Capítulo 46: La Invitación de Lucifer

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Mientras Husk estaba en su casino principal, recibió una carta con el sello del gobernante infernal. Creyó que sería de Alastor, aunque sabía que el bastardo estaba pensando en modificar el logo real. Abrió la carta, la cual contenía una invitación del gobernante Lucifer que pedía su presencia en el palacio. Maldijo en un susurro mientras fruncía el ceño.

_ ¿Qué demonios es esto? Una invitación del gobernante Lucifer... ¿Qué querrá ahora? _ se preguntó Husk.

_ ¿Algo importante, señor Husk? _ Un empleado del casino le preguntó.

_ Parece que sí. Parece que tendré que hacer una visita al palacio. Espero que no sea una pérdida de tiempo _ respondió Husk, guardando la carta.

Mientras tanto, Alastor estaba ocupándose de algunos pendientes aún en el Anillo de la Pereza. Había olvidado informarle a Lucifer que tardaría un poco, pero sabía que su querida amiga Rosie estaba con Lucifer y su manzanita.

_ Oh, demonios. Olvidé informarle a Lucifer que tardaría un poco más. Espero que Rosie y Lucifer estén bien _ pensó Alastor, mientras revisaba algunos documentos.

En el palacio, unos días después de enviar la citación a Husk, Lucifer recibió una respuesta afirmativa. Husk iría en unos días, y así lo hizo.

Lucifer estaba emocionado de conocer al demonio de juego y buen amigo de Alastor. Si Rosie resultó ser alguien agradable y su presencia era agradable, tal vez con Husk sería igual.

Cuando Husk llegó al palacio, fue recibido cordialmente y dirigido a una habitación por un largo pasillo donde había grandes ventanales que ofrecían una muy buena vista del exterior.

_ Aquí es, señor _ dijo el imp que lo había estado guiando, deteniéndose en una puerta de color caoba.

Al ingresar, Husk pudo notar una figura femenina que sonreía mostrando unos blancos y afilados dientes. Su atención se centró en la mujer hasta que una voz lo sacó de su concentración.

_ Bienvenido, demonio del juego _ la voz de Lucifer sonaba sedosa pero de alguna manera escalofriante.

_ Un placer estar en su presencia, majestad _ respondió Husk, haciendo una reverencia y extendiendo un poco sus alas.

_ Oh, no hace falta tanta formalidad _ respondió Lucifer con un tono más cantarín.

_ Si así lo desea _ dijo Husk, relajándose un poco.

_ Oh, pero qué descuidado soy _ dijo Lucifer, recordando a Rosie _ Te presento a Rosie.

_ Un placer, demonio Husk _ saludó Rosie con una sonrisa.

_ El placer es mío _ respondió Husk, devolviendo el saludo.

La conversación que tuvieron los tres empezó un poco incómoda por parte de Husk, pero todo empezó a relajarse mientras el tiempo hacía su magia.

_ Jaja, nunca me imaginé a Alastor como un padre de familia _ Husk rió, bebiendo de su whisky.

_ Ni yo tampoco _ comentó Rosie _ Pero siempre ha sido un hombre misterioso.

_ Bueno, tomó muy bien la noticia, a pesar de que no lo hayamos planeado _ aportó Lucifer, risueño.

_ "Ese maldito supo aprovechar las oportunidades" _ Husk dio una sonrisa de medio lado.

La conversación continuó y, como Lucifer pensó, Husk resultó ser una buena compañía también. Los días pasaron y todo avanzaba. Alastor había regresado y, a pesar de que Lucifer quería preguntar por la causa de su demora, se tragó todo eso y no preguntó nada. No quería pelear con Alastor, así que dejó pasar eso.

_ Si tienes algo que decir, dilo. No te quedes callado _ Husk encendió la licuadora para mezclar las fresas y el hielo.

_ Pero no quiero que se enfade. Además, he estado muy sensible y no quiero incomodarlo _ respondió Lucifer, mirando a Husk con preocupación.

_ Perdón por lo que voy a decir, majestad, pero ¿estás pensando claramente? ¿Cómo puedes pensar eso? Ese bastardo te embarazó, tú estás llevando a su hijo en tu vientre y estás pasando por todo lo que implica el embarazo. Él solo tuvo la parte fácil. Así que no me vengas con que no quieres incomodar al estúpido demonio de la radio porque tienes todo el derecho de pedirle una explicación si es lo que quieres _ expresó Husk, mientras le entregaba a Lucifer el jugo de fresas con hielo que había preparado.

Lucifer se sonrojó un poco. Husk tenía razón, había descubierto que con Husk podía desahogarse de cualquier cosa.

Tomó un sorbo del jugo. Estaba delicioso, Husk era realmente bueno preparando bebidas.

_ Tienes razón _ suspiró Lucifer, volviendo a darle un sorbo al vaso _ Le diré lo que me ha molestado _ expresó Lucifer con determinación.

El segundo gobernante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora