majestad... Mi nombre es Rosie... Me gustaría hablar con usted si me lo permite_  respondió una voz femenina desde el otro lado de la puerta.

Al escuchar quién era, Lucifer frunció aún más el ceño. ¿Qué hacía esa mujer aquí? Debería prohibirle la entrada al palacio... Aunque estaba seguro de que Alastor anularía esa orden.

Con un suspiro de resignación, respondió _ Adelante _

Rosie entró en la habitación, encontrando a Lucifer sentado en un amplio sofá. Cuando sus miradas se cruzaron, Rosie sintió como si estuviera siendo analizada.

_ ¿Qué quieres, Rosie? _  preguntó Lucifer, su tono era frío.

_ Majestad, he oído que no está de acuerdo con que yo organice la boda_  comenzó Rosie, caminando hasta llegar al lado de Lucifer.

Las cejas de Lucifer se fruncieron en una clara señal de enojo. _ Si sabías que no me gustaba la idea, ¿por qué aceptaste?

_ Alastor me confió esta tarea porque no quiere que el estrés y el cansancio de la preparación de la boda te afecten, majestad. Estás a punto de vivir un momento muy especial, el nacimiento de tu primer hijo _ explicó Rosie.

_ Eso no cambia el hecho de que no quiera que me involucres en mi boda _  respondió Lucifer, su tono era firme.

_ No voy a defender a Alastor en esto_ dijo Rosie, _ Así que, ¿qué te parece si tú y yo organizamos todo juntos? _ Le dio una sonrisa mostrando sus grandes dientes afilados. _ De esta manera, tú puedes escoger y seleccionar lo que quieres para el gran día y yo me encargo del trabajo estresante

_ Lo que me propones es un punto justo. Acepto tu trato _ respondió Lucifer con una sonrisa de lado.

_ Bien, ¿qué te parece si desayunamos juntos mañana y empezamos con todo? Solo te quedan dos meses para que tu manzanita nazca y organizar una boda lleva mucho tiempo_  propuso Rosie, juntando sus manos y manteniendo su sonrisa.

_ De acuerdo, nos vemos mañana_  respondió Lucifer.

_ Bien, hasta mañana, su majestad_  dijo Rosie, haciendo una reverencia antes de salir de la habitación.

Lucifer suspiró. No confiaba en esa mujer, pero sabía que tenía que hacer un esfuerzo. Estos enfados no le harían bien a su dulce manzanita.

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La noche llegó y con ella, Alastor se dirigió a su habitación. Esperaba que Lucifer ya se hubiera calmado.

Entró en la habitación y se sorprendió al ver que Lucifer aún estaba despierto. _ Lucifer, deberías estar durmiendo. Ya es tarde_ le dijo.

Lucifer no respondió, simplemente continuó leyendo su libro. Alastor suspiró y se acercó, sentándose al lado de Lucifer en el borde de la cama.

_ Hola, manzanita. Buenas noches _ saludó, dándole un beso a la redonda barriga de Lucifer.

Continuó acariciándola hasta que se acostó al lado de Lucifer, abrazándolo contra él.

Lucifer hizo un puchero. Quería fingir estar molesto con Alastor un poco más, pero no pudo resistirse a los mimos y caricias que el demonio de la radio le daba.